Hoy he decidido que quiero morir joven,
aún antes de la fecha en la que estoy escribiendo esto.
Necesito que vengan los demonios, que mi ropa roben
y que entre maldiciones me preparen un carro funesto.
Decidí que beberé cada botella en la cantina,
que me emborracharé de recuerdos falsos, buenos recuerdos.
Asumiré la culpa de cada delito que con mi alma peregrina,
pues de nacimiento soy convicta y me cansé de los supuestos.
Hoy renuncio a ser humana, al prejuicio, a la etiqueta,
a todo símbolo que atente contra mi sonrisa sincera.
Me rehuso a ser tu saco de boxeo, tu triste marioneta;
no necesito de de tu visa para ser lo que yo quiera.
Me emancipo del oxígeno azulado que embotellas,
el que vendes como fuente de la eterna juventud.
Hago pedazos tus estándares de belleza, tu cúmulo de estrellas.
Me entierro sin temor alguno en un diminuto ataúd.
¡Renuncio, he dicho! ¡Me jubilo de esta vida!
No me importa ya si he llegado a su máximo esplendor.
Renuncio a ser Romane; a ver si ganas la partida,
que es un júbilo gigante hacerte digno perdedor.
(Nos vemos luego, vida. Tengo que tomar un avión)
Romane, fuera.
22 de Junho de 2018 às 22:07 0 Denunciar Insira 0Obrigado pela leitura!
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