No soy alguien especial, para nada, vivo encerrado en mi propio departamento, trabajo, estudio y compro sin salir de la puerta, no me gusta el contacto humano, es tedioso y aburrido, un día como cualquier otro empecé a sentir un horrible dolor de cabeza, a toser sangrando y a sentir como si mis uñas y dientes fueran a salirse en cualquier momento.
Quise seguir con mi vida como cualquier otro, simplemente encerrado esperando mi muerte, hasta que mi único amigo Online me dijo que realmente estaba preocupado por mi y que necesitaba tratarlo de alguna manera.
Google no me ayudó para nada, muchas enfermedades distintas con los mismos síntomas, y mientras la fiebre seguía, un mensaje por Discord me pidió por favor que fuera a un médico.
Me comí mi orgullo, y mis ganas de gritar al salir. Mi piel definitivamente era algo que a la gente no le agradaba, al mirarme las manos eran muy pálidas, mis venas parecían traslucidas, y con mucha desgana, logré llegar al médico.
No me gusta el contacto humano, y este tipo con toda su “preocupación profesional” estaba pasando sus manos por todo mi cuerpo, me hizo unos análisis, pidió unos exámenes… Etc.
Dos semanas después, fui de nuevo, sintiéndome peor, los análisis, los exámenes, no decían nada que se entendiera de forma decente.
No tarde mucho en volverme una rata de laboratorio.
Me estudiaban, me miraban, tocaban… Era horrible.
Hoy, Han pasado 3 meses encerrado en este infierno que es la cuarentena. No tengo dientes, no tengo uñas, perdí un ojo, y probablemente si no fuera por las constantes transfusiones de sangre, estaría muerto.
Los científicos que me miraban siempre eran distintos, cada semana cambiaban y cambiaban.
Un día, llegó alguien con traje y lentes oscuros, imponente se colocó en el micrófono y mencionó algo que no pude sacarme de la cabeza.
“Aún no entendemos que tienes… Pero se transmite por sudor.
Nuestro último recurso ha llegado. Necesitamos hacerte una eutanasia”
En mi camino a la sala de ejecución, veía pacientes y pacientes, los mismos síntomas, algunos se veían como los científicos que me habían tratado.
¿Qué tan lejos había llegado esto?
¿Qué clase de medidas están tomando?
¿Por qué mi muerte es relevante?
¿Por qué te presté atención y salí de mi casa para “mantenerme con vida”?
Dime que no has tocado a nadie en estos últimos meses.
Perdóname por matarte antes de conocerte.
Estoy aquí sentado, esperando mi muerte con ojos en todas partes.
¿Cuántos de ellos están infectados?
¿Cuántos de ellos no saben que lo están?
¿Cuántos más lo estarán?
¿¡Por qué siento que todo es mi culpa!?
Quería gritarles, decirles que corrieran, que no tocaran a nadie, que se despidieran, que hicieran lo que quisieran.
Al mundo no le queda mucho tiempo.
Y yo, Ya estoy muerto.
Merci pour la lecture!
Nous pouvons garder Inkspired gratuitement en affichant des annonces à nos visiteurs. S’il vous plaît, soutenez-nous en ajoutant ou en désactivant AdBlocker.
Après l’avoir fait, veuillez recharger le site Web pour continuer à utiliser Inkspired normalement.