1.
Teníamos hogar, alimento, un lugar medianamente decente donde vivir y motivos suficientes para seguir existiendo, no queríamos perecer, pues no sabíamos qué sucedería una vez muertos, teníamos miedo de eso. Siempre fue un real peligro estar vivo, constantemente teníamos que huir o estar atentos a no ser devorados. Conseguimos muchas cosas con nuestro esfuerzo, una organización territorial, distribuíamos el alimento para que nos alcanzara por más tiempo, nos dividíamos el trabajo siempre. Éramos felices en cierto punto a pesar de nuestra situación.
Ahora ya todo es diferente, esos malditos no se dan cuenta de lo que hacen, desde que nos descubrieron de forma masiva, ya solo les servimos de alimento. No se dan cuenta del daño que hacen, ni de lo que hemos hecho para estar acá. Esta situación ya no la aguanto más, no sé hasta cuándo voy a soportar. Este es nuestro mundo, todo lo que conocemos. Realmente no sé muy bien sobre qué estamos, pero no tenemos forma de saberlo. Es nuestro universo, lo que conocemos, sabemos medianamente cómo funciona y por eso estábamos tranquilos, pero ahora ya no se puede habitar, cada vez quedamos menos, esos malditos no se dan cuenta que están destruyendo nuestro hogar, nuestro universo. Solo somos alimento, somos insectos muy diminutos para que nos escuchen, somos larvas, somos hormigas. Aunque gritemos con todas nuestras fuerzas, no nos escucharán, quizás porque no quieran o porque no nos entiendan. Ya no sabemos qué hacer, solamente nos dirigimos a la extinción.
2.
Teníamos un lugar fresco, con sombra, especial como nos gustaba, desde que nací que estoy en este lugar. Era increíble desarrollarme junto a mis muchos hermanos, cada vez teníamos más pelaje y nuestras patas más fuertes y largas. Conseguimos mucho en este lugar, un sustento en especies más pequeñas, muy nutritivas y por montones, parecía que no se nos acabarían nunca. No éramos muy organizados, hacíamos nido en donde queríamos, nadie nos podía decir nada. Dominábamos a otras especies inferiores por nuestro porte y rudeza, nadie se metía con nosotros, hasta aquel día.
Ahora ya todo es diferente, esos malditos gigantes, unas 100 o 200 veces más enormes que uno de nosotros, devastan todo a su paso. No se dan cuenta de lo que hacen, desde que llegaron cerca de nuestro hogar, no han parado de destruir todo lo que formamos con esfuerzo, todo lo que conocemos. Esta situación no la aguanto más, no sé hasta cuándo voy a soportar. Este es nuestro mundo, todo lo que conocemos. Estamos metidos en rincones, en cuevas, debajo de maleza, este es nuestro universo, no sabemos cómo funciona realmente o dónde estamos en concreto, pero es nuestro hogar y lo queríamos defender, pero es imposible. Esos malditos no se dan cuenta que nos están destruyendo, nuestro pobre hogar. Con sus enormes pies nos aplastan y con aparatos igual de altos que ellos nos barren, tirándonos lejos o simplemente reventándonos enteros. Somos arañas nada más, queremos vivir. Aunque gritemos con todas las fuerzas, no nos escucharán, quizás porque no entiendan nuestro idioma o porque son tan malvados que hacen esto por gusto. Ya no sabemos qué hacer, solo nos queda perecer.
3.
Teníamos una civilización que nos costó muchísimo tiempo formar. Nuestros países nos daban lo que podían a cada uno. El mundo era nuestro hogar, crecí aquí y estoy orgulloso de ser terrestre. Tenía una familia, un empleo, un auto. Me costó harto conseguir una verdadera estabilidad. Mis relaciones personales siempre fueron buenas, nunca fui alguien malo. Conseguí lo que pude y así lo hacían todos, éramos la especie “dominante”, o así me enseñaron en el colegio. Podíamos general comida, a mí me gustaba principalmente la carne y el pescado y de verdura poco comía. Nunca olvidaré aquel día en que estaba con mi viejo padre en su parcela, me había llamado para desarmar una vieja cabaña, que ya tenía las tablas viejas y que estaba llena de bichos, arañas y ratas. Ese día bajaron.
Ahora ya todo es diferente, esos malditos de las naves destruyen todo a su paso. No sé realmente de dónde vienen, si de un planeta cercano, de otra galaxia o de otra dimensión. No se dan cuenta de lo que hacen, desde que hicieron su aparición en los cielos, no han parado de tirar bombas por todas partes. Los gobiernos de la tierra se han defendido, pero ninguno puede ganar. No sé para qué nos quieren, solamente nos barren, nos destruyen. Ni siquiera nos quieren para raptarnos o para su alimento, simplemente nos destruyen de a poco. Esta situación no la aguanto más, no sé hasta cuándo voy a soportar. Este es nuestro mundo, nosotros lo forjamos. Sé que tenemos muchas debilidades como especie, pero no nos merecemos esto. Es nuestro planeta que está metido en un sistema solar y este en una galaxia, dentro del universo, que sabemos medianamente cómo funciona. Esos malditos no se dan cuenta que nos están destruyendo, que tenemos una vida formada, que tenemos sentimientos, familias, proyectos que queríamos desarrollar. Con sus enormes naves han devastado todo, nos exterminan. Solo somos humanos, qué más podemos hacer, aunque gritemos al cielo con todas nuestras fuerzas, no nos escucharán, quizás porque no entiendan nuestro idioma, quizás porque no quieran. Ya no sabemos qué hacer, al parecer solo queda esperar la muerte.
4.
Teníamos avances gigantescos, en millones de años de desarrollo y evolución, ya habíamos dominado galaxias enteras en el universo. Nuestros cuerpos pasaron a ser una mezcla entre máquina, biología y etéreos. Conseguimos muchísimos avances, portales a otros sitios del universo, volar a una velocidad inimaginable, creamos astros a nuestro antojo según hacía falta, etc. Éramos una sociedad totalmente organizada y esparcida por todos los rincones del universo, fuimos los primeros en colonizarlo todo, llegamos hasta las 4 esquinas de este casi infinito espacio. Estaba en una misión de limpieza, en la orilla de una galaxia, para generar mundos mejores. Eso conllevaba destruir a pequeños seres que allí se encontraban, pero siempre velábamos por el bien mayor, aunque eso conllevase algunas pérdidas. No olvidaré nunca el día en que nuestras máquinas empezaron a fallar masivamente, todo lo que habíamos puesto a disposición para sobrevivir y estar estables, había empezado a colapsar.
Ahora ya todo es diferente, el gran arquitecto al parecer ha decidido acabar con el TODO, su creación. No sé realmente porqué ha decidido semejante barbarie, no se da cuenta de lo que hace, o quizás lo sabe pero nunca nos lo comunicó de alguna manera. Esta situación no la aguanto más, no sé hasta cuándo voy a soportar. Este es nuestro universo, el TODO, nuestro hogar, el que formamos y perfeccionamos a nuestro gusto. Donde evolucionamos por millones y millones de años, donde viajamos por cada rincón descubriendo y creando, nuestro escenario, es todo lo que conocemos. Ese maldito “creador” no se da cuenta que está destruyendo nuestro hogar, que nos destruirá a nosotros. Con su enorme poder está colapsando el universo, en una forma de implosión. Pensamos que esto ocurriría en millones de años o quizás nunca, pero está sucediendo ahora y a una increíble velocidad. Solo somos sus más geniales creaciones, qué le va a importar, si con el chasquido de sus dedos podrá crear todo de nuevo desde cero. Aunque gritemos y roguemos con todas nuestras fuerzas no nos escuchará, quizás porque no sea su propósito, o porque es malvado, no lo sé. Ya no sabemos qué hacer, solamente nos dirigimos a la desaparición total.
Obrigado pela leitura!
Podemos manter o Inkspired gratuitamente exibindo anúncios para nossos visitantes. Por favor, apoie-nos colocando na lista de permissões ou desativando o AdBlocker (bloqueador de publicidade).
Depois de fazer isso, recarregue o site para continuar usando o Inkspired normalmente.