Los trillizos Potter en el pasado "La cámara secreta" Seguir história

- Entonces, el día de hoy leeremos la cámara secreta, desde el capítulo uno al cinco - Dijo Dumbledore, transfigurando el comedor para comenzar a leer.

Elizabeth tenía ganas de llorar, releyó la carta entre sus manos, al menos, el único trozo que le interesaba.

"Te hemos extrañado, muchísimo, y como falta poco para tu cumpleaños, quiero que lo pases con nosotros, Pansy está que llora porque te extraña demasiado.

Mi madre ya lo decidió, ira a buscarte mañana, da igual lo que digan tus tíos muggles. Mientras tanto ¡No dejes que los muggles te depriman!

Un abrazo de

Draco"

La letra de Malfoy era elegante y pomposa, pero lo único que quería era que su hermano se quedase era 29 de julio, dentro de dos días los trillizos Potter cumplían doce años.

Lily miro a los Malfoy con ira.

- Harry, no puedes irte y dejarnos a Merced de nuestros tíos.

- Lo siento, pero si lo decidió Narcissa Malfoy, no hay nada que hacer. Es más, iré a decirle a tío Vernon, para ahorrarnos problemas.

- ¡Harry! ¡Por favor, no te vayas!

- Mi niña - Murmuró Lily, abrazando a su hija.

Pero era muy tarde, Harry había salido de la habitación que compartían.

- No podemos dejar que se vaya ¿Cierto? - Pregunto Alec, el menor de los trillizos.

- Exacto, mañana se va, pero ni tu ni yo queremos, siempre nos conciente nuestros gustos y caprichos, debemos decirle que no se puede ir.

- ¡Oye! - Draco besaba los labios de Harry, dando ligeros toques.

En ese momento Harry entro.

- Ni se crean, no voy a dejar de ir porque ustedes quieran. Además, odio ver a Pansy llorar, es tan adorable que te rompe el alma solo verla soltar unas lágrimas de tristeza, así que, ni modo, me voy y ustedes no pueden decir nada.

Elizabeth no lo comprendía ¿Su hermano, por primera vez, se estaba negando a concederle un capricho? No, no era un capricho, ella necesitaba que Harry se quedara, y se lo haría saber.

- Si te vas, me dejaras sola.

- No estarás sola, te vas a quedar con Alec.

- Eso, eso - Dijeron los Slytherin's a la vez.

- Tu eres quien nos cuida.

- Lo siento Eli, pero por esta vez, olvídate de que yo te cumpla ese caprichito.

Al día siguiente, Elizabeth tenía ganas de llorar al ver a aquella mujer aparecer calle abajo, no era difícil reconocerla, rubia como Malfoy y ropa negra. La vio entrar por el jardín y tocar la puerta tío Vernon fue a recibirla.

- Buenos días, señor... Dursley. Soy la señora Malfoy y he venido por Harry Potter - Esa voz arrastraba las palabras y su tono era desdeñoso.

- Tan Narcissa que asusta - Dijeron Harry y Pansy a la vez.

- Dudley, ve por Harry.

Sintió los pasos de su primo subir las escaleras y luego bajar a toda velocidad.

Sintió como Harry bajaba con su baúl, y luego escucho a la señora Malfoy hablar.

- Vámonos Harry, ¿Tus hermanos no se despedirán?

Elizabeth practicamente voló hacia la puerta y abrazo a su hermano, poco después se les unió Alec.

- Conmovedor, ya vámonos - La señora Malfoy, en ningún momento dejo su tono desdeñoso.

- ¡Son niños por Merlin! - Chillo Marlene.

Iban calle abajo, hacia un callejon sin salida, pues Narcissa decidía la aparición por sobre todos los medios.

- Más rápido mini James, Draco casi no pudo dormir anoche, y Pansy me pasó todo el día de ayer preguntándome si enserio ibas a llegar hoy ¡Cada cinco minutos! - La mujer había encogido el baúl de Harry y lo llevaba en un bolsillo.

En el gran comedor, varios tenían sus labios formando perfectas "o", ante el cambio de la mujer.

Tan pronto como llegaron a el callejón de turno, Narcissa abrazo a Harry por los hombros y luego sintieron el, ya conocido, tirón incómodo.

- ¡Harry! - Pansy estaba en el patio, caminando tranquila, y vio aparecer a uno de sus mejores amigos junto a la madre de su otro mejor amigo. Una vez vio a ambas personas aparecer, se lanzó a abrazar a Harry Potter, quien le devolvió el abrazo. - Draco aún duerme, criaste muy mal a ese niño, tía, no hay forma de levantarlo de la cama.

- No te lo niego, Lucius es igual - Murmuró Narcissa.

Narcissa soltó una sonora y tremenda carcajada, antes de abrazar a ambos muchachos e irse a caminar por el patio.

- Voy a saludar a Drake, ¿Y tú? - Pregunto Harry.

- Me voy a pasear con tu madrina, nos vemos.

La chica salió corriendo para atrapar a Narcissa, y Harry camino hacia la habitación de Draco.

Una vez entró, camino hacia la cama y se asomo para ver a Draco. Al ver que estaba profundamente dormido, se sentó a su lado, lo miro por un momento y luego se acercó a su oído.

- Despierta Draco - Lo removió suavemente, el muchacho gruñó y se dió la vuelta.

- Vamos Draco, ya despierta.

- Mhggh, ño - Draco recién levantado era peligroso, provocaba una alta posibilidad de caer en coma por exceso de ternura, al igual que cuando se negaba a despertar.

Un "awww" general resonó por todo el Gran comedor.

Harry lo removió un poco más y el rubio gruñó nuevamente. El pelinegro se acercó a la mejilla del rubio y la beso.

El otro muchacho abrió los ojos de golpe y se dió la vuelta para mirar al otro joven.

- Hola.

- Hola.

Ambos rieron y Draco se sentó.

Harry se permitió mirarlo un momento más de lo necesario.

Draco usaba el mismo pijama de seda verde, que utilizo la última noche que les quedaba en Hogwarts. Tenía el cabello despeinado y se frotaba un ojo, haciéndolo ver extremadamente tierno.

Draco miro a Harry con una ceja alzada.

Luego de un rato, realmente corto, Draco se lanzó al otro chico para abrazarlo.

- Te extrañe.

- También te extrañe.

Draco le beso la mejilla y se levantó para irse a desayunar.

- ¡Que tiernos! - Chillo Narcissa.