Eran las 22:30 de la noche, caminaba por las calles de mi pueblo, calles de tierra, en donde se sentía la tranquilidad, al llegar a mi casa, abrace a mi esposa y salude a los niños, cenamos, en la conversación típica de sobre mesa, me dan una triste noticia, la señora Rosa, la abuelita de todos, vecina del pasaje, ella quien nos vio crecer, se encontraba enferma, al parecer solo era un resfrió, luego de una par de horas, en la madrugada se escucha el canto del Chucho, eso era todo, el destino de la señora Rosa estaba señalado por el cantar de esta ave. A la mañana siguiente, junto con la neblina llega la noticia, la señora Rosa falleció a eso de las 03:45 am., un gran pesar lleno a todo el vecindario seguido de una gran preocupación, ya que es sabido por todos que el Chucho al cantar siempre se lleva a 3.
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