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—Una rutina más y terminamos—

—No, no, yo ya no puedo, estás loco—

Abril desmontó la bicicleta estacionaria, lanzó su maleta al hombro y emprendió la huida quejándose de la pierna izquierda y con agobio en el corazón.

—Faltan quince meses para el clasificatorio— dijo Fran tras ella— debes estar en forma, la próxima semana comenzamos en pista—.

—Fran, te agradezco, pero sabes que ya no podré competir al mismo nivel—

—Claro que puedes, yo te voy a ayudar a que recuperes tu campeonato—

Abril se detuvo justo a la entrada del gimnasio y exhaló agobiada dándose media vuelta.

—Vamos a seguir entrenando, tú sigues cobrando tu beca de fisioterapeuta, pero no insistas en que voy a competir—.

—Pero Abril, ve todo lo que has avanzado en un año, nadie creería que te pasó un auto encima—Fran la tomó de la mano mirándola a los ojos— confío en ti y tú deberías hacerlo también—.

—Estoy rendida cada día, ya no disfruto el ciclismo—.

—Los músculos están duros, es natural, pero ya se acostumbrarán—.

—Los músculos también se cansan—dijo Abril con desdén—hasta mañana.


Los entrenamientos continuaron tan intensos como la motivación por parte de Fran, quien gastaba su voz en ‘ánimos’ y ‘excelentes’. Con el cabello casi a rapa brillante de sudor y eterno silbato colgado al cuello; cualquiera diría que nació con él.

Abril cumplía por compromiso, para que su amigo no perdiera la beca y porque nada la hacía tan feliz como cortar el viento con su cuerpo espigado, hasta que los tiempos bajaron al rango de los mejores de la región, entonces supo que en verdad podía hacerlo.

—Con este tiempo califico para los nacionales— dijo con una sonrisa que contagió a su entrenador—.

—Siempre supe que lo harías— Fran despejó los cabellos lacios del rostro de Abril—deberíamos celebrarlo—.

—Amm, quizá luego— respondió— saldré con Kim, ¿recuerdas a mi amiga, la coreana?

Fran asintió cabizbajo.


El tiempo siguió su curso incesante, y a la vuelta del calendario Abril ocupaba el carril externo de la pista, las miradas puestas en la excampeona, los vítores de dos mil aficionados y, al pie del ovalo de asfalto, Fran con sonrisa confiada a lado de la Kim, amiga en común para ese momento.

La carrera inició y Abril, rezagada, se convertía en ejemplo de resiliencia, aún y cuando no se vislumbrara al nivel de las demás competidoras.

A falta de una vuelta recuperó distancia, con la determinación pintada en el rostro tomó la delantera y cruzó la meta formando un corazón con las manos.

—Estoy muy contenta de volver a competir y representar a mi ciudad en los nacionales— explicó a los medios de comunicación —, es una gran motivación y quiero decirles a los jóvenes que nos están mirando que no se rindan y que luchen por sus sueños.

—A que le atribuye su recuperación tan asombrosa — fue cuestionada, y en ese momento cayó en cuenta de la importancia de su entrenador, compañero y amigo. Abandonó la conferencia de prensa y fue a buscar a Fran, no lo encontró en el vestidor y se dirigió al estacionamiento, topándose en el camino con Kim.

—¿Viste a Fran?—.

—Se fue hace un rato, iba con varios tipos de no sé qué marca de deportes, le irá bien—.

—Necesito agradecerle—.

—Ya tendrás tiempo en alguna de sus salidas, vamos a tomar algo—

—No, quiero darle las gracias que nunca le di—.

—Ya será luego, no creo que se enoje tu novio por eso—.

—Claro que no es mi novio, solo mi entrenador y amigo—.

Kim abrió los ojos de sorpresa— ¿y te entrenó tanto tiempo solo por amistad?, si le debes las gracias—

—Bueno— dijo Abril buscando evadir su culpa— él cobraba su beca de fisioterapeuta—.

—Abril, nunca le aprobaron la beca—

Apenas oyó esto y Abril fue a buscarlo a su departamento, dónde la madre le informó de su partida.

—Vino con unos hombres trajeados, armó maleta y se fue, así nomás, va a tomar el camión a la capital—

Sin despedirse tomó un taxi hacia la estación, media hora después pagó sin esperar el cambio y alcanzó a Fran, justo a punto de abordar.

—Fran— dijo con la mirada vidriosa— nunca te agradecí lo suficiente, y he sido injusta contigo, discúlpame—

—No hay nada que disculpar, lo que hice lo hice por gusto, por verte feliz—.

—Lo sé— dijo con la voz quebrada— y ahora quiero pedirte algo más, una última cosa—.

Fran esperó estóico, sabedor de no poder negarse ante sus ojos.

—Quiero que te quedes, que me entrenes, y que nos convirtamos en pareja, en el ciclismo como en la vida—.

Él no pudo contener el llanto y en un esfuerzo por no perder la voz respondió

—No puedo hacer eso, debo ver por mi futuro, puedes seguir desde aquí sin mí—.

—Fran, perdóname, fui injusta contigo, pero también me entrenaste el corazón, ahora ya no es duro—

Fran la tomó de las manos y mirándola a los ojos respondió— el corazón también se cansa— le dio un beso y luego partió.

26 de Junho de 2021 às 21:44 1 Denunciar Insira Seguir história
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Fim

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H 0 Hazel 00
Ayyyyy la amé!!!!! Los personajes, el desenvolvimiento. No soy del romance, pero ellos... Los amé!!!!! ✨ ♥️ Ya quisiera leer más sobre esta pareja
March 05, 2021, 01:23
~