Estoy junto a personas que ya ni recuerdo sus nombres y hay cualquier tipo de mierda sobre la mesa en un bar de mala muerte donde estoy volando, pero sigo extrañandote.
¿Qué carajos hago aquí?
Aún recuerdo cuál eran tus botas favoritas y ese maldito par de aros que siempre te ponías cuando estabas feliz.
¿Es malo querer regresar a tus brazos?
Todo se ve tan gris. Tan frío.
Volver a casa es una hazaña cuando la misma dejó de ser nuestra para pasar a ser solo mía.
Las paredes me asfixian, porque como si supieran hablar, me cuentan cada recuerdo nuestro desde una nueva perspectiva.
¿Todo fue siempre así de frío?
Al parecer nosotros nunca fuimos fuego, solo hielo. Quemabamos, pero eramos tan fríos, cariño.
No me sorprende que jamás me haya dado cuenta, siempre estaba muy ocupado desnudándote, admirandote, jodiendote.
Las noches caen con más rapidez de la que me gustaría y las mañanas pasan a una velocidad estúpidamente lenta.
Los días son repetitivos, llenos de mí y nada de ti. ¿Tiene eso sentido?
La mayor parte del tiempo estoy ido y la otra estoy pensando en ti y en toda la mierda que podría haber hecho bien.
Já. Fui tan estúpido en creer esas palabras. Las tomé como una promesa, un mantra que repetía constantemente mi mente cada que tu divino y maldito rostro aparecía ante mí.
Eramos todo lo que todos envidiaban.
Eramos la pareja.
Pero la realidad fue que solo eramos dos personas que tenían sexo y fingían amarse.
O así nos definiste la última vez.
Definitivamente no hablabas de nosotros, hablabas de ti y de lo que tú sentías, porque yo te amé y lamentablemente lo sigo haciendo.
Obrigado pela leitura!
Podemos manter o Inkspired gratuitamente exibindo anúncios para nossos visitantes. Por favor, apoie-nos colocando na lista de permissões ou desativando o AdBlocker (bloqueador de publicidade).
Depois de fazer isso, recarregue o site para continuar usando o Inkspired normalmente.