Una noche mirando el cielo apagado por las luces de la ciudad, pensé ¿qué diablos soy? ¿Por qué estoy aqui?. No lo podría creer tenía una crisis existencial o eso pensé, se me hacía difícil pensar en una respuesta todo a mi alrededor parecía incompleto la familia que una vez me sonrió parecía un grupo de extraños tratando de arreglar mi vida, acudí al pánico y salí corriendo en busca de respuestas creo que ese fue mi error no vi el coche que pasaba y cuando menos me lo espere ¡piiiiii! Era la bocina de aquel coche advirtiéndome de mi repentina muerte, en aquel momento con mi último esfuerzo escucho una ambulancia y mi madre suplicando por ayuda fue lo último que escuche. De repente siento fuertes choques en mi pecho que separan el puente de mi huida de este mundo era una especie de máquina que intentaba traerme de regreso, infortunadamente esos voltios no lograron su propósito. Pero antes de irme logré susurrar al oído de mi solloza madre y le dije, el anhelo de mis pensamientos inconclusos son mi pecado.
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