En el infierno la morada de los esposos Lucifer y Lucien, se vive la tranquilidad desde que se arreglaron los problemas con el Omnipotente, quién se quedó prendado de su nieto Lucius, un hermoso niño de ojos azules que prácticamente ha heredado de su abuelo casi todos los atributos físicos y espirituales.
Un niño feliz de tener a sus padres y sagaz de poder hacer lo que le da la gana por los poderes que posee, poderes que superan a su padre, eso le advirtió el Omnipotente a Lucifer...«Tu hijo gobernará el mundo y tú estarás bajo su dominio».
—Lucius, mi amor, ven a desayunar
—¡Ya voy mami!
Lucius estaba jugando con algunos demonios a las vencidas y les ganaba fácilmente a pesar de ser unos demonios guerreros y no es que se dejaban ganar por ser el hijo de su Rey Lucifer, no nada de eso, era que Lucius realmente era poderoso.
—Amor, tu padre está ocupado, pero te dejo esto, más tarde regresa
Lucius miró la cajita que le dejo su padre, la observo, le dio vueltas, hasta que la abrio y era una hermosa rosa negra, que al alzarla despidió un humo rojo y se formó un corazón y el rostro de su padre sonriente
Lucius se carcajeo, pero abrazo la cajita diciendo
—¡Te amo papi!, siempre con tus regalos, ¡por eso te amo!
—¿Te gusto amor?
—¡Si mami!, jejeje, me gustan los regalos de mi papi
—Es que te ama demasiado y yo también, pero prefiero amarte así cerquita, para besarte, ¡mua, mua!
—¡Mamiiii !, jajaja, ya estoy grande
—Mi amor, para mí, siempre serás, ¡mi chiquito hermoso!
Lucius miraba a su madre sonriente, siempre dándole amor puro, se sentía feliz, era feliz, nada le hacía falta, cuando se le escucho decir con su dulce voz
—¡Abuelitooo!
—¡Holaaaa!, jajajaja, hola niña preciosa, vengo a visitar a mi nieto
—Hola suegrito, jejeje , ¡¿puedo decirle suegrito?!
—Oh, ¡claro que sí!, mi chiquito te ama como yo lo amo a Él, ¡¿cierto mi chiquito precioso?!
—¡Sí abuelito!, te amo mucho y amo a mis papás.
Corrió a abrazarlo, el Omnipotente sintió el abrazo de su nieto Lucius, como si fuera su último aliento de vida, lo amaba más que a todos sus Querubines, Arcángeles y ángeles, para Él cuando abrazaba a su nieto, sentía que no había nadie más en el universo, se volvía como si todo estuviera blanco y solo ellos dos existieran en todo el universo, así era el amor de Él para con su nieto, era su todo.
Los demonios miraban con admiración cuando el Omnipotente visitaba a su nieto, el ambiente se volvía más cálido de lo usual, pero se veía un destello blanco que iluminaba el infierno, todo se quedaba quieto allí y por eso Lucifer, sabía que su padre, estaba en su casa de visita, al darse cuenta regreso rápidamente, quería verlo
Llego a su morada entro rápidamente y vio a su padre, su cara se ilumino de la alegría
—¡Padre!, estas aquí, ¡te extrañaba!
—Hijo, ¡¿que tal?!, jajaja, vine a visitar a Lucius, ¡está hermoso!
—Padre, ¡mi hijo te adora!
—Lo sé, siempre me lo dice en la mente, jeje.
—Padre, estamos pensando en la educación de Lucius, quería dejarlo decidir donde estudiar, llevarlo que conozca las escuelas y que decida la que le guste.
—Me parece buena idea, que estudie donde se sienta bien, ¡sin presiones!
Lucius miraba a sus padres y a su abuelo conversando, tenía una hermosa sonrisa, miraba a quienes amaba, escuchaba lo que decían, comprendía el alcance de la conversación y la decisión que debía tomar, pues era un, niño muy maduro para su edad, pero que más se podía esperar de Él, era "EL NIETO DEL OMNIPOTENTE"
Los tres hablaban, pero Lucifer dijo
—Mañana empiezo a visitar las escuelas, que las vea y después que decida donde quiere estudiar
—¡ Estoy de acuerdo!, es muy maduro para saber lo que quiere
—Mi nieto sabe lo que quiere, ya debe tener pensado donde estudiar
—Padre, ¡¿estas seguro?!
—¡Como que soy tu padre!, jajaja
—Lucius, amor ven acá un momento, ven mi vida
Lucius al escuchar a su madre llamándolo, fue corriendo a su lado.
—Dime mami
—Mi chiquito, tu abuelito dice que, tú ya sabes en donde quieres estudiar
Lucius miró a su abuelito y sonrió en complicidad con Él
—Sí, ya sé en donde quiero estudiar.
—Oh, ¿podríamos saber hijo?
—Quiero estudiar en Ecuador, donde vive mi tío Railes
Todos se miraron, pero era su decisión y el Omnipotente se alzo de hombros sonriendo
—¡Les dije que ya había decidido!
—Bien, debo llevarlo que vea en que escuela quiere ir
—Mi chiquito bello, ¡va a la escuela!—dijo Lucien
—Lucius, estudia mucho, aprende, debes ser el mejor estudiante y destacar en todo
—¡Claro que si abuelito!, soy tu nieto y voy a ser el mejor
—Jajaja, no esperaba menos de ti, ¡jamás!
—Bien debo irme, Lucius siempre serás mi orgullo, vendré a visitarte más seguido ah
—Abuelitooo, ya verás, ¡voy a ser el mejor!, debo gobernar el mundo con mano firme.
Ante estas palabras Lucifer y Lucien sonrieron, palabras dichas por su amor chiquito, que era más maduro de lo que parece.
—Adiós Hijo, Adiós nuerita querida
—Adiós padre, adiós suegrito
Se escucharon unos pasos fuertes llegar hasta la puerta de la morada de Lucifer y se escucho
—Lucius, ¡llego tu tío querido!
—¡Mi tíoooo!, jajaja, ¡tíooo Abbaddon!.
Salio con una gran rapidez que tomo de sorpresa a su tío y lo arrastro hacia el suelo caliente del infierno en medio de unas grandes risotadas
—Jajajaja, ¡que fuerza Lucius!.
—Tíooo, son meses que no te veo
—Oh, sabes que debo cuidar la parte sur del reino de tu padre.
—Pero ya estas aquí tíooo , jajaja, ¡mi tío querido!
Lucifer y Lucien salieron, para ver el espectáculo que formaban cada vez que se encontraban, eran unas luces purpuras que despedían los dos y hacían unas sombras de ambos abrazados
Los habitantes del Infierno miraban esas sombras gigantescas, era un espectáculo hermoso que no se veía así nada más ahí.
—Lucius, ¡ya vas a estudiar?, ¿elegiste donde vas?
—Sí tío, cerca de donde vive el tío Railes, en Ecuador.
—Ah, te gusto ese lugar, bien, serás el mejor en todo, como debe ser
—Sí tío, como sé quién voy a ser, debo hacer el esfuerzo y aprender todo lo que pueda.
—Claro que sí Lucius, además de ser el Hijo del rey del Inframundo, eres el Nieto del Omnipotente.
Se levantaron riéndose y se encaminaron hacia donde estaban parados los padres de Lucius.
Todos juntos entraron para festejar la visita del tío Abbaddon, «el tío más querido de Lucius».
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