No lo tenías previsto,
pero la tormenta acechaba.
Creías que todo lo habías visto,
mientras la vida todo te lo daba.
Creías que haría sol todos los días,
y así creciste y así vivías.
No dijiste a los de tu familia y alrededor
que los querías, que eso era amor.
Los días fueron pasando,
y las estaciones se sucedieron.
Tus hijos crecieron
y tú sin saber seguías ignorando.
Y anocheció con una tormenta desafiante,
pero no era un día cualquiera.
Era tu último día, eso es lo que era.
Y te fuiste silencioso y expectante.
Y así sin despedirte te fuiste,
no dijiste que los querías
y ahora cualquier cosa darías
para que decírselo, pero ya te fuiste.
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