En la blanca noche me alimento de la nada
Y me doy cuenta como mi fuego se apaga.
Las flores del alma se marchitaron con el tiempo,
solo queda un desierto infinito como el viento.
¿Cómo hago para encontrar la calma?
¿Como puedo mirarme sin vergüenza?
¿Dónde quedaron mis ganas de pelear?
Ya cualquiera puede abatirme con solo mirar.
Invité a muchos a seguir y hacerse fuerte
pero nada de eso entendí para mí.
Me quede parado mirando al vacío y en silencio.
Tengo que llenarme, tengo que salir
de este agujero que yo mismo construí.
Tengo que volver a cantar con el alma.
Pero para eso tengo que querer.
¿Donde puedo encontrar las ganas de tener ganas
si ni siquiera se buscar?
Las respuestas no vendrán solas.
Por eso, debo salir de este agujero.
Para buscarlas y encontrar un sentido
al caos que espera por el orden.
No se llorar, no me puedo enojar,
ni siquiera sé si se sentir.
La emoción de los días debe volver
a nacer en los jardines que no cuide.
Yo soy el responsable y por eso
yo soy el que tiene que cambiar.
Primero por mí y después por el amor
de los que me dieron
un espacio en su corazón.
Creo que ya no tengo que cambiar.
Más bien, ¡quiero cambiar!
Cambiar para crecer, para florecer,
para jugar, para volver a ser feliz y
aferrarme a la alegría para no dejar,
nunca más, que se vaya de mí.
17 de Abril de 2018 às 23:34 0 Denunciar Insira 0Podemos manter o Inkspired gratuitamente exibindo anúncios para nossos visitantes. Por favor, apoie-nos colocando na lista de permissões ou desativando o AdBlocker (bloqueador de publicidade).
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