La nieve veía caer a través del cristal. Me asome más a la ventana, podía ver la decoración navideña deslumbrar por todos lados. No era que me apasionara verla, pero por alguna razón me recordaban a aquellas viejas navidades en mi antiguo hogar. El olor exquisito al chocolate recién preparado de mamá y sus famosas galletas de navidad.
Desde la pérdida de mamá este era mi nuevo hogar. El Orfanatorio Esperanza. Esperanza era de lo que carecía éste lugar.
Todos los niños de aquí emocionados dejaban bajo el árbol su carta a Santa, todos pidiendo muñecas, autitos y peluches, pero lo que yo quería no me podían dar. Quería a mamá. Desde que ella se fue ya no existía la navidad para mí.
La noche buena era hoy, así que solo me iría a dormir con el único recuerdo de mamá, El Señor Oso. Abrace a mi viejo oso hasta que dormida me quede.
En medio de la noche el sonido de unos cascabeles me despertaron junto a eso una ráfaga de aire frío me envolvió. Obligada me senté en la cama frotándome los ojos, miré alrededor todos yacían dormidos el silencio cubría la habitación ¿De dónde vinieron esos cascabeles? segura que estaba soñando.
Dormida me baje de la cama para cerrar la ventana, sin darme cuenta de repente me tropiezo con algo grande, caigo al suelo, cuando volteo enojada por todo esto y para mi sorpresa me encuentro con una caja de regalo. Seguramente se equivocaron, yo no había pedido ningún regalo, excepto uno pero era imposible.
Sobre el había una nota que decía ''Para quién crea en la navidad, su contenido la caja revelará'' abrí la caja, estaba vacía. La cerré y regresé a la cama ya no me importaba más nada.
Esa noche en mis sueños recordé las navidades felices que pase junto a mamá, su cara de sorpresa cuando volvía del trabajo y yo tenía toda la mesa de navidad lista, la cena que juntas preparábamos y la hora de abrir los regalos. Todo era tan feliz, tan lejano.
Inesperadamente estaba de vuelta en nuestra pequeña casa, encima de una misma caja con la que me tropecé en los pies de mi cama tenía una nota con la letra de mamá ''Aunque no me veas siempre estoy contigo, te cuido y guio cada día. Aquí todo es paz, tranquilidad y al fin puedo descansar. Escúchame bien, que yo no esté no se significa que la navidad no siga siendo hermosa y dejes de creer en ella, vuelve a confiar en la magia de la navidad todo es posible, los milagros existen. Feliz navidad mamá'' las lágrimas caían por mis mejillas, cuando quise acordar estaba despierta llorando. Volví a agarrar la caja y la abrí, dentro estaba el collar de mamá y un globo de navidad, lo giré entre mis dedos y el reflejo sonriente de mamá apareció, guiñó un ojo y yo le sonreí.
Leí la siguiente nota ''En la navidad los deseos se hacen realidad'' era verdad Santa me había traído a mi mamá.
Usé el disparador número 2
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