melisa-cabrera1645468852 Melisa Cabrera

Sigue la vida de Eliza una chica la cual murió en extrañas circunstancias y de como se enfrenta al peligro que se encuentran ocultos en las sombras de la sociedad y de lo que se encuentra más allá de los umbrales de la muerte.


Paranormal Todo o público.
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La hora de la muerte.

No se sabe cómo Elisa murió, ella era una niña tranquila, a tan corta edad se hacía cargo de sus hermanos menores en ausencia de su madre; su padre los había abandonado cuando nació el menor de los hermanos, supongo que por los asuntos de los gastos y el dinero puesto que no era de discutir mucho con su esposa.

Bueno, regresando al tema Elisa tenía 12 años a penas, recién cumplidos, era alegre y muy inteligente, pero un día eso empezó a cambiar; sus notas en el colegio ya no eran las mejores, gritaba a sus hermanos e incluso había matado al perro de la casa con la excusa de que hacía mucho ruido en las noches y no la dejaba dormir.

Su madre la desconocía y le preocupaba pero no hizo mayor caso e intentó echarle la culpa de su comportamiento al crecimiento, alegando que la etapa en la cual se encontraba era difícil en especial para una niña con tantas responsabilidades.

Una noche Elisa deambulaba por la planta baja de la casa con un cuchillo en sus manos y vestida únicamente con una bata blanca, algo maltratada y manchada con unas pequeñas gotas que parecían sangre, descalza atravesó el comedor, las viejas tablas del suelo rechinaban con su disimulado andar, a media luz la casa, apenas se notaba su presencia en el silencio de la madrugada; subió las escaleras, Elisa permanecía con un rostro inexpresivo y una mirada ausente, congelada y oscura como el vacío profundo de un pozo de agonía ubicado en el medio de la nada.

Elisa seguía subiendo por las escaleras, los cuadros de las paredes caían a su paso y una brisa cortante movía su pelo y su vestido de manera espectral.

Por fin había llegado al segundo piso, sus pasos titubeantes la acercaban cada vez más a su destino. Primero fueron sus hermanos; después de un instante de desesperación yacieron entre sus sabanas ya no tan blancas, los había apuñalado más de una vez de forma frenética, ahogando sus gritos de agonía con las almohadas esas mismas donde durante mucho tiempo apoyaban sus cabezas durante el sueño nocturno. Elisa sonreía, su cabello podía ocultar su rostro y sus ojos pero no por completo, siempre dejó ver aquella sonrisa perversa y de satisfacción la cual al igual que la poca luz de la casa desapareció por completo después de unos minutos.

Elisa salió de la habitación una vez más como alma en pena que se lleva el diablo. Se encontraba a los pies de la cama de su madre, ahí permaneció hasta que su madre advirtió su presencia entre sueños todavía, su madre despertó, inquieta preguntó:- Elisa eres tú- como era de suponerse no hubo respuesta, Elisa dio unos pasos, acercándose un poco más a ella; su madre intentó encender la luz, lo cual le resultó totalmente imposible, solo la tenue luz de luna que la ventana permitía entrar le dejaba ver apenas la silueta de aquello que parecía su hija.

Elisa se sentó en la cama y con una extraordinaria calma dijo:- madre mis hermanos han muerto- la madre entre asustada y sorprendida se levantó de inmediato y corrió hacia la puerta pero antes de llegar Elisa con aquel cuchillo la envistió con una herida mortal, la madre calló al suelo, ella no entendía lo que sucedía, al parecer ya no, no iba a tener tiempo para hacerlo; Elisa se sentó sobre ella y continuo introduciendo el cuchillo en su cuerpo una y otra vez, sin piedad ni remordimiento, una estrepitosa carcajada resonó en cada rincón de la casa, su madre estaba respirando por última vez mientras Elisa saboreaba del filo del cuchillo de la sangre de quien le había dado la vida.

El reloj daba las 3:20 am, Elisa se levantó, las pequeñas manchas que una vez estuvieron en su bata habían desaparecido cediéndoles su lugar ahora a una hermosa y enorme mancha de sangre.

Bajó las escaleras, esta vez se notaba la impaciencia en su andar, abrió otra vez una puerta y continuo bajando, se detuvo frente a un enorme armario en el sótano de la casa, encadenado y olvidado por todos, allí se encontraba ella; Elisa había muerto y nadie en la casa se había dado cuenta de cuando lo hizo, aquella a la que veía su madre y sus hermanos ya no era ella, sino un fantasma atormentado, lo único que quedaba de Elisa.

Continuará…

Melisa Maura.

21 de Fevereiro de 2022 às 19:13 0 Denunciar Insira Seguir história
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