La neblina avanzaba sin prisa, por las calles de aquel pueblo, sabiendo que tenía toda la noche para recorrer el pueblo, sabiendo que tarde o temprano encontraría a un lugareño ingenuo, perdido en su propio marasmo. Esa neblina no era cualquiera; versada en las artes del antiquísimo arte del engaño y la ilusión, el mismo que le enseñó su maestro Azazel en el primer aquelarre que se tenga noticia.
4 December 29, 2022, 04:31 0Podemos manter o Inkspired gratuitamente exibindo anúncios para nossos visitantes. Por favor, apoie-nos colocando na lista de permissões ou desativando o AdBlocker (bloqueador de publicidade).
Depois de fazer isso, recarregue o site para continuar usando o Inkspired normalmente.