Cuarentena Suivre l’histoire

Mediados de marzo.

Junto a todos los vecinos, estaba encerrada en mi casa para evitar contagiarme de covid-19.

No se los demás, pero esos días estuve muy aburrida.

Despertaba, me hacía de comer, jugaba un rato por ahí y otro por allá. Checaba si tenia pendiente algo del trabajo, en caso de que si tuviera lo hacia y en caso contrario, jugaba hasta dormirme de aburrimiento.

Todo lo anterior se repetía día a día

10 de marzo

Me encontraba en mi aburrida rutina de siempre cuando vi una pequeña luz en el refrigerador.

En ese momento no le puse atención pero en la tarde de ese mismo día otra luz un poco más grande pasó enfrente de mi, quitado toda la probabilidad de que estuviese deliriando.

Por extraño que parezca, pensé que era un mosquito, así que trate de aplastarlo con las manos.

Como si estuvieran defendiendo a su reina, muchas más luces salieron. ¿De donde? Quien sabe.

La curiosidad me invadió y con un vaso que tenia cerca traté y traté de atrapar a una de esas misteriosas luces.

Una hora después finalmente lo atrapé. Coloqué el vaso con la ¨entrada¨ hacia la mesa para evitar que la criatura escapara.

Puse algo de peso en la parte de arriba del vaso para evitar que escapara.

Fui a la cocina por la lupa.

Regresé y puse la lupa sobre el vaso, permitiendo así, ver a la misteriosa criatura.

Que sorpresa tuve!

Pues no era más que una niña pequeñísima!

No medía más de 5 cm!!

Aun ahora puedo recordar perfectamente su aspecto:

Risos azul claro y una cara redonda, solo un poco ovalada.

Sus ojos eran blancos como la nieve! Algo sumamente extraño!

Su vestimenta estaba conformada por unos pantalones azul oscuro, unas botitas negras y blusa negra con flores blancas.

Lo más sorprendente de su imagen eran sus alas azul claro, igual a sus ojos.

-E-eres un hada!- exclamé al ver sus alas.

-S-suéltame!!-contestó ella en cambio.

En ese momento no la escuché, estaba enbobada con sus alas.

Entonces recordé, las hadas con alas azules, según la mitología Laniriana eran las encargadas de repartir las enfermedades a la humanidad.

Las temidas Nāngf̂ā rokh.(hadas de la enfermedad en tailandés)

Juro que toda mi emoción fue sustituida por frialdad.

La niña, también debió percatarse de mi cambio de humor, pues se acurrucó en el otro extremo del vaso.

-Tú fuiste?- le pregunté en un murmullo furibundo.

La niña consiguió negar con su cabecilla.

-Entonces? ¿Qué haces tu y tu raza de hadas de la calamidad en mi casa?- le pregunté casi gritando.

La niña volteó hacia mi, se puso de rodillas

-M-me llamo Milán. S-soy la princesa de las Nāngf̂ā rokh. Vengo de parte de mi padre Akim para pedirles disculpas a los humanos por causar la enfermedad del Covid-19.

Mi furia dio paso a nuevamente a curiosidad. Milán siguió explicándose sin inmutarse.

-Uno de nuestros magos lanzó un hechizo a este mundo por error. Mi reino esta trabajando para disiparlo lo más pronto posible.

De pronto, su imagen empezó a hacerse polvo.

-Me tengo... que ir, como deber de la embajadora de los Nāngf̂ā rokh tengo que en...viar este mensaje a la m...ayor parte de los hu...manos.-se terminó de hacer polvo y luego este desapareció

20 de diciembre

Se que suena loco, pero ustedes están por el periodo de tiempo en que Milán me visitó.

Acá en Laniria, el Covid-19 desapareció gracias a los botánicos y a la estación verde.

Puede que tarde un poco, pero seguro ella te visitara. Recuerda que ese virus o hechizo no es para siempre, ni mucho menos el fin del mundo.

Fin del mensaje

Buena Suerte!

Joss