ivan_samuel_2337 Iván Samuel

Un mundo nuevo y desconocido. Humanos que juzgan a los que son diferentes. Una gran responsabilidad con la que cargar. Nuestro protagonista pasará por tantas cosas, odiara a tantas personas en su camino, pero, quien diría que luego lo daría todo por aquellos que odia luego de que el caos brotará desde el centro de la magia.


#76 em Fantasia #30 em Épico Todo o público.

#Misterio #suspenso #magia #inkspiredstory #amnesia
58
14.4mil VISUALIZAÇÕES
Em progresso - Novo capítulo A cada 30 dias
tempo de leitura
AA Compartilhar

CAPÍTULO 1

Me sentía realmente relajado, mi respiración era lenta y constante, el ambiente era bastante cómodo y acogedor, sin embargo, sentía que algo no andaba bien, pero, no podía pensar con claridad, quizás, me encontraba algo aturdido, ya que la verdad, no podía moverme o entender bien lo que estaba ocurriendo a mi alrededor, pero en ese momento realmente no me importaba. Con el tiempo pude pensar cada vez mejor y con eso pude darme cuenta de algunas cosas, como por ejemplo, que ni siquiera sabía en qué lugar me encontraba, y que cada pequeño movimiento era sumamente doloroso.

¿Donde estoy? abrí mis ojos asustado al darme cuenta de que no podía recordar nada, miré a mi alrededor en busca de cualquier cosa que luciera familiar, todo esto en vano ya que todo era desconocido, esto me desesperó aún más, mis latidos que una vez fueron tranquilos ahora se volvían desenfrenados, era como si mi corazón tuvieran la intención de escapar de mi pecho, la vulnerabilidad había ocupado el lugar de aquella sensación de comodidad, y todo esto solo se unía para dejarme con un profundo temor, a todo esto se le sumaba el hecho de que ni siquiera podía recordar mi propio nombre, y eso lograba hacer que cada vez me hundiera más en mi preocupación e imaginación perturbada. Ok, solo debo respirar, quizás si me tranquilizo pueda recordar algo, esto solo esta pasando por que recién desperté, debo observar el lugar un poco más, quizás esta vez si recuerdo algo. Me ocupé de observar un poco más el lugar en donde me encontraba, y una vez más, todo fue en vano, lo único que podía ver era una habitación normal, una cama en el centro y algunos muebles para guardar objetos, nada que me pudiera decir donde estaba realmente, una estúpida habitación que no significa nada, esto es perfecto.

Con el tiempo acabé rendido, me tranquilicé con la intención de que algún recuerdo volviera a mi mente, podría decir que funcionó de cierta manera, “Lucas Louis" ¿se supone que ese es mi nombre? Realmente no estoy seguro de ello, pero supongo que lo es, de todas formas ¿de que me sirve un tonto nombre en una situación como esta? exacto, para nada, no me sirve para absolutamente nada, así que, supongo que me quedaré aquí sin hacer algo, y la verdad, no es que pudiera hacer mucho, el hecho de parpadear ya me causaba problemas, sentía que cada párpado pesaba unos 200 kilos, si los párpados me causaban esas incomodidades supongo que no es necesario hablar del resto de mi cuerpo, cada músculo, por más pequeño que sea, gritaba de dolor con cada mísero movimiento, así que, no había nada que hacer, aparte de quedarme tirado en esta cama. Con el tiempo acabé llorando, no se como llegué hasta este punto, supongo que la impotencia y el pánico hicieron que finalmente llegara a ello.

Alguien abrió la puerta de la habitación, intenté correr pero no pude, no pude moverme, dolía, dolía demasiado, no pude huir, me sentía enormemente inútil, así que, hice lo único que sentí que podía hacer, cerré mis ojos con fuerza y solo esperé lo peor.

-oye ¿que haces? no intentes esforzarte, estuviste allí postrado por más de un mes, puedes lastimarte, tranquilo, no te hare daño pequeño.– una dulce voz resonó por toda la habitación, parecía una mujer, no sabía eso ya que anteriormente, por el pánico, no tuve el valor de mirarla a los ojos, en efecto, un cobarde. Abrí los ojos lentamente para poder ver a aquella mujer, volteé mi cabeza y ahí estaba, una mujer se encontraba parada a mi lado con una amplia y amable sonrisa, al instante y como si de magia se tratase, mi miedo se esfumó, aunque, las dudas aún permanecían en su lugar– estoy feliz de que hayas despertado ¿como te encuentras?– por más de que tenga un aspecto amable y encantador, no podía confiar del todo en la mujer.

-…– miré a otro sitio ya que no me animaba a hacer contacto visual, con aquello que me acababa de preguntar y por su forma de vestir podia deducir que era una enfermera, normalmente si hay una enfermera en un lugar es por que hay alguien enfermo ¿ese alguien era yo?, a pesar de ello, este cuarto en verdad no tenía ningún tipo de equipo médico, algo que no coincidía muy bien, pero algo si coincidía, me dolía todo el cuerpo, acaso ¿estaba enfermo?, no lo sabía, quería saberlo, pero no quería hablar con la mujer, ni siquiera, para obtener respuestas.

-Bien, veo que no me vas a responder, no hay problema, pero hazlo cuando puedas, es importante que lo hagas – Es interesante como ella nunca dejaba de ser amable, pero a pesar de ello, no le podía regalar mi confianza.

Al terminar de hablarme, la mujer me dio la espalda para después dirigirse a uno de los tantos muebles que había en la habitación, abrió uno de sus cajones, y retiró de allí algo que parecía ser instrumental médico, con que allí estaba la pieza faltante, entonces ¿estaba en una especie de hospital? Eso no era seguro, podía ser una enfermera que alguien había contratado para que viniera en donde me encontraba, pero en este punto aún era pronto para creer cualquier cosa. Al juntar todo lo que necesitaba, la mujer volvió en el lugar donde yo me encontraba, mientras más se acercaba, más rápido latía mi corazón, ya que a pesar que lo que llevaba en brazos parecía ser instrumental médico, realmente no sabía para que servía, no sabía que me podía hacer.

-Voy a controlar algunas cosas, no te preocupes, no será nada–no sabía que me estaba haciendo, colocaba cada aparato conectado a mi cuerpo para medir quien sabe que, estaba entrando en pánico, no tanto por el hecho de que me esté midiendo algunas cosas, sino por el hecho de que si me quería lastimar, lo podría hacer sin pestañear, de todas formas no podría huir, estaba totalmente indefenso, y si realmente quería hacerme algo malo, bien, ahí estaba, lo podía hacer, y eso, eso realmente me daba escalofríos– muy bien, termine esta parte, lo hiciste muy bien– estaba a punto de vomitar, el miedo hizo que las náuseas aparezcan, y esta vez, la sonrisa de la extraña enfermera no pudo ayudar en nada.

Salió de la habitación no sin antes despedirse amablemente, observé cada paso desde que se despidió hasta que salió completamente del lugar, un alivio, realmente un alivio, al fin después de varios minutos me podía sentir más seguro, quizás no sabía en dónde me encontraba, pero al menos junto a mi no se encontraba un desconocido, así que, de cierta forma era mucho mejor.

Mi sensación de alivio se esfumó a los pocos minutos, alguien había abierto la puerta del lugar, era la misma mujer de hace un momento, esta vez traía una especie de maletín pequeño.

-Hola de nuevo, volví por que me ordenaron tomarte una prueba de sangre– ¿una prueba de sangre? Eso no podía ser bueno, que me clavara en uno de mis brazos para poder sacar sangre, en definitiva no era bueno– Oh, tranquilo, solo será un pequeño pinchazo, no te preocupes, no dolerá– al parecer había visto mi cara de susto, intentó animarme, pero no funcionó para nada. La enfermera se acercó a una pequeña mesa que se encontraba a mi derecha, ahí colocó el maletín para luego abrirlo, mis ojos se abrieron como platos al ver la aguja, no se si era el temor del momento, pero realmente la aguja parecía más grande de lo que debería ser.

Mientras la enfermera se colocaba los guantes yo ya me encontraba temblando, estaba asustado, realmente asustado, quería escapar, saltar de la cama y escapar por aquella puerta, pero no podía, así que, solo me quedaba esperar lo mejor, la enfermera tomó la aguja, así que, cerré mis ojos con fuerza, pocos segundos después sentí un punzante dolor en mi brazo derecho, por la sorpresa y el miedo tome la mala decisión de mover mi brazo, no fue una acción muy consiente, más que eso, solo fue un reflejo, pero ese reflejo hizo que la aguja tomara un mal camino, y a consecuencia, terminó perforando mi vena, el dolor del momento era indescriptible, parecía que la aguja entera me atravesaba el brazo, nunca imaginé que una herida tan pequeña causaría un dolor tan grande.

-Oye, cuidado, intenta mantenerte lo más quieto posible o de otra forma terminaré lastimándote, ahora sentirás un poco de dolor por que debo mover la aguja, tu solo aguanta un poco– Espera ¡¿seria aún más doloroso?! Esta vez la enfermera no espero una respuesta y solo hizo lo que me había avisado, podía sentir como la aguja se movía de un lado al otro dentro de mi brazo, podía sentir como si en cualquier momento esta atravesaría mi piel, muecas de dolor eran visibles en mi rostro, y por esta vez, tuve que obedecer a la enfermera, intenté no moverme en lo absoluto, no quería sentir este dolor de nuevo– Listo, la encontré–de un momento a otro el dolor disminuyó, la mujer había encontrado la vena, y por suerte, recogió la sangre que necesitaba y retiro la aguja, al hacer eso solo pude lanzar un suspiro de alivio al saber que por fin aquel sufrimiento había terminado.

Tiempo después la enfermera se marchó, me dejó bastante tiempo solo, podía decir que eso me hacia sentir más tranquilo, pero la verdad, al mismo tiempo se sentía muy solo, además de esto, me urgía saber algo de mi vida, al menos, un nombre o un lugar del cual provenía, solo quería unas cuantas respuestas, pero para obtener respuestas, hacían falta preguntas, preguntas que no me animaba a hacer por el miedo.

Me había quedado dormido a las pocas horas de estar solo, quizás una o dos, pero el sonido de la puerta abriéndose me interrumpió totalmente el sueño, dos mujeres entraron con algo entre los brazos, cuando se acercaron más pude notar que lo que traían era una porción de una comida algo gelatinosa, no me importaba el aspecto, aunque me trajeran todo un restaurante no lo iba a comer, por más hambre que tuviera no lo haría.

Estas personas en definitiva no se rinden, ya habían pasado 2 días y seguían insistiendo en que tenía que comer o beber agua, también empezaron a mover mi brazos y piernas lentamente, supongo que querían que vuelva a moverme, con el tiempo la verdad ya no sabia que pensar, acaso ¿debía confiar en ellos? Era probable, eran las únicas personas que tenia, pero aún así, no estaba seguro de poder confiar en ellos, en todo caso, realmente no estaba seguro de nada.

19 de Abril de 2022 às 22:48 1 Denunciar Insira Seguir história
8
Leia o próximo capítulo CAPÍTULO 2

Comente algo

Publique!
Nenhum comentário ainda. Seja o primeiro a dizer alguma coisa!
~

Você está gostando da leitura?

Ei! Ainda faltam 3 capítulos restantes nesta história.
Para continuar lendo, por favor, faça login ou cadastre-se. É grátis!