Morirme mirando netflix y reencarnar en algo que no sea yo, es lo que mas me aterra de este mundo, sin embargo, siempre cabe la infinita posibilidad de volver a renacer como un maldito amo del universo y, eso, creo que no estaría tan mal.

Dime Cecilia, ¿alguna vez me amaste?, ¿alguna vez confiaste en mí? ni siquiera te despediste maldita, y hoy después de tantos años, ya lo ves, estamos de nuevo aquí. Un hombre se acerca a ella y le pregunta. —¿Ya decidió que hará con los restos señora? —Los cremare y llevaré sus cenizas a mí casa. —Supongo que eso la hará feliz dónde sea que esté. —Je, je, claro que no, lo hago para que ella me tenga tanto odio por regresarla, que la muy cobarde se sucidara de nuevo, dónde sea que esté.

Un tercio para ti lucifer, y dos tercios más para mí. —¡Oye! eso no es justo —protesta lucifer —Son mis almas, yo las creé, es lógico que yo me quedé con más partes que tú. —Padre, ya has devorado a casi todas las almas en el diluvio que tú mismo creaste y sólo me dejaste migajas. —Comportate lucifer o te enviaré al sótano de nuevo sin comer. —Eres un timador, en mi apocalipsis todas serán mías. —Tarde, ya envié a tu hermano, y en su sacrificio esas almas se ofrecerán solitas a mi.

El viento arreciaba fuerte y el bote se movía salvajemente entre las olas luchando contra el mismo océano, su pelea contra ese gran enemigo no basto y no fue rival pará él. Al hundirse, su ocupante comenzó su propia lucha contra ese océano salvaje, sabiendo que jamás lograría vencerlo. Pero otro bote se acercó salvandolo de ese océano asesino. Emocionado, el agradeció a su Salvador preguntando su gracia. Ella dijo mucho gusto, mí nombre es La Muerte, estoy feliz de que al final pude conocerte.

La profesora de química se acerca a mí, toma mí mano y lame uno de mis dedos. Sus brazos rodean mí cintura y me besa con un hambre feroz y desesperado. sus manos bajan hasta mí trasero apretándolo con fuerza y mete su lengua ardiente en mí boca enredandola con la mía. Luego ella baja mis pantalones y se arrod... —¡levántate Carlos! ¡Cuántas veces tengo que decirte que despiertes. Vas a llegar tarde al trabajo pendejo! —El grito de Carlos es más que un sollozo de amarga frustración. —¡¡Nooo!!

ella fuma un cigarrillo, mientras observa el revólver aún humeante sobre su mesa, sabiendo que en unos instantes volvera a ponerlo en acción, ella mira por última vez a su amado tirado en el piso, con dos hoyos sangrantes en su pecho, luego toma de nuevo ese mismo revólver poniendo el cañon en su cien. Al caer junto a su amado, el revolver se desliza hasta la heladera, más humeante que al principio, esta vez parecía sonreír mientras los cuerpos de los amantes se enfriaban frente a él.

Ver cómo los adultos hemos roto y condenado a nuestro mundo hoy, hace que desee fervientemente volver a tener la ingenuidad y la inocencia de un niño, pero más seguro estoy de que hubiera sido mucho mejor no haber nacido.

Estoy sentada sobre una roca justo en el lado oscuro de la Luna. Desde este hermoso lugar, Contempló maravillada el universo, vacío, prominente, brillante, pero oscuro a la vez,¡Y caramba!, resultó ser más pequeño de lo que yo esperaba.

Verte otra vez es algo que nunca hubiera esperado, sin embargo, no es una sorpresa saber que tu regreso es porque has fracasado... Y volver de nuevo a mi fingiendo felicidad, me hace saber que ese fracaso ha sido más que estrepitoso.

Diez veces intenté acercarme a ti y diez veces has retrocedido, dime querido, ¿eres un cangrejo, o solo un cobarde?

El sentimiento amargo que me produce ver tus lágrimas falsas me obligan a querer refugiarme en un mar de ira e inseguridades, deseando con todo mí ser que la furia de los cielos purgue de este decepcionante mundo tu presencia. No me mereces, solo vete y ahogate en tu infinita decadencia.

Ocho mil millones de personas juraron que era la más pura verdad, pero al final todo resultó ser una vil y asquerosa mentira.

Dos mujeres caminaban por un callejón, una traía una cabeza en sus manos y la otra pateaba un corazón, el policía de la cuadra las ve y pregunta ¿Tu porque traes una cabeza y tú porqué pateas a ese corazón? y las dos al unisonó contestan, lo que pasa es que el nos engaño.

El joven paso por la florería y solo compro una rosa, antes de ello también compro bombones, pero lo más importante que compro en su vida lo llevaba en el bolsillo de su chaqueta. Al llegar a casa de su amada. La vio junto a la ventana, la luz del sol se reflejaba en ella y la hacía ver aún más hermosa. Feliz, la beso en sus labios y se arrodilló ante ella, sacando de ese bolsillo una bella sortija —casate conmigo Adriana, ¡te amo tanto! que no imagino mí vida sin ti.— y ella solo dijo... No.

Bebo el vaso de agua, ansiosa y desesperada, bajo de mí cama, pero no siento la alfombra bajo mis pies. Escucho murmullos en mí sala y salgo de mí cuarto con cautela, encontrándome con mucha gente de negro, junto a algo que no puedo ver, llego hasta ellos y nadie parece verme. solo mí misma yo, me ve... yo, me mira, y yo la miro... ¿o yo misma me vi?... ¿Al darme cuenta de que era yo misma?