Pedro puso la tarjeta en la ranura de la habitación del hotel para encender las luces, que permitieron ver una habitación funcional.
Sergio dejó caer su chaqueta al suelo, se apoyó en la pared y Pedro se le acercó para besarle apasionadamente sin dejar de mirarme. Veía las manos de Sergio tocar el cuerpo de Pedro y las manos de Pedro que recorrían el de Sergio. Yo había entrado detrás de ellos y me quedé inmovil sin acercarme a ellos en el pequeño pasillo que forma la entrada al baño en casi todas las habitaciones de hotel.
Una parte de mí me decía que no debía observarles tan descaradamente, pero no iba a apartar la mirada, había subido a la habitación justamente para esto.
Sergio se quitó por la cabeza la camiseta y dejó al descubierto un torso cuidado con músculos perfilados. Siguieron tocándose apasionadamente como si yo no estuviera al lado de ellos, Pedro seguía de espaldas a mí y Sergio me miraba fijamente achinando los ojos con cara de lujuria.
Pedro apartó ligeramente a Sergio y me invitó a acercarme con la mano. Me acerqué tímidamente, no sabía bien qué es lo que debía hacer. Había conocido a esa pareja esa misma noche apenas unas horas antes. Sergio me pasó las manos por la cintura y me atrajo a él para besarme el cuello. Poco a poco sus manos recorrieron mi cuerpo con delicadeza y yo solo apoyé mis manos en sus caderas, no me atreví a mover mis manos por su cuerpo. Pedro se situó a nuestro lado y Sergio iba buscando nuestras bocas alternando sus besos a Pedro y a mí.
Sergio me cogió una mano y la puso encima de su pecho y sonrió lascivamente. Yo estaba apoyada en su entrepierna y notaba en mi muslo el bulto que se le había formado en el pantalón.
Pedro se sacó también la camiseta. Los dos debían tener algo menos de 30 años, algo más mayores que yo que apenas había estrenado los 20. Seguimos los tres entrelazados, Sergio seguía besándonos apasionadamente y alternando nuestras bocas. Nos tocaba a los dos, parecía que había destinado una mano a cada uno de nosotros. Yo ya había dejado la timidez inicial y mi mano se movía entre sus culos y sus pechos.
Seguíamos de pie al lado de la puerta de entrada, no habíamos avanzado ni un metro en la habitación cuando Sergio se separó de nosotros y fue hacia la cama que ocupaba prácticamente todo el espacio de la habitación. Se sentó en el borde de la cama para quitarse los zapatos.
Pedro se acercó dónde estaba Sergio y se quedó de pie delante de él, que le pasó unas manos por la cintura y le besó la barriga mientras él le pasaba las manos por la cabeza. Pedro volvía a situarse de espaldas a mí, me pareció preciosa, ancha y ligeramente musculada. Sergio le desabrochó el pantalón y le pasó las manos para dejarlo caer al suelo, pensé que le haría una mamada allí mismo y me decepcionó cuando Pedro se sentó en la cama al lado de Sergio mientras se desabrochaba los zapatos y acababa de quitarse los pantalones. Sergio me miró y sonrió, invitándome a acercarme y yo obedecí mansamente. Me pasó sus manos por mi culo y con un movimiento preciso bajó la cremallera de la falda y soltó el corchete cayendo al suelo y pasó una mano por la cinturilla de las medias y me las bajó por debajo de las bragas y me arrepentí de no haberme puesto el conjunto blanco que me queda más sexi. Me sentía muy excitada notando mi coño mojado y esperaba que la humedad no hubiera traspasado la tela. Me besó también en la barriga, un beso húmedo y largo y me quedé de pie delante de Sergio sin saber muy bien que esperaban ellos dos que hiciera, asi que simplemente me moví para sentarme en la cama y aproveché para acabar de quitarme las medias y los zapatos. Estaba nerviosa aunque los dos chicos me daban mucha seguridad y tranquilidad. Me levante el top para mostrar el sujetador y quedarme como ellos dos que estaban con el torso desnudo.
Era la primera vez que me sucedía esto, nunca había estado con dos tíos y no tenía claro como acabaria la noche. Los había conocido en una discoteca esa misma noche. Yo estaba con unos amigos de la universidad de fiesta y me había fijado en Pedro que en ese momento estaba solo en la barra y me acerqué a él cuando fui a pedir una copa y nos pusimos a charlar. Era muy simpático y en un rato de conversación se acercó Sergio. Estuvimos charlando animadamente, desinhibidos por el alcohol y enseguida se hizo un buen clima en la conversación, aunque Pedro miraba mi escote sin disimulo, no hubo nada que pudiera presagiar lo que sucedería a continuación.
Fue Sergio que en un momento dado, me preguntó directamente si me gustaba Pedro. Toda mi seguridad se esfumó y traté de localizar por el rabillo del ojo a mis amigos por si se complicaba la situación, pero los dos me sonrieron cálidamente, tenían cara de buenas personas y nada agresivas. Como no contesté, me volvió a hacer la misma pregunta y sin escapatoria contesté:
— Me parece muy mono.
—¿Te apetecería venir con nosotros dos para tener sexo?— me preguntó Pedro que seguía con su copa en la mano, sonriendo muy tranquilo como si la pregunta no tuviera trascendencia.
— Te explico, nosotros dos somos pareja pero nos apetece poder tener sexo contigo. Es algo que hacemos de vez en cuando, eso da vidilla a nuestra relación.
— No sé... nunca lo he hecho —titubee, mirándolos sin saber muy bien que hacer y ellos esperaron mi decisión sin decir nada aunque no me senti presionada.
Los miré detenidamente, era una pareja de chicos muy guapos y respondí envalentonada con el alcohol y la música de la discoteca.
—De acuerdo ¿por qué no? — Dije sonriendo y levantando mi copa a modo de brindis y los dos sonrieron.
Pedro cogió el móvil y se apartó ligeramente de nosotros mientras buscaba un hotel por allí cerca a buen precio. Apuramos nuestras copas, me despedí de mis amigos y salimos los tres de la discoteca. Ellos dos se abrazaron al salir a la calle y Sergio me dio la mano mientras andábamos hacia el hotel.
Obrigado pela leitura!
Leída en un solo día. No es una historia típica, había leído varios tríos y relaciones poliamorosas, pero debo reconocer que ninguna tan variada y bien descrita. La he disfrutado. Es corta, concisa, con un ritmo adecuado y bien tratada la trama.
Lo único que veo acá es vulgar porno, si las reglas de inkspired dicen que está prohibido escribir contenido que solo busque excitar al lector esto es el paradigma perfecto, hay obras notablemente mejores como Drácula el remake de netflix, la prostituta de la mente, el amante de Lady Chatterley, pero esto parece el homosexualismo de 50 sombras de Gray, sacado de pornhub.
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