Una fría madrugada, a eso de las 3:00 AM en una sala oscura se despierta una mujer, la interrupción de su sueño, el llanto de un bebé. Se levantó del sillón y caminó hacía al lugar donde provienen los gritos, su habitación. Aún algo dormitada empujo la puerta de la alcoba y al entrar en una esquina de esta, se encuentra una cuna donde está envuelto un bebé.
Lo tomó en sus brazos y lo meció con tal de calmarle; luego de un rato de lograr que se tranquilizara lo amamantó y apaciguó su llanto. Deposito el niño en la cuna, salió de la habitación y al volver a recostarse en el sillón, un pensamiento asaltó su mente y le causó inquietud ¡No tengo ningún hijo!
De repente, se vuelven a escuchar los gritos del bebé y es ahí donde se siente la presencia de un joven que con sus aspecto causaba escalofrío…
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