A Oriana le gusta componer canciones. No canciones sobre decepciones amorosas para iniciar el famoso "Swifteado" al estilo de Taylor, cuando alguna de las parejas de la artista le termina y ésta decide vengarse plasmando en canciones lo "idiota" que fue esa persona "x" con ella y cómo ninguna otra chica que sea lo suficientemente inteligente al identificarlo tome la terrible decisión de salir con él. Tampoco canciones románticas de Punk Rock al estilo Avril Lavigne. Son canciones que describen su vida, las personas que habitan en ella; escribe sobre las cosas buenas que dejan en ella antes de que sus caminos se separen, porque Oriana sabe que todas las personas se van después de un tiempo y decidió aprovecharlo de la mejor manera.
De todas las cosas que escribe se podría decir que lo más sagrado que tiene son las canciones sobre sus sueños, sobre lo que quisiera ser cuando su música empiece a llegarles a más personas, sobre las cosas tristes y vergonzosas que le pasan, sobre sus sentimientos más profundos. Como una especie de diario musical (incluso con la fecha, el mes y el año que la ha escrito); son canciones que ni siquiera ha publicado en su canal. Guardadas en un cuadernillo negro con una enorme nota musical a un costado que descansa debajo de su colchón y que solo saca cuando quiere recordarse a sí misma lo que es realmente y las cosas por las que ha pasado.
En ellas se muestra tal cual es, plasma todo lo que siente sin guardarse nada. Escribe como si en vez de tinta negra fuera algún tipo de tinta invisible que únicamente sus ojos pueden ver, ya que absolutamente nadie que no sea ella debe leerlas al menos que así lo decida. Todos sus pensamientos secretos, aquellas cosas que no es capaz de decir en voz alta, lo que siente y no siente por una persona en específico, todo lo que guarda en su corazón, en su mente y justo en ese espacio donde algo más que la comida se guarda; con ese cosquilleo que te recorre todo el estómago en el que sientes que vas a vomitar pero no lo haces.
No son canciones tristes en todo el sentido de la palabra. Esas canciones son cuando la situación por la que ha pasado ya llegó a su final y haga lo que haga no puede arreglar las cosas que ya hizo y las decisiones que ya ha tomado, si se equivocó no puede cambiarlo, ya se ha acabado, y escribir eso es el único plan de acción futuro posible. Son una especie de adiós donde la persona, la decisión o el acontecimiento salen de su presente y se dirige a la memoria a largo plazo, al pasado, a un rincón oscuro en su mente que solo puede revivir leyendo lo que ya ha escrito.
O al menos eso era lo que debía ser, antes de que todo se fuera al diablo y tanto sus canciones como su voz fueran usados como fines lucrativos que ni ella misma quiso recibir, o al menos no de esa forma.
Camila Gomez
