kikijones Kawaiipumpkin7

Kakashi Hatake (ahora Hokage) no tiene más rutina que ir del trabajo a la casa y aunque a veces sale a divertirse con sus amigos, la mayoría de las veces, su empleo lo tiene demasiado ocupado. Un "encuentro" fortuito y casual con una irresistible mujer lo pondrá de cabezas comenzando un cuestionamiento en su ya muy marcado estilo de vida intimo. Kioko Iwamura es la imagen de los sueños del Hokage. No dudará en querer tenerla en su cama, en qué esté entre las sábanas del ninja que copia


Fanfiction Para maiores de 18 apenas.

#manga #kakashi #naruto #erótico #mas18 #anime #kakashihatake #ichaicha
49
11.1mil VISUALIZAÇÕES
Completa
tempo de leitura
AA Compartilhar

Sueño alarmante pero gratificante


Kakashi se encontraba en su oficina de Hokage revisando todos los memos que le entregaba Shizune, de repente uno de ellos llamó su atención:


Al Hokage:


Con el respectivo saludo me dirijo a ud Hokage sama para solicitar el respectivo permiso para la realización de 4 conciertos en la Aldea de la Hoja de mi representada Kioko Iwamura, cantante y kunoichi de la Aldea de la niebla, sería un concierto por mes para la asistencia de todos los residentes de su aldea; así mismo de cedernos su permiso para nuestra llegada, estadía y presentaciones, está cordialmente invitado a cada una de las presentaciones realizadas por Kioko.


Esperamos su pronta respuesta saludos Koichi Sakamoto, representante.


Kakashi luego de leer le pasó la hoja a Shizune


-¿Quién es Kioko Iwamura? -preguntó con curiosidad, le parecía haberla oído mencionar entre los jonin.


-Me sorprende que no sepa quien es Hokage sama -dijo ella luego de leer.


-¿Te parece que tengo mucho tiempo libre? -preguntó mirándola con agonía-, y te he dicho que no me llames así.


-Es una cantante famosa, viene de la aldea de la niebla y es discípula de la Mizukage, es bastante hermosa y al parecer tiene mucho éxito no solo por su hermosa voz y excelente baile, sino entre los hombres, precisamente por hermosa.


-No estaba en la guerra, probablemente habría sido un foco de distracción si es como cuentas -comentó Kakashi firmando un permiso para la realización de los conciertos de Kioko Iwamura.


Shizune rió.


-Hubiese sido genial que hubiese estado, al parecer es del caso de la alumna que supera a la maestra y es tremendamente buena como kunoichi, pero al parecer estaba muy lejos y no le dio tiempo de llegar, llegó un día luego de la finalización de la guerra.


Kakashi soltó un suspiro perezoso propio de él y se dejó caer en respaldar.


- Bueno -dijo en el mismo tono de pereza-, ya tiene su permiso Kioko... me voy ya a casa estoy muerto.


A la mañana siguiente, Kakashi pasó el día haciendo sus labores como Hokage, al final del día pasó a Ichiraku a cenar, ahí estaban Yamato, Iruka y otros Jonin, comentando la comidilla de la aldea.


-No puedo crear que vaya a venir ¡Uff que mujer! -comentó Iruka contento.


-¡Hokage sama! -comentó uno de los Jonin.


-¡Que me digan Kakashi, joder! -se quejó el hombre sentándose.


Todos rieron, incluyendo a Kakashi, cosa que se notó en sus ojos.


-Un ramen de puerco por favor -pidió-. ¿De qué hablaban? -preguntó mirando a el grupo de hombres.


-Kioko Iwamura, gracias a usted... a ti -corrigió Yamato luego de la mirada de Kakashi-, vendrá a Konoha.


-Es magnífica -dijo uno de los hombres, un Hyuga.


-Causa buenos sangrados de nariz -comentó Yamato riendose, todos lo secundaron.


-¿Tanto así? -preguntó Kakashi mientras separaba sus palillos-. Gracias -Agradeció luego el ramen, se bajó su máscara y comenzó a comer mirando de reojo a sus amigos.


-Bastante, si mi moralidad no me lo impidiera, ya la hubiese recorrido con mi Byakugan -dijo el chico Hyuga y todos se rieron. Kakashi se ahogó un poco con sus fideos, rieron más.


-No sé... -Kakashi se dio golpecitos en el pecho-, no sé por que siento que Exageran -dijo luego de recuperarse.


-Ay Kakashi, ya empapelaron toda la aldea con los afiches de sus conciertos, cuando la veas... ya nos darás la razón. Lo que sé es que apenas salga la preventa del primer concierto compraré mi entrada -comentó Iruka, todos asintieron.


Luego de comer, Kakashi se despidió de los hombres que decidieron ir a un bar a beber algo de Sake, y se dirigió a pasos lentos a su residencia, en la esquina de la calle que iba hasta su casa se quedó paralizado.


Sobre uno de los edificios había una valla publicitaria enorme que alumbraba toda la esquina, en ella decía:


Kioko Iwamura en Konoha, ¡reserva tus entradas!.


Bajo esto, estaba la imagen más impresionante que haya visto Kakashi.


Era una chica rubia quizá de unos 18 o 20 años. Una cabellera rubia platinada larguísima, una cara preciosa, una nariz pequeña y respingada, ojos enormes coronados por pestañas tupidas de muñeca, sus ojos eran violetas, sus labios eran de un impresionante color rojo, su piel... su piel se veía radiante.


No tenía demasiados pechos pero aun así eran encantadores, la ropa que traía dejaba mirar su abdomen femeninamente marcado, esa cintura tan pequeña... sus caderas se ensanchaban muy provocativamente sobre la silla en la que la chica estaba sentada posando, un poco inclinada, sus piernas...


Kakashi trago grueso y tuvo que bajarse las máscara que se había puesto de nuevo luego de comer, se sentía sofocado, tenía demasiado calor.


Apresuró el paso hasta su casa y se desvistió para darse una ducha de agua fría, no sabía porque había perdido así el control, ya no era un adolescente ni mucho menos.


Se puso la pijama y se acostó en la cama, encendió el televisor en su canal preferido (uno de música) y se puso a leer Icha Icha Paradice mientras el rock de su banda favorita sonaba en la habitación.


"Sus manos se deslizaban por las caderas de la imponente mujer mientras sentía como ella se apretaba contra él, la virilidad de él hacia presión contra su pantalón..."


-¡Puta! otra vez no -exclamó el Hokage dejando el libro sobre su abdomen, pues a medida que leia se imaginaba a sí mismo acostado mientras esa Kioko Iwamura estaba sobre él. Respiró profundo varias veces y miró su entrepierna-. ¡Ay no!



📷



En la televisión había comenzado un nuevo video musical donde ponía «Kioko Iwamura... Dulces melodías... Lava Records».


Kakashi se quedó mirando la televisión y eso no lo ayudó para nada. Ahí estaba esa chica cantando a la cámara con una expresión muy sexy, era cierto lo que decía Shizune, tenía una voz impresionante y aunque Kakashi era bastante culto y amante de la buena música, en esos momentos su mente precaria estaba apoderándose de él.


La chica estaba bailando con mucha arte, lo hacía genial y sus movimientos eran tan sexys, estaba ataviada con un overol que dejaba a buena vista parte de sus espectaculares glúteos (que Kakashi no había visto en la valla publicitaria) se veía preciosa.


Kakashi seguía mirándola hipnotizado mientras ella cantaba y bailaba y sentía cada vez más calor, se sacó el pantalón para mitigarlo y se acostó de nuevo mientras miraba la televisión, en ropa interior.


Kioko hacia altos impresionantes mientras bailaba de una forma que desquiciaba a Kakashi, este no aguantó más y llevó su mano a su entrepierna para darse placer mientras seguía mirando a la imponente chica bailar para él y en su mente tenía a esa excelsa Kunoichi ahí en su cama solo para él.


Poco a poco entre espasmos, Kakashi llegó al clímax mientras imagenes cada vez más obscenas de él y esta chica en su cama pasaban por su mente.


No sabía ni en qué momento la canción de Kioko había terminado, estaba cubierto en sudor y respiraba agitado en su cama.


-¡mierda! será mejor que duerma -dijo respirando profundo.


Si Kakashi esperaba que durmiendo iba a serenarse, no estaba más lejos de la realidad


-La casa de Hokage Sama es muy acogedora -dijo Kioko con una suave voz admirando la casa.


-Por favor, llamame Kakashi -dijo el hombre mirándola de arriba a abajo de forma evaluativa.


-Ok, seamos claros Kakashi, no me trajiste a tu casa a conversar -dijo la chica dejando su copa de vino en la mesa.


-¿Ah no? ¿Y a qué crees que te traje? -preguntó él con su tono de voz despreocupado y algo divertido.


Ella sonrió divertida y se acercó a Kakashi con un caminar bastante sensual.


-A pasarlo delicioso -comentó ella bajandole la máscara al Hokage y besándolo apasionadamente.


Kakashi no era un santo, en lo absoluto; sin embargo si la había invitado a cenar, tenía esperanzas de que quizá al final de la cena o de la cita como tal quizá ella se quedara a dormir con todo lo que eso conllevaba, pero no se imaginó que apenas ella llegara pasaría.


Él la tomó entre sus fuertes brazos y la apretó contra él mientras sus lenguas danzaban en sus bocas, ¡Dios! ella era tan irresistible, tan deliciosa.


Su virilidad hizo presión en su pantalón en tanto tomaba a Kioko, y la ponía de espaldas a él presionando su entrepierna contra el trasero encantador de ella, sintiéndolo, y mientras devoraba su cuello y acariciaba sus pechos y su abdomen.


Ella gemía y acariciaba el cabello de Kakashi revolviendolo por completo, se apretaba contra él cosa que lo hizo gemir, no aguantaría mucho más las ganas de penetrarla.


Se fueron a la cama del ex anbu entre besos, caricias y gemidos. Kakashi se tumbó sobre ella desvistiendola con premura y sacandose su camiseta, la besuqueaba, besaba su cuello, su clavícula, sus pechos.


Kioko gemía y jadeaba mientras con una mano acariciaba la escultural espalda del hombre y con la otra mano realizaba caricias en la entrepierna del ya muy excitado Kakashi.


-No imaginé que lo pasaría tan rico -comentó él mientras ella besaba su cuello en tanto él, entraba en ella con un sonoro gemido-. ¡Uff! eres deliciosa mi amor.


-Y ahora, toda tuya -dijo ella con voz jadeante mientras Kakashi empezaba a embestirla y de momento en momento, más fuerte.


El sonido característico de sus cuerpos entrechocando, sus gemidos y jadeos llenaban la habitación, conforme se acercaban al clímax de ambos.


-¡Joder! que delicioso gimes -comentó casi en un grito el Hokage acercándose al orgasmo. Un sonido lo distrajo y desconcertó.


Abrió los ojos.


Estaba echado en su cama, solo, jadeante y exaltado. Lo que sonaba era su despertador, miró por la ventana y el sol se empezaba a asomar por el horizonte.


Se levantó a ducharse y vestirse, una vez más con agua fría, dejaba que el agua helada recorriera su cuerpo como si quisiera expiar sus pecados, pero, el agua no los quita, así que salió de la ducha, se vistió se hizo café y se llevó un pan.


-Será mejor que empiece con el trabajo cuanto antes, antes de que me vuelva loco -comentó calzándose las sandalias con una mano y sosteniendo el pan y la taza de café con la otra.






24 de Outubro de 2020 às 20:05 0 Denunciar Insira Seguir história
11
Leia o próximo capítulo Revuelo en Konoha

Comente algo

Publique!
Nenhum comentário ainda. Seja o primeiro a dizer alguma coisa!
~

Você está gostando da leitura?

Ei! Ainda faltam 6 capítulos restantes nesta história.
Para continuar lendo, por favor, faça login ou cadastre-se. É grátis!