TU CORAZÓN EN MÍ 心脏 •yoonmin• Seguir história

Os encontraba frente a mi posición, era un hotel al que diariamente iba. Vuestro caminar en la acera vacía y en las esquinas que mi vista apenas veía. Os descubría en el oxígeno podrido que a mis pulmones llegaba, en cada rincón de esta lóbrega habitación, sobre la asquerosa cama en la que dormía.

Caminabais en direcciones distintas, en mis pensamientos vuestras huellas desesperadas nacían y, en mis más lujuriosos sueños, usted creaba una realidad distinta; no había otros orbes que me hipnotizaran, otra sonrisa con la que me contagiara.

¿Era aquel gesto dirigido a mi persona?

Oh, bello demonio disfrazado de ángel, o quizás solo un ángel ansiando pudrirse en el infierno que soy yo.

Rememoro aquel momento, el día en que atado al brazo de ese asqueroso muchacho, levantasteis la vista.

¡Oh! Mirada más hermosa no he visto, universo estrellado, coqueto aleteo.

De vuestro nombre soy deseoso en saber. Pulcra melifrua posión, dueño de quién he caído en amor.

Mi necesidad es por vos, como vuestro corazón es necesitado de mi protección.

Mío os había sabido casa día, atado a la mano de algún nuevo don nadie, entonces nuestras miradas se encontraban y sentía que la tocaba, pero no lo hacía.

Maldito cristal que nos separaba, maldito espacio que sobraba.

Vuestras profundidades circulares mostrándo el infierno en que que caigo tan profundo.

Usted es deseoso, tan suntuoso.

En las noches le lumbrosas de mi habitación, el placer sería efímero en un acto de soledad, pero mi corazón me jugaba estragos y mi dermis capaz de sentir vuestra dermis tan vivaz. Mi existencia usted la recorría y entre las sábanas empapadas por usted me deshacía.

¡Oh, soledad! ¿Podrías invitarlo una noche? Solo una noche necesitamos.

Al observaros todos esos días, deseando tomar un lugar que me corresponde, fuerte mi deseo de ser quien admire los orbes profundos de la perfección, quien rebote en vuestros pomposos belfos y toque aquella canela tez ¡Oh! Cuanto quisiera yo ser quien recorra toda vuestra anatomía, quien se hunda tan profundo, quien oiga el sonido de los ángeles cantar sin salir de tí.

¡Park Jimin! A usted se dirigió, pues el demonio que yo conocía, él no lo hacía. Os desechó y veloz se marchó.

¿Por qué lloras? ¿Eso es lo que eres, amor?

Tu vista volvió a tocar la mía, y esta vez lo pudiste saber. Me pertenecías.

No existía varón en la penumbra de la noche, el tiempo volviose bufón nuestro, días fueron los que solo os vi, solo mirando hacia mí.

¡Oh, querido! Acercate más, solo un poco más. No hay temor, no hay razón para dar marcha atrás. Pero te lo aseguro, la curiosidad te va a matar.

Pequeñas mentiras, una puerta rechina su apertura y usted, usted brillaba frente a mí.

― ¿No me tienes miedo?

― No hay nada que temer.

Hago frente a las explicaciones, amor mío. Sobre vuestra piel una capa roja vi y de entre mi piel un monstruo energía.

¡Oh! Desgarrasteis vos mis prendas, perforasteis mi nívea piel, corroeisteis mis labios hambrientos y fuisteis suave al tacto del pétalo de una flor.

Vuestro camino trasasteis, desplazasteis vuestro cálido músculo por sobre mi cuerpo, y lograsteis hacerme conocedor del bengisu de vuestra pasión.

¡Paraíso!

Comprobado fue por mí, vuestra boca sedujo guerreros y vuestro cuerpo una guerra ganó; amor mío, amor de mi vida. Mostraos desnudo en cuerpo y alma, sin presiones ni tapujos; déjadme succionar la dulce miel de tu vida, saborear el camino hacia mi infierno.

Dulce delirio de mi cordura, el punto máximo ha llegado, el momento de crear un coro con tu voz. El momento de llenarnos de placer y unirme a ti por la eternidad, tu eternidad.

¡Oh! Amor mío. Entonemos nuestras voces al unísono, dejemos que el ruido exterior vuele a nuestro alrededor, clamor que no tendrá más existencia en vuestra vida.

Dime, dulce delirio ¿Por qué hay sorpresa en vuestros ojos? Dime, dulce deliro ¿Mi advertencia la puedes sentir real?

¡Oh! Amor mío. No sos para mí, pero yo soy para vos. Dejad de expulsar dolor de sus botones estrellados, deja de luchar contra mis deseos. Ámadme como yo lo hago con vos, pero no me deseeis al punto en el que yo lo he hecho.

Una gota de sal cae sobre mis papilas, mi cuerpo ha corroído dejando exitado cada sentido. El dolor en vuestros ojos lo siento yo en mi alma, silencio, amor mío: ya ha alertado a tantos tu llanto.

― Po...por favor.

¡Oh! Deslumbrante súplica, cumplidos son vuestros deseos, del cuerpo en busca de experiencias nuevas, querido, yo sé lo que realmente pensais, yo sé que lo deseais. Más hermoso se vuelve en el cantar, mientras el rojo escarlata recorre ambas dermis.

¡Oh! Afrodisiaco son los golpes en vuestro pecho, golpes que exclaman por más de mí. Sos único e irreal, delirio mío, ¿a quién más le hubiera esperado el corazón para el final? Cantad para mí, cantad hasta tu último suspiro, cantad aún si divisarme no podrá.

¡Oh! ¡Maldito delirio! ¡¿Cómo pudiste hacerme esto?! ¿Cómo pudiste silenciarte en mi momento de afección.

Maldito delirio, infinita decepción.

No más os pertenezco, pero vos siempre quedará en mí, os sostendré por la eternidad que me resta y sabré que los días en velo supieron valer la pena.

¡Oh! Maldito delirio. Creen alejarme de usted, me arrastran como el lobo feroz que ven. Lo que no saben, es que vuestro corazón ya está en mí y yo, yo me he saciado en vuestra obsesión por amor adquirir.

« Último reporte en la ciudad de Daegu. Un joven acompañante sexual fue asesinado esta madrugada mientras los residentes dormían, el culpable de los crímenes se trataría de Min Yoongi, hijo de los dueños del hogar que permitieron darle posada al chico ese día. La familia, al oír los gritos, contactaron con la policía quienes hicieron acto de presencia en el menor tiempo posible. El joven, que padecía de Trastorno de personalidad múltiple y trastorno de personalidad antisocial, fue hallado junto al cuerpo de la víctima, comiéndose órganos de su cuerpo como sus ojos y corazón. Se esperará a que se le realice su sentencia respectiva »

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