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Una es mujer y se dá cuenta

Y lo mejor de todo que es no-ficción, tal como lo dice en la solapa. Convivimos continuamente con factores externos que influyen inevitablemente sobre nosotros y nuestra forma de querer transitar la vida, los segundos y los días. No podemos escapar de éstos y tampoco podemos impedir que nos traigan consecuencias, además la mayoría de las veces ni siquiera podemos tener una idea previa de cuáles puedan llegar a ser éstos factores, tampoco sobre qué tratarán.

Sin embargo, ahí estamos y tanto como nos influencian a nosotros, nosotros influímos en lo de lo demás.

Algunos hacemos música de una forma muy particular, también usamos los dedos, pero lo que emitimos tiene otro sonido y se rige por otros parámetros. Y esto acontece frente al resto (porque ellos son todos y yo soy yo) y en todos podemos obtener respuestas diferentes... Algunos años de tu vida te reprenderán por esto, aunque también esto pueda darse influenciado por ciertos factores de "espacio", y otros años simplemente, no les molestará.

Un día volví a hablar sobre espacios, tiempos, además de verlo en una forma física, digamos que volví a referirme a éstos como algo intangible pero presente en el mundo de la vulnerabilidad, lo primero.

"Y como soy tan inteligente que ya no sirvo para nada,
y como he soñado tanto que ya no soy de este mundo,

una señora originaria del más oscuro barrio de un pueblo que no
figura en el mapa dice:
- El doctor me dijo que tengo problemas. Yo no sé. Yo tengo algo
aquí (se toca las tetas) y unas ganas de llorar que mama mía!,"

Es hasta gracioso, lo que con otro puede causarte disgusto e incluso pleito, puede sucederte a tí mismo en viceversa, ocupando tú el lugar de victimario, sin pedirlo, desearlo, ni rogarlo.

Puedo llegar a interpretar esto como un vuelto por el circo de hoy. Lo de hoy fue un verdadero circo, del cual no era actriz hacía tiempo ya. El delicioso sabor del frenesí del enojo, la rabia, la ira, tan sublime y adictivo, casi como una buena pastilla triturada en la lengua, bañada de sabor a molécula química originada en dignos espacios de génesis creados por los hombres del mercado de las emociones.

Olvidar que está. Olvidarse de la presencia. Ser como si no estuvieran (aunque están). Ser.

" Pero, ¿qué cosa curar?

y ¿por dónde empezar a curar?.

Se habla.

Se amuebla el escenario vacío del silencio.

O, si hay silencio, éste se vuelve mensaje.

todo se unifica como en otros tiempos, en el jardín de los cuentos
para niños lleno de arroyuelos de frescas aguas prenatales,
ese jardín es el centro del mundo, es el lugar de la cita, es el espacio
vuelto tiempo y el tiempo vuelto lugar, es el alto momento de la fusión
y del encuentro,
fuera del espacio profano en donde el Bien es sinónimo de evolu-
ción de sociedades de consumo,
y lejos de los enmierdantes simulacros de medir el tiempo median-
te relojes, calendarios y demás objetos hostiles"

Eso es lo que genera sensación de vulnerabilidad, la indudable asistencia del otro frente a nuestros propios asuntos. Para los que somos tímidos y bichos solitarios, no hay peor que lo que desestabiliza. Generalmente éstas desestabilizaciones se dan porque nos apoyamos en bases que no dependen de nosotros mismos (como todo básicamente), pero me refiero puntualmente a la diferencia entre sentarte en una silla rota o próxima a estarlo, que pararte de pie sobre el firme suelo, atado por la gravedad del planeta.

Algunos días traemos todas las de tener, y otros días simplemente vivimos días vivibles, estos días son esos "comunes y corrientes".

12 de Maio de 2020 às 01:31 0 Denunciar Insira 0
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