kassie98 Kassandra denk

Cristalie Down siempre es observada con pena. Ella es una chica poco común, algunos dirían que carente de personalidad. A sus dieciséis años, debido a un problema familiar, debe trasladarse con sus abuelos. En casa de ellos, conoce un nuevo comienzo en el pueblo de siempre. Una vez más, las miradas de pena la persiguen y la gente habla de ella allá donde va, igual que cuando era pequeña. Pero Cristalie no tiene tiempo para eso. Después de todas las tragedias sufridas, ella deberá decidir entre ser valiente y dar el paso hacia lo desconocido, o simplemente quedarse de brazos cruzados entre que una fuerza desconocida destruye lo que conoce. En ese revoltijo de pensamientos y sentimientos, algunos importantes y otros incoherentes o sin sentido, decidirá también si amar o dejarse vencer por el miedo.


Paranormal Todo o público.

#amor #guerra #diablo #paranormal
0
491 VISUALIZAÇÕES
Em progresso - Novo capítulo A cada 30 dias
tempo de leitura
AA Compartilhar

Prólogo: El momento en que mi vida cambió

Murió.


Pero no fue una de esas muertes bonitas, una de esas muertes en las que los cadáveres se ven como si aún estuvieran muertos. Aquello no era una película. Igual que mi vida desde entonces no lo ha sido.


En aquel momento, en el instante en que la mano de mi madre dejó de agarrar la mía, y vi sus ojos sin vida, lo supe, supe que nunca volvería a abrirme. Yo solo tenía diez años. Mi único contacto con la muerte habían sido las películas de Disney.


Yo creía que la muerte era hermosa, algo de lo que se podía regresar. En ese mismo instante, mi realidad cambió.


Y ahora, seis años después, asisto al funeral de mi padre.


Mi padre carecía de carácter. Ahora que lo pienso, estoy sorprendida de que aguantase seis años después de la muerte de mamá.


No sé si lo hizo por él. No sé si lo hizo por mí. El caso es que aguantó seis años, y las cosas nos iban cada vez peor. Y él estaba cada vez más deprimido y hacía cada vez menos. Y yo aprendí a ser mi propia madre, a base de prueba y error.


Y ahora, viendo el cuerpo sin vida de mi padre por última vez, viendo su ataúd, me pregunto a mí misma: "¿Qué será de mí?"


Con los ojos empapados en un llanto que no comprendo, porque apenas lo conocía, suspiro y miro a mi alrededor, más asustada que otra cosa. Acaba de empezar el verano, el curso que viene voy a bachiller y ya puedo ir mandando a tomar por saco mis sueños de universidad si no hago algo con esto y pronto.


Y entonces, sucede lo último que espero. Mi abuela se acerca y me toca el hombro.


-Cielo - me dice - tú abuelo y yo queremos que te vengas a vivir con nosotros.


Y como tampoco tengo más opciones, asiento. Al menos tendré un techo bajo el que guarecerme y gente que me quiere a mi alrededor. Incluso si se puede decir que conozco menos a mis abuelos que a alguien que pueda vivir en Australia.


Las pocas veces que hemos hablado yo era una niña pequeña, y los recuerdo como gente cariñosa y muy culta en cuestiones de tradición. Pero nada más. Lo único que recuerdo con ellos, y me sorprende recordarlo debido a mi corta edad, son unas cuantas oraciones y una comida.


Y nada más. Al menos, sé que tendré tiempo para conocerlos antes de que comiencen de nuevo las clases. Y como viven relativamente cerca, seguiré yendo al mismo instituto, algo que me alivia. No quisiera tener que separarme de Lana.


Aunque algo me dice que no debería confiarme. Me pongo alerta en la medida de lo posible sin levantar sospechas. Es decir, sería un poco raro empezar a hacer taekwondo o kárate (o ambas) en mitad del funeral de mi padre.


Asustada, aguzo el oído. Pero no ocurre nada.


El tiempo corre más deprisa de lo que espero, y antes de lo que creo, me encuentro en la mansión de mis abuelos, incluso si pensé que todavía estaba en el cementerio.


Lo atribuyo a que mi mente erraba por pensamientos incoherentes y simplemente miro a mi alrededor.


Yo sabía que mis abuelos vivían entre lujos. Mi padre me la había dicho varias veces, cuando aún estaba vivo.


-¿Te pasa algo, mi niña? - pregunta mi abuela amablemente.


Niego con la cabeza, y casi como para demostrarlo, tomo otra cucharada de la sopa distraídamente. Me asusta lo mucho que me empiezo a parecer a mi padre. Él también comía así, distraído. Aunque él siempre estaba así, hasta cuando hablaba conmigo parecía estar ausente, como en otro lugar.


Tras pedir permiso, me levanto de la mesa y me dirijo a la habitación que uno de los criados me indica que es la mía. La mansión es muy grande, y hay algo que me aterra en todo esto, pero antes de sacar conclusiones descabelladas, me doy cuenta de que estoy divagando de nuevo.


Y para reafirmarme en mi nueva vida, digo las palabras que la cambiarán.


-Soy Cristalie Down. Tengo 16 años y vivo con mis abuelos. Mi madre ha muerto. Mi padre se ha suicidado. Ahora vivo con mis abuelos. Hoy, 7 de julio, es el día que mi vida a cambiado. Hoy, 7 de julio, mi vida cambiará para mejor.


Soy Cristalie Down. Vengo de un linaje de guerreras, y nada ni nadie va a pararme. Esto es solo el comienzo.




23 de Fevereiro de 2022 às 21:41 0 Denunciar Insira Seguir história
0
Leia o próximo capítulo Capítulo 1: Una mansión y un libro misterioso

Comente algo

Publique!
Nenhum comentário ainda. Seja o primeiro a dizer alguma coisa!
~

Você está gostando da leitura?

Ei! Ainda faltam 1 capítulos restantes nesta história.
Para continuar lendo, por favor, faça login ou cadastre-se. É grátis!

Histórias relacionadas