El amanecer Seguir história

Una pareja en un viaje de vacaciones de semana santa a alguna laguna de México se cruza con un hechicero que les pone una prueba. Juan y Ana se vuelven sensibles a una realidad diferente donde ellos encontrarán una bella sorpresa. El viejo y la viejita son guías de este encuentro con lo divino de su propio ser. Sin darse cuenta Ana y Juan se vuelven sensibles a su corazón y a sus visiones de su conocimiento propio.

Escaleta

Antecedentes: Juan y Ana se encuentran con el viejo y la viejita en un viaje de semana santa

Arranque: El viejo y la viejita los embrujan causando una revelación que se desarrolla por toda la trama

Revelación: Juan y Ana despiertan a una realidad donde se muestran sus emociones.

Nudo:

a) Cada personaje muestra el problema que tiene (Juan se da cuenta porqué debe amar a Ana y Ana a Juan)

b) La realidad se vuelve tangible (son conscientes de la realidad social)

Peripecia: deciden amarse a pesar de todo. Sus problemas interiores y exteriores.

Climax: Descubren su pertenencia a la vida y su amor es cósmico.

Final: Despiertan y todo es normal, pero algo en ellos es diferente. Regresan de su viaje con nuevos retos y son amantes cósmicos.

Obra de teatro

ANA: 21 años.

JUAN: 23 años

UN VIEJO: 53 años

VIEJITA: 56 años

Época: actual

Lugar: Catemaco

Acto 1

Escena 1

ANA y JUAN están en la orilla del lago cuando, entra un viejo.

VIEJO: Qué a gusto se está en esta orilla y en este verano. (A Juan) Si entre tanto movimiento o tanta quietud tengo algo que decirte. Es un misterio la forma de nuestros pensamientos. ¿Qué los trae por este pueblo de brujos?

JUAN: Venimos a descansar, somos viajeros y hemos pasado por este pueblo.

VIEJO: Qué fortuna la suya de detenerse a contemplar un lago. La mente agradece los instantes de paz. (Aparte) He de decirles su destino y he de volverlos sabios, a pesar del dolor que esto cause. (A Juan y a Ana) Debo decirles algo.

JUAN: Habla viejo.

ANA: ¿Qué tienes que decir?

VIEJO: Todo en este mundo tiene una dualidad. Así como existe la luz, existe la obscuridad. Así existe el hombre y la mujer. Así existe el amor y la locura. Pero, no son tan diferentes, son una misma cosa.

(Sale el Viejo).

ANA: Qué confuso.

JUAN: Mejor vamos a descansar.

Escena 2

VIEJO y VIEJITA

VIEJITA: ¿Has dicho tu pensamiento? Nada que no sea tus sabios pensamientos es lo que deben escuchar nuestros grandes amigos ¿Por qué los has elegido a ellos? Son simples turistas en nuestro viejo pueblo.

VIEJO: Me encuentro todavía entendiendo por qué he dicho tantas cosas. Fue una revelación espontanea. De repente lo estaba diciendo y hay que terminar lo que uno empieza. Creo que van a tener mucho que pensar en este viaje que han emprendido.

VIEJITA: Ya lo creo, sus ojos percibirán el amanecer como aquello que nace en sus emociones. Cada día será un nuevo día y cada instante tendrán que pronunciar el nombre del amor si quieren regresar de este problema en el que los has metido.

VIEJO: Seré parte de sus sueños, seré el traductor del amanecer. Conocerán sus más profundos sueños. Eso es lo que uno debe hacer ¿no? Entenderse. Les he hecho un bien. Lo aseguro.

Escena 3

JUAN y ANA

JUAN: Creo que empezado a buscar una respuesta donde solo hay preguntas. Este lago me inspira grandes pensamientos que todavía no comprendo. Ana, ¿Qué piensas?, debo estar en otro mundo.

ANA: Siento que este lago es el comienzo de un viaje. Un viaje interior. Nada en él me parece cotidiano. Está lleno de algo que me hace soñar. Algo lleno de la magia de este lugar.

JUAN: Debo decirte que encuentro una sombra a está luz que ilumina el lago. Temo perder tu amor. Perder tu cariño. Temo a veces mi propia existencia.

ANA: La luz de este amanecer traerá a nosotros el valor para decirnos nuestro corazón. Tenlo por seguro.

Escena 4

JUAN y ANA

JUAN: Te veo y entiendo el porqué de mi existencia. No entiendo todavía por qué tengo en los ojos la visión de tu vida. Soy un hombre que entiende su existencia como un viaje que emprendimos juntos. Te entiendo como una visión que ha de desvanecerse. Ana, todavía no sé por qué estas a mi lado.

ANA: Te conozco como una visión y un increíble sueño que comparto con tus ojos. Este mundo está lleno de confusas direcciones. De súbitos encuentros con la luna. Tus ojos son como una melodía que todavía no sé escuchar. Dudo de ti. No te conozco si no me conozco a mí misma.

Escena 5

VIEJO, VIEJITA y ANA

VIEJO: creo que interrumpo momentos sagrados. Los siento llorar desde acá, mi casa. La viejita quiere decirles algo.

VIEJITA: Somos el existir del amanecer, si pronuncian el nombre verdadero del ocaso y el amanecer, serán capaces de amar sin reservas.

ANA: No creo lo que ven mis ojos. He encontrado la luz que guía el universo a su curso. Poco a poco veo en el hombre que amo a alguien en quien puedo confiar.

Escena 6

ANA y JUAN

JUAN: Debo de decir que el encuentro con el viejo me ha traído un poco de susto, no sé por qué me quedé pensando tanto tiempo lo que dijo. Me he quedado pensando que busco un lugar tranquilo dentro de mí. Todo lo que siento tiene un gran y profundo lenguaje.

ANA: Nosotros conocemos nuestra propia realidad a través de los sueños. He soñado tu rostro decir el canto de la luna, el astro metafísico que siento parte de mí. Te encuentro ahora decirme una canción que he querido escuchar toda la vida. Es como si tu voz fuera la voz que invoca los sueños.

JUAN: Tu misma tienes la voz del sueño de conocerme, eres aquello que necesito para entonar la música de la existencia. Te conozco en el sueño de esta vida. Nace en mí tu pensamiento y te reconozco vida, te reconozco aquello que veo en el eterno sueño de existir… Te encuentro parte de mí, de la forma en que el fuego es parte de la existencia.

Escena 7

VIEJO y JUAN

VIEJO: ¿Qué tanto ves en esa flor? ¿Qué te comunica? Sé que la belleza es parte de este universo, como lo es el canto al ser humano. Te esperan grandes cosas, pequeño. El amanecer es el conocimiento de tu canto. ¿Por qué no empiezas a dar un paso hacia ese mundo que sueñas con los ojos abiertos? Empieza a hacer real eso que tanto añoras.

JUAN: Iré a mí mismo. Caminaré hacia nuestro más profundo pensamiento.

(Arranca la flor y la lleva consigo)

Escena 8

JUAN y ANA

ANA: Veo el manto de las estrellas cubrir el pensamiento. Veo los árboles cubrir la tierra. Sé que cada paso cubre la existencia de bellas alegorías.

JUAN: Se marca la existencia del despertar. El juego que veo es un lugar común. Cada segundo pesa como un millón de años.

Ana: El fugaz instante que sucede es un sueño de los dioses. Ven, dame un beso.

JUAN: El paso de las horas nunca fue tan agradable. Veo tu rostro. Veo el cielo. No encuentro diferencia.

ANA: Dime, ¿dónde está ese sueño que tanto buscas?

JUAN: En tu mirada, seguro.

ANA: ¿Y, qué te detiene de encontrarlo?

JUAN: El temor a mí mismo.

Escena 9

VIEJO y VIEJITA

VIEJITA: Recuerdo cuando éramos así. Parece que fue ayer cuando por primera vez nos tomábamos la mano.

VIEJO: Qué hermoso.

VIEJITA: A ver, toma mi mano. (Viejo le toma la mano)

VIEJO: Todavía brillan las estrellas como aquella noche.

VIEJITA: Todavía canta el mar esas bellas melodías.

VIEJO: Todavía escucho el rumor del tiempo en tus ojos.

VIEJITA: Bueno, ya. (Se sueltan las manos)

ESCENA 10

ANA y JUAN

JUAN: Escucho un rumor antiguo en tus ojos, en el mar, en el viento y todo me lleva al infinito de tus ojos. Hemos de regresar ya. Nuestro viaje ha terminado. Nos espera nuestra familia y nuestros deberes.

ANA: Atesoraré este momento toda la vida.

Escena 11

VIEJO, VIEJITA, JUAN y ANA

JUAN: Hasta pronto amigos nuestros, que llegue su corazón a los más profundos pensamientos.

ANA: Continuamos nuestro viaje hacia nuestro hogar. Esperamos sus bellas palabras.

VIEJO: Hasta pronto. Ha sido un placer conocerlos. Espero, que el universo los llene de amor cósmico.

VIEJITA: Que vayan a la luz. Un hasta pronto.