diego-miranda Diego Miranda

Desde que puede recordar, Mercredí sobrevive en una Aldea de inviernos sin fin. Rudimentaria y cercada por bosques infinitos, a nadie le preocupa lo que hay más allá, y no es bien recibida ninguna mención del asunto. Pero Mercredí quiere escapar, y todo cambia cuando en uno de sus intentos encuentra algo nuevo, una fotografía de ella misma con un muchacho desconocido.


Drama Todo o público.
2
5.9mil VISUALIZAÇÕES
Em progresso - Novo capítulo A cada 30 dias
tempo de leitura
AA Compartilhar

Capítulo Uno

I.

Dos días después de escapar, Mercredí reveló que no lo sabía.

Huyó al bosque, y lo que presumió con volver después de un rato, finalmente le tomó dos días.

Media vacía, con una fotografía vieja, y maldiciéndose a sí misma por no ser suficientemente fuerte, cayó desvalida sobre la nieve.

Ya en su hogar, su madre sacudió su ropa, pero cuando parecía que la iba a reprender o a exponer algo, solo se quedó con la mirada perdida en una botella.

A su padre le encantaban esos licores, que lo mantenían de cara rosada y feliz. También a ella, pero no podía darse el gusto de andar con reflejos torpes todo el tiempo.

-        Streda… - La miró Mercredí 

-        ¡Streda! – Mercredí pateó el suelo con capricho.

-        ¡Soy tu madre! – Le gritó y la sacudió.

Mercredí rompió en llanto. Streda se sentó a la mesa y continuó con la mirada perdida.

-        Por favor hija, tienes que decírmelo… ¿De dónde has sacado esa fotografía?

-        No lo sé mamá…

Su madre la miró con tanta fijeza que temió una nueva sacudida y retrocedió un poco.

-        ¿Sabes lo que el General nos haría si se enterara de esto?

La niña calló. Sabía bien que el General Mittwoch no era conocido por su dulzura.

-        Tienes todo lo que necesitas aquí, ¿Por qué quieres irte? ¿Por qué? ¿Por esa fotografía? Entrégamela. – Ordenó. 

Mercredí sollozó y abrazó su único tesoro. 

-        Hija, no puedes seguir poniendo tu vida en peligro así…

-        Quiero irme mamá, no quiero estar aquí…

-        No sabes lo que dices, hija.

II.

Después de la reprimenda estuvo una semana en cama recuperándose. ¿Qué significaba lo que había encontrado? Sabía que no podía ser malo, se veía feliz con aquel muchacho… Su madre guardó (o destruyó) la fotografía. Si alguien se llegase a enterar las consecuencias serían gravísimas.

Nunca hubo en la aldea ningún objeto del exterior (Porque sabía que había un exterior) Aunque no había otras aldeas vecinas, todo era bosque sin fin. 

En realidad se sintió aliviada cuando con ojos desorbitados su madre tomó la fotografía, temía que sea un juego de su mente debido al cansancio. 

Pese a ir bien abastecida y superar las condiciones difíciles, el resultado de tal esfuerzo sólo fue encontrarse cerca del mismo lugar del que partió, para ser socorrida por su madre.

No era la primera vez que intentaba escapar, pero ésta fue la más considerable. Se había animado solo a caminar un poco, sabiendo que podía regresar en cualquier momento sin inconvenientes. El miedo a lo desconocido la petrificaba, pero necesitaba saber más.

Sin embargo, su expedición se vio recompensada. La fotografía existía. Ella existía. Había algo más. Hay algo más. Ella existía también en la vida de otro. Ella podía pertenecer a otro lugar. Hay otro lugar. Y alguien o algo se había encargado de darle la fotografía como recompensa por su empeño.

Estas cavilaciones la enervaban a seguir adelante. Mittwoch no le importaba, ella tenía una fotografía. Y si algo malo ocurriese, ella se encargaría de hacerle saber a la aldea que hay algo más. Pero primero debía recuperarla. Y antes que eso, recuperarse.

III.

La aldea Keshkiviiko estaba rodeada por un bosque eterno. Sólo los habitantes más antiguos podrían decir algo del exterior, si es que sabían. Nevaba permanentemente, y en los últimos tiempos se empezó a oír aullidos de lobos.

La gente era sombría. No eran vecinos amistosos, excepto por uno o dos. A nadie le interesaba lo ajeno ni se entrometía en asuntos privados. Sobrevivir al clima y la escases eran suficiente problemas.

El Río Wednesday cruzaba por la aldea y se perdía hacia el bosque, y ese era el único con el que contaban. También se apreciaban a lo lejos varias montañas, inalcanzables, a las que la gente nombraba de distintas maneras. 

El General Mittwoch estaba retirado. Para Mercredí, siempre estuvo retirado. Se le hacía difícil imaginárselo haciendo otra cosa que no sea gritar y enfurecerse por todo. Posiblemente su trabajo era hacer lo mismo pero con uniforme.

Pese a que a nadie le agradaba, todos le debían algo. El que mantenía a los lobos a raya era Mittwoch, el que volvió con carne después de semanas de escasez fue Mittwoch, y el que mantenía el orden en la aldea era Mittwoch. 

La aldea no habría sobrevivido de no ser por él, él y su carácter implacable y violento.

Streda, la madre de Mercredí, era particularmente devota hacia él. Sus vecinos la consideraban una mujer muy correcta, y en ciertos casos, inflexible. 

Suiyobi y Xingqisan eran  la pareja perfecta, veían en su hija Mercredí  a la niña que ellos nunca pudieron tener. La adoraban. Y en más de una ocasión su tendencia a cumplirle todas las peticiones fue causa de reclamos.

Sobre la margen del Río Wednesday vivía Ediel, quien sería la única mujer conocida del General Mittwoch. Separados hace años por problemas de convivencia (y a una distancia prudencial de la vivienda del otro para no cruzarse más de lo necesario).
Ediel era el punto clave en la vigilancia del río, no había manera que se le pasase algo sin que lo note. Era tan ardida como Mittwoch, y en algunas ocasiones, peor.

Estos son algunas personas (importantes o no) de la aldea en que Mercredí habita tristemente. Pero gracias a ella, la vida en la aldea va a cambiar por completo.

Voy a estar subiendo los demás capítulos más adelante. Si gustó, agradecería seguir la historia y/o comentar que les va pareciendo.
¡Muchas Gracias! 

20 de Agosto de 2018 às 19:13 4 Denunciar Insira Seguir história
4
Continua… Novo capítulo A cada 30 dias.

Conheça o autor

Diego Miranda Intento escribir y mejorar.

Comente algo

Publique!
Xabel Mind Xabel Mind
Cuánto gato encerrado hay en esta historia
October 07, 2018, 22:21
Patricia Montenegro Patricia Montenegro
Hermosa historia!!!
August 21, 2018, 21:19

~