Demasiado Humanos Seguir blog

ramiro-albarracin1587155026 Ramiro Albarracin Humanos en tiempos de coronavirus, humanos en tiempos de post-coronavirus. Que nos va quedar? Que podemos cambiar? Se puede soñar con algo mejor? 0 reviews
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Demasiado Humanos

Quizás ustedes eran muy chicos y no lo recuerdan, pero hace un tiempo atrás un famoso slogan de la presidencia de la Nación argentina decía que los argentinos somos buena gente. Osado, una totalización que probablemente cumpla un efecto adverso a lo que pretende instalar. Es que todos conocemos personas que desde nuestro punto de vista, moldeado por una amplia gama de condicionantes económicos, sociológicos y psicológicos, son mala gente, o de mínima no son buenas a secas como proponía el propio Estado. Situaciones de anormalidad como la que estamos viviendo por el covid-19, desnudan ésto porque unifican muchos criterios respecto del bien y el mal. Es el Estado en éstas situaciones de extrema necesidad, quien ahora sí cuenta con la legitimidad de marcar en términos de conductas lo que está bien y mal. No sólo lo que está permitido y prohibido, que no siempre se relacionan con el bien y el mal, y donde el Estado siempre tiene potestad, sino directamente las conductas aceptadas por todos como buenas y malas. Trasciende el límite jurídico, para irrumpir en el plano moral.

Osea, si rompes la cuarentena por una necesidad individual es categóricamente un acto de maldad que merece y recibe pena jurídica y social.

La masividad en el acatamiento a las nuevas normas de conducta demuestran que, quizás, la mayoría de los argentinos son en un punto buena gente. Pero los argentinos somos humanos, y los humanos somos demasiado humanos. Entonces mientras en el mundo hay una enorme mayoría re-descubriendo la necesidad de que el Estado cuide a los ciudadanos, antes que sea un mero garante de acumulación de fortunas, hay también todo otro sector que ve en ésta situación una posibilidad mundial de, justamente, acumular fortunas.
Concretamente, una empresa de repente descubre que se puede ahorrar millones en luz, gas, agua, limpieza, seguros, etc; si hace que todo eso lo pague un trabajador cumpliendo tareas desde su propio hogar. Ah y con horarios de trabajo ampliados, porque el discurso se repite en todo el mundo: te permitimos trabajar desde tu casa, pero como estás en tu casa, requerimos que estés disponible 24/7, lo que categóricamente significa fines de semana y feriados. Osea, no sólo transfieren parte del costo de producción al trabajador, sino que para completar se le exige que trabaje más y, en el mejor de los casos, por el mismo salario. En la jerga tenística dirían que te metieron un 6-0 6-0 y a casa.

La restricción de movilidad evidencia que los que realmente producen pierden, pero los grandes patrones o los que especulan en la bicicleta financiera internacional no. Los grandes patrones reducen costos y obtienen más del trabajador, y el capital financiero no tiene restricción de movilidad, porque la compra venta de bonos, fuga, offshore, evasión, se realiza a pleno en modalidad mansión office.

Vendrá un proceso de reestructuración que no va ser pacífico. Las disputas se están planteando más o menos con el mismo componente de clase históricamente establecido. Eso quiere decir que, si dejamos que el sistema mute produciendo salidas sectoriales a la crisis, los costos del virus lo van a terminar pagando los mismos de siempre. Porque el virus es democrático para contagiar, pero los costos que va dejar no lo son, éstos dependen de decisiones tomadas por personas con intereses muy definidos.

Así como en términos universales no hay argentinos buenos ni malos, tampoco hay humanos buenos o malos. Hay disputa, conflicto permanente, poder que se ejerce imponiendo intereses. Hay humanidad. Anular a otros ubicándolos del lado de la maldad los vuelve invencibles. La maldad impone terror, miedo, estancamiento, rechazo, inacción.

Entonces ¿es posible construir una salida que devenga en un mundo mejor para las mayorías?. Si se me permite soñar cómo sería un plot twist en la historia de la humanidad, es decir un instante en esa historia donde se produzca un giro radical en el devenir de los acontecimientos, me sumerjo en un tiempo donde no dejemos pasar la oportunidad para exigir un Estado que nos cuide, no sólo en términos de salud, sino principalmente en términos económicos. La principal intervención del Estado en ese futuro es la del sistema económico, en el mismo grado que en el sistema de salud. Los humanos diremos en las reuniones familiares, en los asados de amigos, en las charlas de cama, que así es la única forma. Una intervención que no anule al otro, sino que proteja al ciudadano, que le proporcione igualdad ante quienes pretenden imponer intereses a costa del sufrimiento de otros. Imagino a ésta humanidad repitiendo hasta el cansancio: de lo contrario terrícolas, nos quedaremos con buena salud, sólo para poder ser exprimidos cada vez más por el antiguo sistema económico global.

Ay que lindo que es soñar, dice la canción, no cuesta nada más que tiempo. Pero la parte que más me gusta es la que sigue: soñar con los ojos abiertos. Bien hace el músico en recordarnos que soñar es hermoso, pero tampoco hay que dormirse.

17 de Abril de 2020 às 20:40 0 Denunciar Insira 0
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