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SOLTARLO AL UNIVERSO

No veo nada, pero oigo mi respiración. Me siento relajada, tranquila, en paz. Estoy tan a gusto que podría estar así el resto de mi vida.

Inhalo profundamente y cuando exhalo abro mis ojos. Veo… negro. Me encuentro sentada en lugar que parece infinito, completamente obscuro salvo por algunos pequeños destellos blancos en él. Observo a mi alrededor y todo es igual. Un vacío eterno.

De pronto, por unos pocos segundos, siento un pequeño viento frio que golpea sobre mi cuerpo, como si alguien hubiera abierto y cerrado una puerta. Oigo pasos firmes que van acercándose a mi con calma. Parecen ser tacones. Se detienen justo al lado de mí y escucho como la persona se sienta a mi lado.

De un momento a otro me doy cuenta que puedo verla con total claridad, como si una luz viniera de algún lado que desconozco. Es una mujer de vestido negro y tacones rojos, con piel algo morena y un pelo largo y oscuro como la noche. Ojos color almendra que me miran fijamente… siento que puede ver mi alma.

-hola-me dice con una calmada y dulce voz.

-hola-le respondo del mismo modo.

-estas preocupada-me afirma.

-tal vez-no sé cómo ni por qué, pero tengo la certeza de que esa mujer me conoce mejor que yo a mi misma y que puedo confiar en ella.

-ya sabes que preocuparse no sirve de mucho-sonríe amablemente y sin perder la calma ni un solo segundo.

-no es como que uno pueda evitar preocuparse. Es como si quisiera controlar mis emociones

-son tuyas ¿por qué no?

-porque no es posible-sonrío con algo de tristeza-ya no he intentado.

-intenta otra vez

-no funcionaría

-de acuerdo, entonces si no puedes controlarlas ¿Cuál es la opción B?

- ¿quién dice que tengo una opción B?

-siempre hay otra opción, otro camino, otra manera.

-puede ser, pero no sé cuál es.

-si lo supieras tendrías la vida resuelta y no sería interesante ¿no crees?

No le respondo. Solo miro hacia el frente y me quedo pensando en lo que me dijo. Unos segundos más tarde reinicio la conversación.

-la opción B no es más fácil que la A

-nadie dijo que la segunda opción es fácil, pero tal vez sea la más eficiente

-pareces saber mucho de esto

-he tenido práctica. Muchos años vividos, muchas experiencias.

-quisiera saber que hacer antes de vivir tantos años

-puedes hacerlo

- ¿Cómo?

-escuchando a los que ya los vivieron

-sí, pero cada vida es diferente, y cada quien tiene que cometer sus propios errores

-eso es muy cierto, pero escuchar las experiencias de otros no tiene nada de malo. Al final del día quien toma la decisión de seguir sus consejos o no, eres tú. Y ahí estas escribiendo tu propio camino y cometiendo tus propios errores.

-suena lógico, supongo.

Silencio por algunos segundos y luego vuelvo a iniciar la conversación.

- ¿y cuál es tu consejo? ¿Cómo has hecho todos estos años para lidiar con problemas que te causan emociones que no quieres tener?

Me mira fijamente con una cálida y leve sonrisa. Mira hacia arriba, hacia lo que parecía un cielo estrellado. Inhala y exhala hondo y me responde:

-lo suelto al universo-cierra los ojos y sonríe, como si estuviera sintiendo el aire fresco de las montañas y una paz que nada ni nadie podría perturbar.

Me quedo callada unos segundos tratando de entender la metáfora y luego le pregunto:

- ¿me lo explicas mejor?

Abre los ojos lentamente y me mira

-lo suelto al universo, a la vida, al mundo, a Dios… al destino. Puedes llamarlo como quieras.

-solo… ¿lo sueltas?

-solo lo suelto

- ¿eso quiere decir que te olvidas de tus problemas y pretendes que no están ocurriendo? No suena como la mejor solución del mundo.

-no-contesta soltando una pequeña risita-soltarlo al universo implica que dejas de intentar controlar lo que está pasando o lo que va a pasar.

- ¿y como haces eso? ¿yo puedo hacerlo también?

-todos pueden hacerlo. Solo tienes que aceptar que no puede tener el control de ciertas cosas que te causan sentimientos feos.

- ¿y luego que haces? Y no digas “lo suelto al universo”

-de acuerdo-se ríe-luego de eso piensas y reflexionas sobre lo que te esta causando mal. Te das cuenta que preocuparte no sirve de nada pero que tampoco puedes hacer nada para cambiar esas situaciones.

-porque es algo mas grande, que va más allá de ti-reflexiono en voz alta

-exacto. Así que entiendes que la única forma de que no te afecte es dejándolo al azar. Dejando que las cosas tomen su curso y probablemente den giros inesperados y terminen en algo mejor de lo que esperabas.

-bueno… no sería la primera vez que me angustio por algo que al final no termina en nada.

-precisamente. Las cosas jamás salen como se planean, siempre hay giros, para bien o para mal. Y aunque a veces esos giros arruinen algo bueno que tenías pensado, también pueden mejorar algo que temías que pasara.

-jamás lo había pensado así

-pues ahora puedes… porque escuchaste a alguien con experiencia-me giña un ojo y yo sonrío.

-pero… no es fácil soltarlo, así como así

-claro que no es fácil, pero nada lo es realmente ¿o sí?

-no, supongo que no

-se que puede ser duro, pero créeme que con el tiempo “soltarlo al universo” se va volviendo cada vez más fácil.

- ¿tú crees?

-te lo aseguro-pone una mano sobre mi hombro a modo de consuelo y segundos después se pone en pie.

-gracias por la ayuda-le digo mientras camina de vuelta hacia el lugar de donde había venido- aunque no se quien eres… no se tu nombre

Se detiene, me mira por sobre su hombro y con una sonrisa me responde:

-soy la voz de la experiencia-y antes de darme cuenta se había ido.

Otra vez estoy sentada sola en ese lugar obscuro lleno de destellos blancos. Miro hacia arriba, a lo que parecía un hermoso cielo nocturno. Pienso… que las cosas que tengan que pasar pasaran me guste o no, pero tal vez esa mujer tenga razón y preocuparme antes de tiempo sea en vano. Supongo que lo que tenga que llegar llegará en su momento y ya tendré tiempo de hacerle frente. Pero hasta entonces creo que vale más la pena disfrutar mis momentos de paz y felicidad. Después de todo… no sé qué me depara el destino.

Suspiro cerrando mis ojos, como si sintiera la misma briza de las montañas, como si fuera libre por primera vez en mucho tiempo. Creo que por fin logré soltar mis problemas… al universo.

22 de Junho de 2020 às 19:39 0 Denunciar Insira Seguir história
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