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LA LETRA E

  


El episodio se desarrolló como un sueño. No lo redacte inmediatamente porque temía que fuera interpretado como una mera curiosidad psicológica. Ahora que ha pasado el tiempo, seguramente quienes lo lean, sabrán entenderlo como un cuento, quizás yo haga lo mismo con los años. Una noche soñé, que soñaba que a mi nombre le faltaba una letra: la “e”. “Es” hay muchas. Las hay americanas, europeas, orientales, cada una con su acento, idioma, e interpretación. Pero la letra que yo buscaba, no era cualquier letra, era mi letra. Una parte de mí. En cada documento donde apareciera mi nombre, se resaltaba la ausencia de dicha letra; y no valía que intentara escribirla, mi mano parecía ser cómplice en esta maquinación, olvidando escribirla también. Salí como loco a buscarla por la ciudad, mire anuncios en tiendas, supermercados, incluso en pequeños negocios electrónicos. Mire las vallas publicitarias, pero no había rastro de mi letra. Finalmente la encontré escrita en un negocio de tintos y aromáticas en la calle, y me dirigí al propietario:

--disculpe, pero esa letra es mía.

--todas las letras son iguales—respondió el.

--esta no, amigo, esa “e” es mía.

--tendrá que pagar por ella—dijo él.

--no pagare por algo que es mío—respondí.

--aquí todos pagamos—dijo el, en ese momento desperté al segundo sueño, que sin distinguirlo de la realidad, me hizo levantar y caminar hacia a máquina de escribir con las letras frescas en mi cabeza, sentado solo frente a la maquina escribí: “l pisodio s dsarrolló como un suño.” Entonces si desperté. 

20 de Fevereiro de 2019 às 18:50 0 Denunciar Insira Seguir história
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