Ya han pasado 3 meses desde la última vez que conseguí despegarme de ti, de ese amor del malo, ese amor que todos hemos vivido, el que te consume por dentro. Consume todas tus fuerzas, tus energías, tus voluntades y probablemente todo tu ser. Que tonta yo, por pensar que de alguna manera funcionaría si nunca lo hizo. Que tonta yo, por pensar que podríamos olvidar esas idas y venidas, esos besos voraces por las esquinas de los bares, esos amores intermedios, bueno, esos caprichos intermedios… Que tonta yo por pensar que esta vez sería diferente, que conseguiríamos entendernos el uno al otro y por fin saldríamos adelante como una pareja normal. Quizá el problema y a la vez la ventaja, es que nosotros nunca hemos sido una pareja normal, ¿no? Siempre ha sido todo demasiado intenso, pasábamos de estar en lo más alto a lo más bajo, de repente e indistintamente. Estoy convencida de que volveremos a encontrarnos, y que volveremos a intentarlo, y por vigésima vez, saldrá mal. Tanto tú como yo sabemos que habrá más parches, meros peones que interpondremos entre nosotros para intentar olvidarnos, para intentar mantener nuestros corazones alejados, aunque, desgraciadamente están destinados y empeñados a continuar unidos, al final siempre lo consiguen. Como iba a saber yo cuando te conocí que este amor podría acabar con todo, o, por el contrario, dármelo todo. Como iba a saber cuándo te conocí, que me enseñarías el significado de la palabra amor, y que después de ti, ya no podría volver a sentir algo parecido.
Obrigado pela leitura!
Podemos manter o Inkspired gratuitamente exibindo anúncios para nossos visitantes. Por favor, apoie-nos colocando na lista de permissões ou desativando o AdBlocker (bloqueador de publicidade).
Depois de fazer isso, recarregue o site para continuar usando o Inkspired normalmente.