zaku-bustamante1622178861 Mr. Shio

Esta historia trata sobre alguien que perdió la memoria y se volvió un hombre nuevo, pero dentro de el, el fantasma de quien fue, aun esta vivo


Conto Todo o público.

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capitulo 1

Como cada día despierto antes que salga el sol, le doy un beso a Laura, mi esposa y salgo a hacer ejercicios, luego de 1 hora regreso a casa y mientras ella prepara el desayuno me baño y me alisto para ir al trabajo. El café por la mañana huele delicioso me digo a mí mismo mientras termino de lavar mi rostro, todo sería genial en mi vida de no ser por el pequeño problema que la persona que se mira al espejo no soy yo.

Hace 10 años mi vida cambio por completo. Faltaban pocos meses para terminar el cuarto de secundaria y aunque nunca había destacado por nada en particular pude conseguir una cita con Miriam, la chica más guapa del colegio. Aquel día estaba nervioso, pero mientras caminábamos y antes de que pudiera decirle algo ella se me confeso, la lleve a su casa de la mano y nos dimos nuestro primer beso, regrese con la confianza de quien había logrado escalar la montaña más alta. Estaba tan distraído en mis pensamientos que no me di cuenta de que ocurría un delito cerca de donde estaba. Cuando reaccione alguien corría en dirección mía, lo último que recuerdo es a un tipo sacando un arma y apuntándome, luego de eso sentí un golpe y de ahí todo fue silencio. Según escuche estuve un par de semanas en coma.

Un día al fin pude abrir los ojos, lo primero que vi fue a mi madre al pie de mi cama, ella lloro al verme despierto, poco después llegaron doctores y enfermeras. Cuando ellos empezaron a hacerme preguntas yo traté de responderlas, pero me era imposible soltar alguna palabra, y fue en ese momento que lo oí por primera vez. Una voz que venía de mi interior respondió a los doctores diciendo –¿Quién soy? -

Según los doctores, tuve una perforación en el cerebro producto de una bala, debido a esto mis recuerdos se habían visto afectados, lo que nadie podría imaginar es que por alguna razón mi personalidad seguía viva dentro de mi cuerpo, pero sin ningún control de este. Fue difícil aceptarlo, aunque con el paso de las semanas entendí que la situación en la cual me encontraba no era una situación estacionaria, sino posiblemente algo permanente. Durante algún tiempo luche e intente de distintas maneras recuperar el control de mi cuerpo, pero con el paso de los años me di por vencido. Además, aprendí que la persona que ahora ocupaba mi cuerpo no era mala … durante estos años en los que fui solo un fantasma, el fue un gran hijo y un mejor estudiante de lo que quizá yo hubiera podido ser. Poco a poco acepté ser solo un espectador de la vida que pude haber tenido y esperando cada día poder quizá simplemente desaparecer como un recuerdo ya obsoleto.

El horario de mi trabajo terminaba a las 6, luego de eso solía ir caminando a casa. Un día mientras caminaba de regreso, una bella mujer se acercó a mí, al principio no pude reconocerla, pero luego de escuchar su voz la reconocí perfectamente, era Miriam estaba tan bella como siempre. Aunque la persona en mi cuerpo solo compartió un año de colegio con ella pudo recordarla también y luego de conversar un rato le acepto ir a tomar un café para conversar un poco mas y ponerse al corriente.

Nos sentamos frente a frente y hablamos de los viejos tiempos. La mayoría de las cosas que Miriam contaba supongo que la persona en mi cuerpo no las conocía, pero trataba de disimular con una que otra sonrisa. Luego de un rato antes de que termináramos de comer ella me pregunto si recordaba algo antes del accidente, el respondió que no, pero aunque yo era solo un fantasma, la recordaba cada día desde el accidente y moría sentir el calor de su mano una vez más. Ella de repente se sorprendió. No entendía la razón de su sobresalto pero cuando miré lo que había pasado, vi que mi mano había tomado la suya. Por primera vez luego de tantos años había podido moverme a mi voluntad. Mi cuerpo se paró, se disculpó con ella y salió del lugar después de dejar su parte de la cuenta.

Durante toda la noche recordé ese momento, sentir el calor de su mano… volver a sentir era algo que pensé jamás volver a experimentar.

A la mañana siguiente la rutina se repitió como siempre. Pero algo era distinto al tocar las cosas podía sentir lo que mi cuerpo sentía. Entonces empecé a probar hasta donde podía llegar y poco a poco pude controlar más acciones. Estaba feliz, al fin podría salir de esta cárcel y hasta quizá podría recuperar mi vida. Pero lo que para mí eran pequeñas victorias para mi cuerpo eran motivos de preocupación. Laura estaba consternada pues mientras más acciones realizaba yo, más errática se volvía la persona en mi cuerpo. Esas semanas fueron de muchas visitas a distintos especialistas sin que ninguno entendiera por lo que estaba pasando.

Cada día que pasaba era una nueva meta para mi, un pie que se movía, una letra que escribía, una canción que silbaba. Una noche al fin pude conseguir dar un par de pasos con mi cuerpo, pude sentir el control total de mi cuerpo sentía el latido de mi corazón y el frio del piso en mis pies, pero aunque para mi era una alegría no era igual para mi esposa, Laura lloraba aterrorizada al verme caminar torpemente, entonces fue cuando me miré al espejo y entendí la razón de su llanto y su miedo, mientras caminaba mi cuerpo parecía un títere mal articulado, tenía la cabeza hacia un lado, la mirada perdida y la boca colgando, mis manos lucían rígidas y temblaban junto con cada paso que daba, en este estado realmente parecía una criatura salida de alguna pesadilla . Ella se arrodillo y empezó a preguntarme que es lo que me pasaba, luego empezó a gritarme y decirme que estaba loco, que estaba enfermo.

Pero yo sabía que no lo estaba, estaba harto de ella, harto de sus gritos y harto de su mirada de asco, quería ser libre y mas que nada quería que se callara, quería que mis pulmones se llenaran de aire para poder gritar, gritar hasta no tener mas voz, y en ese momento… sentí como de mi boca escapaba el mas sublime de los sonidos, al fin pude gritar, y grite lo que guarde durante 10 años, grite hasta no tener más gritos. pero entonces me di cuenta del horrible escenario que había provocado, Laura yacía tirada en el suelo con los ojos hinchados y el cuello roto, mis manos aun la tomaban con furia entre mis dedos, yo la había asfixiado. luego de eso hubo silencio y mi cuerpo… dejo de moverse.

Hoy vivo solo en el cuarto de un centro de salud mental. Aun no sé qué habrá pasado con la persona que habitaba en mi cuerpo al parecer simplemente desapareció. Ahora me siento en una esquina y miro la misma pared, hora tras hora, y día tras día. Siento que sigo siendo un espectador, pero ahora de un cuerpo vacío y un mundo en silencio.

28 de Maio de 2021 às 05:52 0 Denunciar Insira Seguir história
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