Mi cuerpo yace rendido sobre el sostén de mis rodillas
Un rostro que recibe caricias ofrecidas por un invierno nocturno
Me encuentro obnubilado sin deseo u pensamiento alguno
Cuales sentencias he de preguntar ante tal surrealista realidad
Privado de sentimientos y con emociones arrebatadas
Una gota cristalina recorre el pálido de una mejilla carente de calidez
Como si se tratase de una flecha atraviesa en recto aquella lagrima
Cuya frialdad siento como una estaca en mi piel
El sentir de un cuerpo descansando sobre unos brazos entumecidos
Aquel ser quien me ha atrapado incontables veces inerte ante mi yace
Que será de mi alma cuyo propósito era tu corazón cual ya no late
Que ocurrirá con el sabueso separado de su dueño sin nadie a quien rendir fidelidad
Sin una razón en su existencia, sin un nadie al cual amar
Piel de porcelana blanquecina y fría al tacto de un fallecido
Tus ventanales color esmeralda cuyo brillo ha desaparecido
Aquella sonrisa competencia del Sol al derretir a quien se mostraba ante su rango
Ahora la veo con horror transformada en una mueca entre labios grisáceos
De tu largo cuello escapan dos ríos carmesíes brotando con lo que aún queda de tu esencia
Me auto destruyo al saber que de ahora en adelante careceré de tu presencia
Mis dedos atrapados en enredaderas azabache
Ojos petrificados al encuentro de los míos
El inmortal que vive en solitario
Solicitud rechazada de una compañía eterna se haya culpable
¡Pido disculpas por mi egoísmo!
Con gotas nublando mis ojos ruego a los gritos
En la obscuridad aun soy testigo de tu belleza y por su perdida muero,
De ahora en más permanecerás como una estatua inmaculada por siempre...
En mis sueños
Merci pour la lecture!
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