Aquí estamos, un año más compartiendo el dulce placer de relatar historias originales. Son muchas las ideas que quisiera compartir con el mundo y la mejor manera de hacerlo es a través de las letras, desde mi punto de vista la mejor de las invenciones humanas.
En este punto si pudiera pedirle algo a la vida sería ver completa la ilusión de la posteridad en mis palabras que aunque torpes son propias e inéditas. A mis cuarenta y cuatro años doy gracias a la tecnología que me permite hacerlo sin mayor contratiempo, sin tantas barreras técnicas ni trabas político- interesadas que frustraron los sueños de muchos escritores que vivieron en el pasado. Haciendo lo que se puede con los medios disponibles tal vez he de ver ese sueño cumplido en los años futuros.
Encontrarán en cada relato algo de mi realidad circundante, no puedo hablar de las realidades de otras personas ya que carezco de la imaginación suficiente para hacerlo, sin embargo hago el claro intento por lograrlo. Los acontecimientos narrados en los escritos son por completo ficticios aun cuando se parezcan demasiado a la realidad. Tampoco los personajes o lugares descritos son verídicos, esta es una aclaración necesaria: “Todo en este libro es inventado”. No obstante las emociones en sí, las que dan fundamento a la redacción de cada texto si provienen de experiencias humanas muy reales sacadas de algún recorte periodístico o el anecdotario personal de algún conocido. En mi tentativa por ser original los he variado lo suficiente como para distanciarlos de una burda copia, inclusive dándoles cuando ha sido posible el final que yo hubiese querido.
Es así que termino mi breve presentación con un gran agradecimiento a aquellos que se tomaron la molestia de leerme ya sea que me hayan aprobado o no. Ese era mi objetivo principal y se ha cumplido.
Con el mayor de los cariños
Katalina Camus
La autora
Merci pour la lecture!
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