Hoy se podría declarar el peor día de mi existencia, mi madre la diosa Demeter quiere mandarme a la tierra, a mi me encanta el olimpo y no quiero bajar, toda mi vida esta aquí y mis amigos pero mi madre quiere que nunca me enamore, pero bueno ya me negué a su decisión , hasta trate de amenazarla pero nada funciono, la verdad no se que hacer.
Hace diez minutos que llegue a la tierra, no se ve tan mal, los arboles y los animales son muy hermosos, el cielo azul me trae paz y tranquilad, extraño el olimpo pero tratare de no sufrir tanto aquí, ademas vengo con Atilia, mi mejor amiga, la ninfa que fue asignada por mi madre para atenderme, -Atilia, crees que pueda ser feliz aquí- le dije con tono deprimente, a lo que ella me dijo- Mi diosa, los nuevos comienzos siempre son buenos, la vida aquí es simple, trate de sonreír--. Al poco rato llegamos a una linda casas en lo mas alto de un árbol, mi cama estaba echa por flores silvestres me recosté a pensar en lo que tenia antes hasta quedarme profundamente dormida.
A partir de ese día mis días son tan simples, salgo de mi casa, busco fruta para comer, converso con animales y me divierto haciendo florecer campos, pero un día escuche una dulce voz, era una hermosa mujer con un niño en brazos, delicadamente les hable- Que gran día el de hoy ¿No les parece?- la mujer me miro y contesto- Mi niña tienes toda la razón, me presento mi nombre es Afrodita diosa de la belleza y este hermoso querubín es mi hijo Eros dios del amor - su nombre me parecía familiar pero lo deje pasar, mantuvimos una alarga charla hasta que me pregunto algo un poco desconocido para mi - Mi niña, ¿Sabes lo que es el amor?- negué con la cabeza y me explico- El amor es un sentimiento a alguien, sientes que el corazón se te sale del pecho, su rostro es lo único que quieres ver todos los días, y deseas que nunca se vaya de tu lado- en ese momento recordé lo que mi madre me había advertido sobre algo similar, me pare deprisa, trate de despedirme amablemente- Afrodita, tengo que irme ya es tarde, ese tema lo tengo prohibido de hablar y de sentir, lamento que me vaya así, fue un gusto conocerte nos vemos luego- ella tranquila y un poco sorprendida contesto- Claro mi niña regresa con cuidado te veo luego- corrí hasta el árbol donde me quedaba, Atilia me cepillo el cabello y me fui a dormir pensando en lo que Afrodita me dijo.
Merci pour la lecture!
Nous pouvons garder Inkspired gratuitement en affichant des annonces à nos visiteurs. S’il vous plaît, soutenez-nous en ajoutant ou en désactivant AdBlocker.
Après l’avoir fait, veuillez recharger le site Web pour continuer à utiliser Inkspired normalement.