Uno...dos...tres, fuertes golpes retumbaban la casa, los gritos de sus padres eran cadas vez más fuertes, él se encontraba asustado mientras miraba por la ventana como los niños jugaban en el pequeño parque, pero solo esa felicidad era en ellos, mientras que en él solo eran violencia y miedo.
Cada vez que sus padres iban a discutir, su madre lo mandaba a su habitación, le decía que se colocara los audífonos y que escuchará música, ella pensaba que no escucharía el pleito que tenían, pero eso no era cierto Smith escuchaba todo, los golpes, los insultos e incluso los llantos de dolor de su madre.
Decidió salir de su habitación, al hacerlo vio una escena que lo impacto demasiado, su padre se encontraba con una botella rota en sus manos, mientras su madre se encontraba desangrándose en suelo blanco, él empezó a sentir como sus mejillas empezaron a humedecerse, se acerco lentamente a ella, se arrodillo delante del cuerpo , acerco sus manos temblorosas a las mejillas de aquella mujer que le dio la vida, que le enseño hacer el muchacho que era ahora, no le importaba mancharse de sangre...con los ojos llorosos alzo la vista hacia a su padre.
- ¿Porque lo hiciste? Me quitaste a la persona más importante de mi vida, me arrebataste a mi única razón de estar vivo,eres un maldito monstruo, te llevaste a mamá. -añadió con voz temblorosa-
Su padre solo lo miro y salio de casa. Smith solo observaba a su madre con lágrimas en los ojos, el sabia que la vida no iba a hacer fácil ahora, ya no tenia a quien contarle sus problemas, ya no tenia a nadie estaba realmente solo. Con sus manos temblorosas cerraba los ojos de su bella madre.
-¿Porque... me dejas ahora?...soy apenas un chico de 16 años...porque mamá..seré un buen hijo no me dejes...-añadió susurrando, mientras cerraba sus ojos -
Cuando iba pronunciando esas palabras sentía un leve calor detrás de su espalda, se acercaba poco a poco hacia él y sintió un peso en su hombro.
- Todo pasará te lo aseguro, ahora vendrán nuevos desafíos para ti y se que los superaras, solo recuerda que te amo y siempre lo haré mi pequeño. -añadió esa voz-
Smith no podía creerlo estaba escuchando la voz de su mamá, alzo la mirada encontrándose con ella, vestía un traje blanco y una coleta en la cabeza, él muchacho se tenso al ver como su madre pasaba su mano por su mejilla. Su madre sonrió al ver su reacción.
- Cariño no te asustes, vengo a despedirme de ti, gracias por haberme hecho sonreír y decirme que todo pasará, estaré cuidándote en el otro mundo, cuando sientas un leve roce en las mejillas es porque estoy ahí contigo y diciéndote cuanto te amo. -sonrió ella-
Smith abrazo a su mamá mientras sus lágrimas caían rápidamente por sus mejillas, ella tocaba sus cabellos y depositaba besos en su frente..
-Adiós mi niño -dijo ella separándose del muchacho -
-Adiós mamá - añadió sollozando-
Al decir esas últimas palabras la imagen de su madre desapareció dejando a un muchacho con lágrimas.
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