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Eric Rodriguez


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Fantasia Impróprio para crianças menores de 13 anos.
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El Cristal Azul

Capítulo 1 El cristal azul
Aqui empieza la historia de Glifo, un Héroe (por decirlo de alguna manera) que acaba de despertar en una cama de flores en la que yacía muerto, pero de alguna forma esta vivo, pero con un cristal totalmente blanco insertado en el centro de su pecho. Se levantó del suelo y exclamó: -¿Que me ha ocurrido? ¿Que diablos hago aqui?
Glifo decidió seguir andando hacia adelante, donde había un camino recto y con paredes decoradas con espadas clavadas en rocas con gemas incrustadas a su alrededor, en el final del camino había un hombre, bastante anciano por lo que se veia pero con cara de sabio. Glifo se acerco a el y le pregunto: -Disculpe caballero, ¿Que es este lugar tan lúgubre y tenebroso en el que desconozco su ubicación? Solo recuerdo mi nombre, nada más. A lo que él contestó: -Bienvenido, salvador. Te encuentras en la caverna de los olvidados, un lugar donde muchos humanos aparecen aquí precipitados a causa del destino, ese cristal que llevas atrancado en tu tórax es uno de los cinco cristales necesarios para poder evitar nuestro oscuro destino. Como puedes comprobar es totalmente transparente, llegará un momento en el que se te pondrá a prueba para ver si eres apto para salvarnos, si asi es, tu cristal se volverá de color azul, solo puedo contarte hasta este punto, ahora avanza sin mirar hacia atrás hasta llegar a un pueblo donde podrás equiparte y saber más. Buen viaje.
Glifo, sin mirar atrás ni soltar palabra alguna, se marchó corriendo hasta el final de la cueva, donde encontró unas letras que se veían reflejadas por la luz del sol en la salida de la cueva. Decian asi:
Pureza, instinto, maldad, confianza y espíritu.
Solo un cristal con esos requisitos será capaz de cruzar las puertas para la salvación entre este mundo de ilusiones que está unido con la realidad.
Glifo, con una mueca de sorpresa, abandonó la cueva para embarcar su aventura para descubrir que está ocurriendo.
Al salir de esa cueva inhóspita, había una colina muy empinada en la cual recorría un camino dorado que llevaba al pueblo que el anciano te mencionó. Glifo cruzo todo ese trayecto, al llegar a la entrada, se encontraba frente un portón enorme y decorado con cabezas decapitadas de animales, el guardián levantó la voz de forma imponente pronunciando unas duras y crudas palabras: -¿Otro ser que se aferra a su inevitable y trágico destino? ¿O acaso el anciano tiene fé en tí? El guardia vestía una armadura totalmente plateada y ornamentada con unos cubrehombros de piel, parecían ser de algún animal que Glifo desconocía. Glifo levantó aún más la voz y dijo: - ¡Abre ese jodido portón para que pueda entrar! Necesito saber que está ocurriendo, porfavor. - Esta bien, te dejare pasar, dirígete a la alcoba mas grande que hay y habla con el hijo del rey, Onyx, el sabra que te aguarda tu destino. Buena suerte.
El guardia abrió la puerta y Glifo decidió entrar, con cara de decepción, siguió las baldosas rosas que llevaban al castillo. Al llegar, vistes el edificio, conocido como la “Alcoba” del rey. La puerta gigante que daba lugar hacia el interior, no tenia vigilancia, los guardias estaban muertos, tenían una especie de vórtice en el pecho de color negro, abrió la puerta y vio a quien parecía el hijo del rey, Onyx. Antes de poder dar paso para subir los escalones que conducían al trono,el supuesto nuevo “rey” comentó: - Al final llegastes, salvador. Estamos en apuros, el tiempo se agota, los cristales se corrompen y la “gente” que queda acabará por extinguirse si no haces algo.
Glifo, sin articular palabra, se acercó a él y dijo con expresión de seriedad: -¿Que es el destino que me aguarda? Tengo muchas preguntas pero respuesta alguna no, aclarame todo esto, lo imploro. El hijo del rey se levanta del trono, con sus piernas temblorosas y cara marchita por una especie de enfermedad que le estaba aniquilando: -Se quien eres, eres Glifo, todo esto que nos rodea es una mera ilusión, nada de lo que ocurre repercutirá en la realidad, ese cristal que todos los seres corpóreos tenemos incrustado es nuestra alma, hay cinco almas que tienen un color designado, solo cinco, el resto son un cascarón vacío, y si eres el elegido, serás capaz de obtener las cinco y salvar todos los demás cristales. Sigueme y te seguiré contando.
Decidió seguirle, el hijo del rey toco una piedra que sobresalía de la pared que habia detras del trono, al accionarlo, se abrió un camino de escalones enormes e irregulares eran de piedra caliza y de los siglos de antigüedad que tenían pasaban factura en ellos. El hijo del rey con voz grave y floja decidió contarle el resto mientras bajaba con el héroe: -Soy Alfrid, el hijo del rey Onyx. Mi padre decidió fugarse del castillo, se embarcó en una aventura de la que nunca volvió, se dirigió a la llanura de la corrupción y como es evidente, fue corrompido por los seres que lo habitan. Ahora el es el poseedor del cristal de la Maldad, el más poderoso de los cinco existentes y el cual le debes arrebatar, se que no será una tarea fácil, pero tengo fé en tí.
Glifo y Alfrid llegaron al fondo de los escalones, había una enorme sala en la que se encontraban siete portales que conducen a varios lugares. Alfrid se cayo al suelo al bajar el último escalón, estaba agonizando, pero antes de ir al más allá, sin salvación alguna, expresó: - Glifo, coge la espada de los Eones, el espadón azul que hay en el final de esta camará y clavalo en mi cristal. Glifo, sin pensarselo dos veces, cogió el espadón y observó que tenía una ranura con forma de cristal en el centro del filo. Cuando volvió al lado de Alfrid, Alfrid replicó: - Yo tengo el cristal Azul, apuñala el espadón en el y luego apuñalate a ti mismo para tener el poder de mi cristal y el que abre el acceso a todos los portales, es el de la Pureza, y en los demás portales encontrarás los cuatro restantes. Decidió hacerlo, atravesó el cristal del tórax de Alfrid, haciéndolo pedazos y observando como el cristal de la espada se torno azul. Alfrid soltó su último estertor y dejo de respirar, un aura mágica recorría todo su cuerpo y se desvaneció como si fuese ceniza.
Glifo, empuñó la espada y la inserto con furia en su propio cristal, a diferencia de Alfrid, el suyo no se hizo pedazos, aguantó con fuerza la energía purificadora del cristal de Alfrid y se desmayó. Al despertar, observó el espadón tirado en el suelo y su cristal totalmente azul, funcionó, apenas podía moverse, yacía tumbado en el suelo, en el centro de la cámara, rodeado de portales. Repentinamente, uno de ellos empezó a abrirse y Glifo con ojos entrecerrados vio un ser que emergia de uno de ellos, portaba una túnica totalmente negra, de cabeza a los pies, se acercó a Glifo y exclamó: -Tu destino te aguarda, salvador, seré tu “Guia” en este mundo tenue y cruel, nunca sabras mi identidad, pero si que debes hacer para salvarnos, te daré energía y cuando levantes, debes dirigirte al portal que hay a tu izquierda, conduce al Bosque Podredumbre, debes encontrar al druida oscuro que posee el cristal verde, el del Espíritu y absorber su poder para acceder hacia el siguiente portador del cristal, el amarillo, referente al del Instinto. Buena suerte, nos volveremos a encontrar.
Fin del capitulo 1
21 de Fevereiro de 2018 às 14:00 0 Denunciar Insira Seguir história
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