lilizery LILI ZERY

"Los que no corren riesgos no apestan... no avanzan" Jungkook y Jimin son primos, acaban de concluir sus estudios y están listos para entrar a la universidad. hace 4 años su relación se vio afectada por el comportamiento distante de Jungkook, quien albergaba sentimientos no "puros" hacia su propio primo. Tras varias situaciones, su relación de amistad volvió a surgir, cada Domingo son obligados por sus padres a ir con ellos a la iglesia, Jungkook teme no poder ocultar sus sonrojos y latidos a causa de Jimin, quien últimamente vive con un humor insoportable, cada fin de semana Jungkook se enamora un poco más. ¿Será esta semana igual que las anteriores? ¿Podrá Jungkook valientemente hablar de sus sentimientos? ¿O será esclavo de la fobia y sumisión de las demás personas?


Fanfiction LGBT+ Todo o público.

#jikook #religión #drama #angst
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CREDO

— "...por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte para guiar nuestros pasos en el camino de la paz. Gloria al padre y al hijo y al espíritu santo, como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos, Amén. Pueden ir en paz" —traté de buscar a Jimin con la mirada pero ya no estaba entre las personas estancadas en las puertas, ya había salido. Le avisé a mi madre que iría a encontrar a Jimin recibiendo un asentimiento por su parte mientras ella iba hacia el padre y yo hacia la salida. No fue fácil encontrarlo, pues estaba recargado en la pared lateral de la iglesia, hacía ya varias semanas que se mostraba ido, siempre ha sido de las personas que guardan muchos pensamientos, pero eso ahora era peor, se perdía en su mente más frecuentemente.
—Park, ¿ya huiste? —traté de bromear a la vez que me acercaba, él solo sonrió sin que la sonrisa llegara a sus ojos.
—Sabes que mamá me obliga a venir con ella
—Lo sé, igual que a mi —nos miramos y sonreímos entrando en un silencio, silencio que fue roto por él.
—Si hicieras lo mismo que ellos tu madre se pondría histérica —no logré entenderle, no hasta que seguí su mirada y vi a un par de novios, la chica se dejaba abrazar por la espalda mientras el chico le repartía besos por ambas mejillas, tenía razón Jimin, mis padres siempre han sido conservadores, no les gustan las muestras de afecto en público, y mucho menos si vinieran de su único hijo
—Lo sé, pero mamá no es la que me preocupa, me preocupa más papá —Jimin me volteo a ver confuso
—¿Por? Pensé que con él tenías más confianza en cuanto a relaciones —pude sentir como mis orejas comenzaban a calentarse y mis palmas sudaban, si le decía lo que tantas veces había querido decirle, ¿él me aceptaría? ¿Le podré decir la verdad o lo seguiré ocultando? Me di cuenta de qué decisión tomé cuando inconscientemente le respondí
—Porque... —comencé con tono bajo y suave —...no creo llevar nunca a ninguna chica a casa, no de manera romántica —sus ojos se ampliaron en un gesto de sorpresa, seguido de su ceño fruncido
—No puedes no presentar a las chicas con las que salgas a tus padres —se me escapó una suave risa resignada a la vez que acababa mi confesión, sabiendo que posiblemente ahora Jimin me evitaría
—No, tienes razón, no puedo no presentarlas, a lo que me refiero es que ninguna persona llegará a casa con el título de mi "novia" —y dí la bomba final —por lo menos no una chica, y no creo adecuado llamarlos "novias" —el silencio duró tanto como el aleteo de las alas de una mariposa.
—Jungkook, ¿eres gay? —solté un pequeño suspiro a la vez que le sostenía la mirada
—Si Jimin-ssi, soy gay —aún si esperaba lo siguiente, eso no evitó el escalofrío que me recorrió al oír sus palabras
—Tal vez... solo estás confundido, no puedes ser gay, los chicos no gustan de otros chicos —lo dijo con tanta amargura y resentimiento que mis dientes castañearon un poco, me miró encontrándose con mis ojos fijos en él —estás enfermo —eso fue todo. Las palabras se derramaron en torrente tras su "diagnóstico"
—¿Creen designio de Dios a la unión de una mujer con un hombre, cierto?
—Es lo que nuestros padres nos enseñaron como correcto — respondió Jimin flojamente
—Pero no todo lo que ellos nos inculcan es bueno no cierto ni correcto Jiminnie —logré obtener de nuevo su atención, y casi creía obtener su afirmación, de no ser por lo que siguió
—No puedes cambiar una enseñanza que se te ha impuesto por 11 años Jungkook —dijo volteando a ver a las personas que seguían saliendo de la iglesia
—Por favor Jimin, no me digas que sigues al pie de la letra lo que el Padre nos dice cada Domingo, tú más que nadie ha hecho todo lo "incorrecto" desde los 16 ¿o es que acostarse con una persona diferente cada semana y sin ser nada es aceptado? Ellos lo ven como un pecado y sé que tal vez no sea bueno por el riesgo de embarazar a alguien a tu edad o contraer una enfermedad pero estamos en pleno siglo XXI Park, los tiempos cambian —él me quiso interrumpir pero seguí hablando —Tú sigues el trayecto que ya te forjaron ¿es la burla ir contra el resto? —Jimin me miraba cada vez más en desacuerdo.
—Yo estoy viviendo la juventud, tú dices que los tiempos cambian y lo sé, no soy un santo, Jungkook, pero yo me acuesto con chicas, no con otro chico como yo. No estoy enfermo —su voz denotaba desagrado, un desagrado rancio y arraigado tan pero tan fuerte que sin saber en qué momento, lo convertimos en una pelea verbal.
—Si, Jimin, yo al pecado enmendé, la manzana probé y ¿sabes qué? Declaro: culpable no me siento
—Jungkook, cállate, por favor no me quieras convencer de algo que yo veo mal, tal vez no te importe ahora pero cuando las personas hablen de ti y te dejen solo, sabrás que tienes que pedir ayuda, ese que estás eligiendo como camino no es correcto —una risa sarcástica escapó de mis labios y avancé un paso hacia él
—Si tu religión me manda ejecutor y si tu Dios no acepta otra forma de amor... —entonces lo comprendí, comprendí la amargura de sus palabras y el rencor latente, comprendí su esquivar de ojos, comprendí su miedo y sin embargo lo primero que dije fue — ...hipócrita —me gane su desconcierto y el pequeño silencio que se había instalado entre ambos expiró —En tu reflejo ¿Que ves Jimin? Tu mirada no va a cambiar y lo sabes, lo sientes, por eso tus fuertes palabras ¿no? El enfermo, el incorrecto, eres tú... has estado hablándote a ti mismo
—Kook, te lo pido sinceramente, callate y no digas estupideces
—¡Pero qué idiota he sido! —exclamé enojado —al fin entiendo tus razones de conquista cada semana con alguien diferente, sé que odias jugar con las personas y por eso no te entendía pero lo hago Jimin, lo hago; buscabas atracción, que una de esas tantas chicas te atrajera realmente para dejar de creerte "impuro" —mi voz comenzaba a aumentar su volumen pero no me importó — porque sabes lo que sientes y por quienes lo sientes... —sentí un fuerte tirón del cuello de mi camisa y después me vi arrojado de espaldas hacia la grava de la banqueta. Atónito. Así me encontré al levantarme y darme cuenta de lo que acababa de ocurrir, Jimin me había empujado.
—¡Yo no soy un maricón, Jungkook! —me gritó —¡No porque tú lo seas yo también lo soy!
—Jimin... hemos sido obligados a venir a misa cada Domingo desde que teníamos ocho, y me di cuenta de algo, tanto aquí como en las calles la sociedad trata de ocultar el peldaño de la libertad, siempre diciendo que debemos de seguir el camino correcto pero ellos mismos se engañan, diciendo que hay que ser honestos, humildes, libres de pecado y miralos, una sociedad corrupta, deshonesta, hipócrita ¿serás esclavo de su fobia y sumisión? —Podía ver la armadura de Jimin resquebrajarse, solo se necesitaba un toque, un puñetazo...
—No todas las personas son hipócritas Jungkook, pero ambos sabemos tanto para bien como para mal que los homosexuales no som-son bien vistos —solo un puñetazo
—Aquel hombre que satiriza a una mujer, aquél que habla golpe tras golpe, su juzgado aún lo considera un humano. Ahora compararlo con un hombre como yo, quien sólo por amar a otro blasfemado es —por favor Jimin, aceptame como soy y aceptate.
—Jungkook...
—¿Es malo encontrar persona a quien amar o solo está mal al mismo género amar?
—Kook... —su tono suave se volvió —no puedo —si tono se quebró —estás... estamos mal, estamos enfermos —dijo mientras negaba con la cabeza derrotado
—No, Jimin, no. Deja de tratar de encajar, no estás mal, no es enfermedad. Eres tú, ámate. No temas, que no te dobleguen. Aceptate —los ojos me escocían y soltaba suspiros pesados que se acumulaban en mi garganta impidiéndome hablar bien.
—Pero mi mamá, el abuelo, nuestros amigos nos tendrán pavor —seguía poniendo excusas
—Si al salir, las personas te alejan del resto y te apuntan, si por amar, tu iglesia rezará por tu eterno infierno, si tus padres y amigos te sueltan las manos, si te dan la espalda por creerte "insano" no temas Jimin. Aquí estoy, contarás conmigo hasta que yo muera, no te vas a deshacer de mí —reímos un poco —estaré a tu lado aún si caemos —aún si tengo que ocultarte siempre lo que me haces sentir. O tal vez no. Era consciente de que poco a poco me acercaba más a Jimin, pero no podía frenar mis pasos; él se dio cuenta pero no retrocedió... y eso me gustó. Supe que me estaba dejando llevar al momento de alcanzar con el dorso de mi muñeca su pómulo izquierdo, al sentir su calidez, esos pequeños vellitos de su rostro, entre-abrí mis labios dejando salir una leve respiración, masajeando su piel mi pulso comenzó a retumbar en mis oídos, las palmas de mis manos picaban y sudaban. Pensaba tener el control de mis sentimientos, pero parecía que los subestime, subestime a los escalofríos en mi espalda al sentirlo susurrar en mi oído cada domingo para evitar que nos escucharan en plena misa, subestime a mis sonrojos ocasionales cada que él y yo jugábamos pesado y terminaba uno encima del otro, subestime al brillo ocular que aparecía en mí al escucharlo hablar con tanta pasión de su música, subestime a los aleteos de mi corazón. Jimin estaba respirando suave pero pesado, su piel era febril a mi tacto, febril y sonrosada, sus ojos eran una suave caricia en todo mi rostro, sus pestañas aleteaban como si quisiera caer dormido. Era una aparición tan hermosa a mis ojos. Tan hermosa que al escuchar su voz solo logró complementarla.
—Jungkook... —se quejó con una queda voz ronca y llevó su mano hacia la mía que permanecía en su mejilla, su mano era tan pequeñita en comparación con la mía, dejándola cautiva entre sus gorditos dedos, sus callosidades causas del trabajo hacían deliciosos roces en mis nudillos, no podía soportar más, quería acercarme y acabar con el poco espacio que aún nos distanciaba, pero aún tenía autocontrol... autocontrol que se esfumó al verlo relamerse el labio inferior. Entonces me perdí. Me perdí en el denso deseo de querer probar yo mismo, de querer tocar esas pequeñas gemas rosas de su rostro, de querer paladear su dulzura, de querer sumergirme en aquel fruto. En aquel fruto prohibido que eran sus labios. Si ya me iba al infierno, si ya era un ángel caído... con gusto sería Lucifer. Barri sus labios una vez. Y luego otra. Y otra más. Él no se apartó, a los segundos me correspondió, aferrando mi mano prisionera entre la suya me acercó más a él. Abrimos nuestros labios a la vez y entonces el éxtasis explotó en nuestras bocas, la contracción cálida que sufrió mi corazón se extendió a mi espina dorsal mientras sentía las callosidades de su otra mano acariciar mi cuello. Ladeamos nuestros rostros para tener mejor acceso y entonces el beso pasó de suave a feroz. Sabíamos que debíamos parar antes de llegar al no retorno... pero no podíamos, no cuando ambos necesitábamos eso; ese reconocimiento de piel a piel, esa fina capa de culpa. Todos nuestros trozos de lo que pudo haber sido, de lo que pudimos haber tenido de no ser familia, todo con nuestro toque, en aquel momento se unió; nuestras lágrimas derramadas, cada insulto, cada mes, día, año, valió la pena para llegar a lo que éramos ahora, un alma en dos cuerpos, un alma rota. Con un último cepillado a sus labios me aparte dejando caer mi vista al suelo firme a nuestros pies, desasí mi muñeca de sus dedos y di un paso atrás atreviéndose a mirarlo. Él estaba tan perdido como yo, sus ojos desorbitados y sus labios hinchados eran la prueba de eso, al igual que su respiración forzada. Jimin estaba a punto de hablar, pero solo pudo abrir la boca ya que en ese momento su mamá se acercó a nosotros con la mago en la boca y los ojos abiertos ampliamente, casi llegué a preguntarle si sucedía algo, casi. Ella me abofeteó. Al parecer presenció todo.
—¡Que te sucede Jungkook! —me gritó ella —¡Tratando de guiar a mi hijo a tus impurezas! ¡Jesús! No puedo creer tener un sobrino enfermo... espero pronto tus padres tomen precauciones. Al auto ahora Jimin... tenemos que ir al dentista —y dicho eso se marchó, dejándonos de nuevo solos. Vaya contradicción. No me sentía furioso ni enojado, solo decepcionado, desilusionado, y me sentí peor al escuchar hablar a mi Jimin.
—Creo que es mejor que nos evitemos Jungkook y dejes de hablar de eso... si no quieres que ellos te internen —escéptico, así me sentía, pero logré soportar su mirada y mantuve la voz firme cuando hable.
—Prometo respetar tu decisión Park Jimin. Si ocultarte es lo que quieres adelante, si tú y el resto me ven como un insano pecador... —mi voz se quebró tantito, pero la traje de vuelta —...ya estoy acostumbrado. Pero que sepas que soy dueño de voz, no me engaño siendo otro y así me acepto —dicho eso recogiendo mis pasos regresé a las afueras del recinto, y por extraño que parezca un peso se fue alejando de mi. A cada paso que avanzaba, la presión en mi pecho que no sabía ni que estaba presente fue disminuyendo. A cada paso que daba más me aceptaba. Solo espero que te aceptes también a ti Jimin.
A cada paso surgía una nueva pregunta en mí: las futuras generaciones, la sociedad del futuro, incluso los niños de ahora que crecerán y se convertirán en adultos ¿Seguirá el rumbo de fobia y sumisión? ¿Creerán que las personas los aceptarán así?
Yo, al pecado enmiende, la manzana probé y siendo para ellos una blasfemia, me apuntaron, y recibí el disparo.
Me señalaron. Pero resistí, mis cenizas formaron otro yo, quien a las críticas burló, que no siguió el designio. Que continúa enamorado de otro hombre...
Y aún sigo de pie.
1 de Agosto de 2022 às 05:02 0 Denunciar Insira Seguir história
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