A VECES PASO Suivre l’histoire

Un día como hoy, 31 de julio, en 1976, apareció un cuerpo en el sótano de una casa de mi pueblo. El cuerpo nunca se supo a quién perteneció, se murmuraba que era de la esposa del dueño de esa casa porque desapareció en esa misma época, pero hace 4 días apareció en la casa de éste. Para ella, parece que el tiempo no pasó en absoluto, seguía igual que hace 43 años.

En todo este tiempo, me encargué de buscar a quién perteneció el cuerpo, no podía pensar en otra cosa. El cuerpo era de una mujer de unos 35 años de edad, piel blanca, pero pelo totalmente negro como lo es el carbón, una siniestra Blancanieves. Esta mujer sufrió toda clase de golpes, violaciones, e incluso le arrancaron los dedos uno a uno. Pero no tiene rastro de ninguna clase de ADN ni de semen, ni de sangre. Es decir, como si la hubieran limpiado completamente.

Yo fui la policía que se encargó del caso, y aunque ahora el caso está cerrado sin resolver, sigo investigando por mi cuenta. Encuentro pistas, pero después de 43 años, es un poco inútil indagar aún más.

La vecina, la que vivía en la casa del sótano, quiere reunirse conmigo, dice que sabe de qué trata todo el asunto del cuerpo, dice que todos lo sabemos, pero no queremos decir nada.

Hoy, 4 de agosto, voy a reunirme con ella, puesto que ha decidido ser un poco pesada con el tema.

- Buenos días.

-Buenos días. Tenemos que hablar muy seriamente de tu caso.

-Soy toda oídos.

-¿No recuerdas nada? Algo debes recordar de aquel día en 1976.

-Sí, recuerdo haber encontrado un cuerpo, de que te fuiste de la ciudad y de no poder encontrar nada de nada relacionado con el caso.

- A ver, haz un poco más de memoria, Blanca.

¿Blanca? Era la primera vez en mucho tiempo que escuchaba aquel nombre, mi nombre. ¿Cómo se me pudo pasar otra vez? No me presenté como es debido.

Mi nombre es Blanca, bueno dejó de serlo un bonito y perverso día de julio, en el año 1976, cuando fui hallada muerta en el sótano de mi vecina.

Siento mucho no haber sido clara desde un principio. A veces se me pasa decir que sigo en busca de quien me mató, bueno, nos mató a mi y a mi querida vecina. Ella siempre está cuando más la necesito. A veces paso de todo esto y sólo quiero desaparecer, como lo hizo mi asesino. ¿O puede que no desapareciera, y esté leyendo este diario ahora mismo?