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Situaciones humanas en tiempos de crisis


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Situaciones humanas 1

Las cosas humanas no cambian necesariamente si siempre se hace lo mismo...

Su remedio inmediato es la presencia, desarrollo, manifestación, causa-efecto, consecuencias y repercusiones de las crisis humanas.

Estas traen progresos ante el estancamiento o anclaje humano: la creatividad nacida de la angustia, su inventiva, sus descubrimientos y las estrategias coyunturales resumidas en lo que Albert Einstein acota con estas palabras:


"Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar 'superado'."

El fracaso y la penuria humana violenta el propio talento y respeta más los problemas que las soluciones.

Hacer crisis en la crisis de la incompetencia es hacer inconveniencia en la pereza para encontrar salidas y soluciones.

Hay que hacer desafío a la vida de rutina, a su lenta agonía.


Y hacer méritos contra la crisis humana, pues sólo así se puede dejar fluir lo mejor humano de cada uno de nosotros.

También promover, hablar y no callar de la crisis para evitar el propio conformismo que estanca lo mejor de cada ser humano.

Y trabajar con ella, contra ella, a pesar de ella y desde ella: superar la tragedia de no querer luchar por superarla...


Recordemos que contamos con Cielo y Tierra, son altura y piso naturales inmersas en la Creación del Principio que se debe en su hacer y haber sido.

En cada elemento se contienen principios de caos y orden.

Vacío y espacio finito o infinito.


Acaso también, esa idea de tinieblas abismales cubriendo superficies de principio y de la propia cara del abismo.

Es también asociación de movimiento, que en cada ser vivo, orgánico e inorgánico alienta correspondencias con el cosmos: defendamos el Ser, el Estar.

El Existir y Trascender en lo Humano.


Lo mejor que somos, pues en ello va cada molécula, gramo o espacio del cosmos y la resolución de continuar luchando a como ocurre en estos momentos...

Ahora, pasemos a ciertas situaciones humanas que son conocidas, más que por conocer...

¿Enfrentamos dilemas con nuestro Yo?


¿Cada cierto tiempo o es intermitente y de colores, como los icónicos objetos del semáforo?

¿Así es nuestro carácter y la clase de amor que profesamos hacia nosotros mismos?

¿Te ocurre a ti?


¿A tu pareja?

¿A tus amigos, incluyendo a las mascotas, de la especie de que se trate?

¿En qué momento trasmutamos la ansiedad habitual en mejores emociones de felicidad, paz interior, amor al prójimo o próximo de ambos sexos?


¿Se claudican nuestras esperanzas de vida ante esta pandemia y sus contagios imaginados o hacemos caso equivalente al comino de importancia nula con que vamos por la vida?

¿Estamos a gusto con nuestras circunstancias personales?

¿Quién, mejor que nosotros para saber qué escondemos?


¿Qué escudamos ante otro?

¿Qué pensamos en secreto?

¿Y resolvemos peor y con evidencia, ante personas ajenas que, quizá, ni sepan cómo nos llamamos?


¿Ni quiénes somos?

¿A quiénes achacar nuestros dilemas de existencia: a nuestro yo?

¿Al de cualquier lado de nuestra vida?


¿A ése otro que no conozco?

¿Ante ellos por ser sólo multitud anónima?

Ahora, hasta otra historia...


Siendo


Érase que se es, cuando todo mundo se balancea muy a gusto en sus asuntos propios, que aparece una amenaza de vidas humanas, de animales y de actitudes descolocadas, como ahora ocurre con las variantes de todo y de nada, donde condena la existencia de incautos, desprevenidos, osados, intransigentes y de toda esa caterva de que está llena la Viña del Señor.

Pues bien, la propia vida de cada cual parece no ser la propia de cada quien.

Lo íntimo se expone.


Lo expuesto se oculta.

La mentira pasa por verdad y ésta se le colorea de falsedad pura y, además se hace social para disgustos y gustos propios o ajenos.

Nacionales o extranjeros.


Continentales y planetarios.

En esos días de incerteza-certeza-incerteza, las relaciones humanas ofrecen variantes de peligro ante los embates del peligro de contagios, los cuales, en ciertos casos, nos entregan al ensueño de las nostalgias vividas, experimentadas en, por lo menos, hacia casi finales del año 2019.

Primera moraleja de ese cuento sin fin:


¿Aprendimos a cambiar a la velocidad conveniente respecto de lo aquí mencionado?

En esta segunda apreciación dentro de esta historia, necesitamos atender el grado de aturdimiento que se cierne dentro de nosotros para reflexionar lo que es este planeta: Aquí y Ahora, y no lo que nosotros creemos que debe ser el mundo del futuro mediato e inmediato.

Quienes tienen la fortuna de contar con descendencia directa e indirecta, ya es tiempo de recortar las barbas y cambiar en grados variables y a velocidades constantes.


Todo aturdimiento en el Yo es pausa posible para hacer Yoicidad a conciencia, por ejemplo, siendo testigos de lo que prevalece ante la amenaza actual de la humanidad entera, donde debemos colaborar dentro de trincheras propias para hacer obra negra de mejor futuro y para quienes deben vivir en él.

La segunda moraleja es aprender, reaprender y aprehender a vivir con lo que existe: con o sin pandemia.

Con diez o cien variantes que amenazan la salud humana y reproductiva, sin promover siguientes nacimientos de hijos, sin ton ni son.


Sin abandonar mascotas.

Sin dejar de hacer lo mejor humano ante el primer humano conocido: nosotros.

A su vez y en plural, ante los demás, todo lo cual nos indique que debemos imaginar mejor para sobrevivir sin los esquemas del pasado reciente.


En conclusión: aprender a sabernos adaptativos y a saber cómo hacer antes de hacer, así, nada más por hacer.

La tercera moraleja, es la de auto adherirnos ante lo peor humano para dejar de evitar tomar soluciones que mejoren lo humano.

Una vez alcanzado, mejorar lo mejor humano y evitar volver a las nostalgias del pasado.


En este sentido, se parte en primera persona de singular para llegar a la conjugación en plural, dejando de por medio en el camino lo faccioso o de banderías políticas.

Como también de greyes espirituales y religiosas.

Abandonar las tendencias de consumo irresponsable y asumir el cuidado del planeta en lo posible.


Toda acción pequeña e individual puede ser la suma de la grandeza general.

Ya sea humana, animal, vegetal y todo lo demás que esta asociación contiene en su extensión y significado.

La cuarta moraleja, es acercarnos a la naturaleza, defender su ejemplo de adaptaciones al entorno mismo, pues experimentamos las pérdidas parceladas de mayores extensiones en donde la humanidad tiene su mayor retracción contra el Planeta y su medio ambiente.

En tal sentido, la pandemia, la retracción social, la sana distancia y lo que sea, conveniente, nos demuestra otros caros ejemplos, en casi todos los países del orbe, pues se atiene una infraestructura de salud humana precaria o venida a menos.

En otros casos, resulta ser incosteable para la casi totalidad de pobladores de la Tierra.

Pero también pone al descubierto lo que significa el manejo de insumos de sanidad vital por defender intereses tanto de particulares como de trasnacionales.


Por investigaciones preventivas o recortes brutales a los sistemas de salud mundial.

Ante el sacrificio del personal médico en todos los grados, dado el embate de pandemia y sus secuelas.

Por ser un agente patógeno liberado a propósito o ser una ficción que encumbra y mata dentro de las secuelas de depresión que reina en cualquier país del mundo.


Una quinta moraleja, es la manera brutal en que se explotan y sobre explotan los recursos naturales en el Planeta.

Todo a costa de ganar más de lo ganado, y perder más de lo perdido, sin que se detenga esa destrucción, pues reina un caos tecnificado en puntas de muerte y transformación del hábitat que condenan a más especies animales como de flora, a desaparecer de manera subsecuente.

Por ejemplo, lo que ocurre por acción del calentamiento global y la desaparición de masas heladas originadas en épocas remotas, donde no existía presencia humana.


Una sexta moraleja, es aprender a vivir con sencillez y en comunión con el saber desarrollado por expertos, especialistas y seres humanos dedicados a mejorar las condiciones de vida propia. Pero también, de cuantos defienden trincheras naturales a costa de sus vidas y personas. Y, cuando bien va la cosa, se encuentran recluidas en prisión y con libertades amenazadas.


El lograr que la ciencia se generalice y se ponga al alcance de la comprensión humana común y corriente puede permitir que los gobiernos no se auto proclamen dadores de presupuesto para financiar descubrimientos que ayuden a no mejorar la salud ante una cacareada calidad de vida, sin tener qué establecer parámetros de ejemplo de lo que debe ser ante países más adelantados.

Una séptima moraleja, es aprender a conocer la libertad.

De ésta, en uso común y corriente entre pobladores de todo país.


Luego, en lugares tan distantes de cada centro económico y político, comercial e industrial, social, cultural y educativo, entre otras cuestiones, para hacer que se practique en lo individual y en pareja.

En familia y en comunidad, pero sin ceder todo el control a cada gobierno, respecto de nuestras personas.

De nuestras vidas y datos que se deriven de ello.


En este asunto, es nuestro interés personal, individual y ciudadano no ser presa de lo que somos y representamos ante quien gobierna por turno.

Una octava moraleja, es la de analizar todos los grados que ostenta el actual momento globalizador.

Es decir, no renunciar como fracción ante una homogeneidad que uniforma para controlar lo heterogéneo sin comprender que lo diverso es lo que sustenta ser humanos como especie, no como razas superiores e inferiores.


No como blancos ante negros, amarillos, cafés, rojizos y lo que se acumule. En cambio, ser globales entendidos y conscientes es aprender a reconocernos como somos. En posibilidades de cooperarnos y apoyarnos.


El redescubrir que en los otros estamos nosotros, por ser ante ellos otros y amigables.

En esencia, aprender a colaborar, primer requisito, con uno mismo, para acepar colaborar con otro.

Luego, otros y todos para sí, pues la convivencia no es obra y gracia de quien no, la demanda.


Sino al contrario: ser, en otros, nosotros mismos y construir en colaboración para construir el mundo en globalidad no privativa de libertades, ni de acercamientos egoístas o facinerosos.

Y, así, queda este cuento, para no concluir su reto, esperando que todo lector responda a moralejas propias e incluso, donde sea y en privado.

¿Qué os parece amistades lectoras?


CONTINUACIÓN

SITUACIONES HUMANAS 2

3 Avril 2020 23:08 5 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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Francisco Rivera Francisco Rivera
Alexia Moya Velázquez: Gracias por tus comentarios, Después de todo, también se celebran lectoras atentas, gustosas de adentrarse en la escritura que se hace para quienes se interesan en estas historias. Recibe un saludo cordial.
December 03, 2023, 17:01
MA María Arnaldo
me encanto
November 14, 2023, 12:11
Amo Estricto Amo Estricto
Está bien escrito, solo te falta que encontrar el público que agradezca sinceramente tus consejos.
July 04, 2023, 13:46

  • Francisco Rivera Francisco Rivera
    Amo Estricto: Gracias por el comentario. No preocuparse, hay lectores de ambos sexos. July 04, 2023, 14:52
Francisco Rivera Francisco Rivera
Presencia en momentos de crisis y reserva de accionar humano para prevenir vida y accionar humano...
April 03, 2020, 23:07
~

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