¿A quién no le ha pasado alguna vez, el querer pasar página y no poder…?
Han pasado ya 2 años desde aquel encuentro, suponía que por ser tan mayor no me engancharía, parece mentira que yo... que me creía orgulloso y presuntuoso no pudiera superar este adiós. Un adiós que... en un primer momento creía que iba a ser un hasta luego.
Cuantas veces pensaba que ya había pasado página, pero no, ahí seguías en el interior de mi hipocampo, resonandome los oídos constantemente con ese sonido tan peculiar.
Te clasifiqué en aquellos recuerdos positivos para almacenarlos y recordarlos con gran gratitud, pero no, tú no me dejabas en paz, tú ibas y venías por mi mente cómo si ya vivieras en ella. Por fín creí que te había dejado de lado, no por olvidarte sino porque me había acostumbrado a vivir así, y aunque suene un poco perverso ojala se inventase una máquina en la que pudiéramos borrar todo aquello que queremos eliminar.
Creo y espero que esto sirva de despedida, sé que has sido parte de mi historia pero no quiero que sigas en mi camino. Adiós vieja máquina de escribir Olivetti.
Merci pour la lecture!
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