Cuando llegó el amor toco un corazón herido, roto y lleno de desilusiones. La reacción fue de alegría ante un sentimiento que desconocía.Cuando me crucé con el amor comencé a experimentar mariposas en mi estómago, era tan raro que preguntaba es esto amor. Un día alguien le dijo que el amor era compromiso y con el permiso del corazón podía establecer una relación para toda la vida. Pasaron varios años de felicidad y hubo momentos difíciles pero superados. Siempre pensó que el amor duraría hasta que la muerte nos separara, pero tristemente llego la crisis y el desamor.
El amor va menguando poco a poco porque ambos no trabajaron para mantenerlo vivo.Este sentimiento tan puro creado y enseñado por Dios se iba desvaneciendo. La jornada menos deseada había llegado donde se terminaría toda esperanza fundada. El amor le dejo dos bellos tesoros más valioso que el oro. El corazón comete el error de cerrar las puertas hacia el amor y aunque haya una razón; No se puede dejar de creer en el amor. En la palabra de Dios nos dice: El amor es paciente, es bondadoso.
El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor (1 corintios 13:4-5). Ella aprendió a amar de verdad al dejar que Dios le enseñara lo equivocada que estaba. Al pasar de los años conoció su verdadero príncipe azul, Si de ese que nos hablan desde pequeñas y aprendemos a pensar que son reales. Amar es como volver a nacer, es como volar y también es un sentimiento tan especial. Desde que conoció este amor comenzó a llamarle su Bendición. El amor se convierte en una bendición cuando tiene la intención de sanar, construir, reparar y amar con el corazón limpio. El le ofrece un amor que no se rinde, un amor de entrega total, un amor que no mira defectos, ni pasado, un amor capaz de ser fraternal, filos, ágape y eros. A través de la palabra de Dios aprendemos que la esencia del amor proviene de Él y cuando un hombre embestido de esa esencia en su corazón adquiere la capacidad de amar a su princesa como Dios espera.
Cuando aprendemos amarnos como nos ama el Padre Celestial también podemos amar a un amigo, hermano, pareja y extraños.Dios dice a través de su palabra en, Mateo 22:37-39 ) Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Jamás te prives por culpa de una desilusión, Dios hace cada mañana nuevas y llenas de misericordias. Amar también es perdonarse y perdonar cada herida.
Merci pour la lecture!
Nous pouvons garder Inkspired gratuitement en affichant des annonces à nos visiteurs. S’il vous plaît, soutenez-nous en ajoutant ou en désactivant AdBlocker.
Après l’avoir fait, veuillez recharger le site Web pour continuer à utiliser Inkspired normalement.