lockzar Javier Valenzuela

Un pequeño relato de un chico depresivo que llega al quiebre una noche, después descubre que su entorno cambio pues en las calles merodean unos seres terribles.


Horror Todo o público. © Javier Valenzuela Rivera

#horror
Conto
0
7.0mil VISUALIZAÇÕES
Completa
tempo de leitura
AA Compartilhar

Ya estaba perdido de cualquier manera

Ya estaba perdido de cualquier manera. Hacía meses que mi pareja se había marchado, nada del otro mundo, solo diferencias entre los dos. La amaba pero que podía hacer yo, se había cansado de mí, sé que es mi culpa, la rutina me tenía consumido. Levantarme temprano para ir a trabajar poder rascar unas monedas cada día para poder mantener este penoso cuerpo que ni siquiera yo sabía si quería seguir manteniendo, para así en la tarde ir a un curso con la intención de superarme y tener una vida de lujos. Finalmente llegar a casa cansado con la única intención de jugar un poco en esa vieja computadora y ese repetitivo juego en el que llevaba años. ¿mi familia? Pues bien, todo normal veía a mis viejos padres una vez cada tanto; siempre fueron buenos, mas nunca fui muy apegado, no fui mal hijo, simplemente solitario, pero si los amaba.

Esa noche estaba cansado ya de todo, ya no podía más, si no lo había hecho antes fue por mis padres, no quería hacerlos sufrir; pero esta vez era especial, me sentía más solo que nunca; era esa soledad en la que sabes que realmente no lo estas, pues tienes personas que te aprecian, en mi caso mis padres y un par de amigos, pero que; aun así, te sientes tan solo que es insoportable. Sostuve un arma en mis manos (era la primera vez que lo hacía) estaba ebrio; no solía beber nada, pero no sabia que mas hacer, tal vez fue una mala decisión hacerlo especialmente hoy; llegue a un punto de quiebre en el cual apreté el arma en mi mano y puse el cañón en mi pecho directo en el corazón pues era en ese lugar donde se acumulaba todo el dolor y la soledad que sentía. Me quede dormido.

Desperté en la mañana, me despertó el ruido de afuera, vi el arma en el suelo y solo aparté la mirada pues solo quería olvidar lo que estaba haciendo ayer. Salí, me sorprendí al ver el caos, había personas atacando a otras, era tan raro ya que mi vecindario no era el “mejor” y a menudo se observaban pequeñas revueltas, más nada tan explícito. Pero de pronto todo parecía volverse más sombrío, pude ser testigo de como tres de esas “personas” devoraban frenéticamente a una anciana vecina mía, era una dulce viejecita que todos los días me saludaba al ir al trabajo mientras barría su portón, tenía medio año que su esposo había fallecido por lo que vivía sola, pero ellos no tenían consideración alguna, aquella mujer estaba consciente soportando todo, como desgarraban su torso para meterse en la boca lo que sacaban de ahí. Horrorizado hui como pude; estaba confundido, no sabia que ocurría. Fue un shock total; solo sabía que debía esconderme alejarme de todo, sentía mucho miedo, esas personas atacando a otras. No tenía a donde ir.

Mientras huía, contemple a vecinos y personas que solía ver en mi rutina atacando a otras personas, no tenía sentido ¿Por qué lo hacían? ¿Acaso es una pesadilla? ¿sigo durmiendo y esto fue causado por el alcohol? ¿esto es a lo que llaman “mal viaje”? pero eso solo es con las drogas ¿no? Finalmente pude esconderme en un edificio a unas cuadras de mi casa, era grande por lo que pensé que seria más seguro; entre por la parte trasera que se accede por un callejón, rompiendo una ventana y cayendo torpemente al otro lado, por suerte no me lastime. Escondido me puse a meditar en lo que había visto, fue horrendo algo que solo había visto en series, sentí estrés y desesperación ¿Cómo podría olvidar algo así? Haber presenciado la masacre de personas que veo a diario y todo eso hecho por otras personas que también conocía.

Pase varios días en ese lugar solo, por suerte no había tenido problemas, bueno aparte de no poder dormir (probablemente por el miedo) ¡ah! y el hambre; la maldita hambre de no haber comido nada en días me carcomía. Llegue a mi limite, tenia que salir a buscar algo de comer, si no lo hacía moriría de todos modos; algo hilarante pues hace poco estaba preparado para morir, pero esto era diferente, era como si un instinto me dijese “sobrevive”.

Sali por la ventana por la cual entre, pude ver a esas “personas”, parecían más tranquilas, tal vez porque no tenían un objetivo. Me movía lento pero seguro entre los edificios tratando de no alertarlos, fue agotador. He de aclarar que vivía cerca de un bosque en donde solían cazar, termine merodeando por el pues no quería arriesgarme a entrar a un edificio que estuviera lleno de esas cosas.

Vi algunos de ellos pasear por el bosque también, pero seguí evitándolos; no me iba a arriesgar. Pronto me tropecé con una trampa que probablemente había dejado un cazador despistado. En ella había un conejo atrapado parecía ya cansado de forcejear para liberarse. No estoy en contra de la caza, siempre y cuando no sea solo por diversión, que realmente sea para consumo y esta vez así era.

Volví a deambular en busca de comida pues aún seguía con hambre, tratando de ser cuidadoso. Eso me llevo a la ciudad que estaba junto al pueblo, no estaba muy retirado era unos veinte minutos en auto. Había muchos de ellos por las calles por lo que me escabullí en silencio. Así pasaron los días de edificio en edificio escondiéndome y buscando comida, pero sin obtener nada, otra vez estaba en esa situación, una nueva rutina, al parecer los hábitos son difíciles de quitar. Entre en un nuevo edificio, merodeando por ahí escuché un sonido en el segundo piso por lo que me dispuse a investigar. Subir las escaleras y volví a escuchar, era en una habitación en el fondo del pasillo; con miedo y curiosidad me acerqué, al abrir la puerta lo descubrí, Una chica.

Al parecer era solo una adolescente no tenía más de quince años, estaba de espaldas parecía golpeada y herida, nada de gravedad, pero se podía contemplar que había pasado por dificultades para llegar aquí. Estaba revolviendo cosas en el suelo, buscaba provisiones y cosas útiles, me alegré tanto de verla por lo que quise llamarla; al escucharme rápidamente se giró hacia mí, parecía nerviosa y de su bolsillo saco un arma, una pequeña pistola 9mm parecida a la mía. Yo levante mis brazos al frente en señal de que no tenía ningún arma, entonces apuntándome con las manos temblorosas apretó el gatillo golpeando un jarrón que estaba detrás de mi en una pequeña mesa de noche, sabía que era peligrosa pues estaba asustada así que me abalance hacia ella; de nuevo disparo, esta vez me dio en la pierna, pero ignore la herida, solo era mi pierna fue suerte que no fuera mi cabeza o algún lugar más importante. Pude llegar a ella entre un par de disparos mas que fallaron, no era una tiradora solamente estaba nerviosa y con miedo; era mucho más fuerte que ella por lo que sin dificultad la desarme y lancé al suelo, en ese momento pude observar la angustia y terror en sus ojos, entonces creí esbozar una sonrisa y pensé, por fin comida.

20 de Fevereiro de 2018 às 18:23 0 Denunciar Insira Seguir história
0
Fim

Conheça o autor

Comente algo

Publique!
Nenhum comentário ainda. Seja o primeiro a dizer alguma coisa!
~