A través de los instantes he visto el cielo mostrarse una acuarla de colores inpredecibles, tinta que se diluye en un espacio de infinitas probabilidades. Solamente pensar el cielo es volcarse sobre el infinito. Y en mi piel siento el infinito. Es solo pensar un instante volverse infinito, pese a cualquier adversidad, pese a cualquier inpedimento. El cielo es infinito como el pensamiento y la piel y todas esas cosas.
A veces pienso en el movimiento de la rueda, terrible instrumento de infinitas reverberaciones. Zotropo, cera de un megafono, movimiento de bellas olas en el firmamento, momento de visiones. Caleidoscopio de vivencias. Terrible eje de la tierra. ¿Cuántas veces hemos estado aquí?, ¿cuánto tiempo hemos estado aquí?
El firmamento y la rueda.
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