Eran las 2 de la mañana en el pueblo de Cantambria y en la sala de una casa alejada de la ciudad se encontraban tres personas, Dalia que era una hechicera, la pequeña Ana de 12 años quien siempre fue como una hija para ella y Juan que era el mayordomo de la mansion Roosbelde quien fue enviado a buscar a Ana por su tio el pintor David Lonnez.
En esa madruga Dalia y Juan discutian a precencia de Ana el hecho de que la pequeña no podia seguir viviendo alejada de la ciudad y que la validez del contrata había caducado, el mayordomo presento a la hechicera dicho acuerdo que hizo con los padres de Ana hace 12 años, en un silencio no menos de 2 minutos Dalia envia a la niña a su cuarto y alega.
_ No puedes llevártela, esta acostumbrada a mi, ese contrato es entre sus padres y yo.
Juan golpea la mesa, la ve a los ojos y exclama con ira.
_ Sus padres murieron hace 5 años, fueron envenenados !
Al pasar unos segundos Dalia se sienta, toma un poco de agua y asiente con la cabeza afirmando que sabe lo que les paso a los padres de Ana, el tiempo de validez del contrato y que sabia que el tio David vendría por su sobrina, sin mas de decir Juan ya un poco calmado se dirige a buscar a la niña para llevársela a la mansion Roosbelde.
En ese momento la hechicera se quedo en su asiento paralizada, no hizo nada, pero en su mente había un torbellino de pensamientos he ideas para luego recuperar a la niña en el caso de que en la mansión fuesen malos con Ana, ha pesar de que estaba apegada a ella no podía olvidar que todo fue un acuerdo el cual ha sido cumplido hasta la ultima palabra.
Al salir de la habitación el mayordomo se dirige al coche con la maleta de la niña, la hechicera se levanta de la silla y en la entrada de la puerta de la habitación ve a la niña llorando y le dice
_ Mi pequeña ya es hora de partir, te he preparado para este día no debe ser una sorpresa,para mi es fuerte dejarte ir pero créeme que siempre estaré cerca de ti.
Ana abraza a Dalia y le susurra al oido
_ Tengo los pinceles que diste
Al regresar el mayordomo interrumpe a Ana la toma de la mano, la monta en el coche y se dirigiré rumbo a la mansión Roosbelde en donde su tío la espera con ansias para conocerla.
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