Abigail es una mujer de recién 20 años, ella como muchas mujeres en el mundo, desea llegar al éxito, vivir de lo que ama y no depender jamás de otra persona para ser feliz, vivir en un mundo que aunque es cruel, también es maravilloso y mágico.
Ella nació en Chiapas, un lugar complicado para una mujer hoy en día. Ojala pudiera decir que el machismo forma parte del pasado como la peste, pero lamentablemente, hablamos de un lugar del mundo, en el que todavía hay muchas cosas que cambiar. Abigail desde que era una niña, sufría el maltrato y subestimación de su familia, en especial de su padre, quien determinantemente le prohibió hacer lo que ella más amaba, fotografía.
Aunque venia de una familia pobre e ignorante, se las arregló para aprender lo que podía en los libros de muestra en librerías, y todo lo que leía, era como si su cerebro escaneara cada palabra. Aprendía todo y no olvidaba nada, es muy inteligente, y aunque en ese entonces solo tenía ocho años, amaba aprender, no obstante, no fue a la escuela hasta que cumplió doce. No solo pasaba gran parte de su día leyendo libros de enciclopedia, también amaba los cuentos, y había uno especial, que hablaba sobre una mariposa.
Ese ser de alas color melocotón, luchaba por vivir y encontrar su lugar en un mundo lleno de adversidades… de un mundo, que quería verla muerta. Pero la mariposa no se daba por vencida y seguía su camino hacia la felicidad, pero en su camino, encuentra una oruga moribunda a punto de ser engullida por depredadores despiadados a su alrededor. La mariposa duda un momento en intervenir, pero su espíritu noble la lleva a rescatarla, pero lo difícil viene cuando intenta ayudar a la oruga, pues ella estaba muy lastimada, no físicamente, si no en su alma, y esas heridas, no se curarían fácilmente. Entonces, aquella mariposa descubre que su destino siempre fue hacia la oruga, que sin esperarlo, era su alma gemela. Y con el tiempo, de una criatura sin esperanza de sobrevivir, se convirtió en una mariposa tan hermosa y galante como su salvadora.
Fue un antes y un después desde que encontró esa historia, porque casi sentía, que esa mariposa, era ella. Que en algún lado del mundo, existía una oruga que necesitaba su ayuda.
Y esa desafortunada oruga, en realidad si la estaba esperando… en sonora.
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