sloth Roxie

Arlet, una chica de 24 años fue la primera portadora de algo llamado La Bestia. Se desconoce la procedencia y naturaleza de este ser o fenómeno, pero quienes lo portan, buscan su propagación por medio de la satisfacción sexual. Poco a poco se empieza a hablar de esto en las calles y, por supuesto, en las iglesias, teorizando de lo que puede tratar, pero pocos están dispuestos a hallar la verdad sin caer antes en el pecado.


Érotique Interdit aux moins de 21 ans.

#sexo #la-bestia #satanismo #lujuria #epidemia
0
3.8mille VUES
En cours
temps de lecture
AA Partager

Génesis

 

Antes de día cero, aquel lugar no era más que cualquier pueblo semi-rural. Calles de tierra pobladas por casas de concreto bien distanciadas entre sí, y sólo más al centro el suelo era de asfalto, seguramente para beneficiar el andar de los vehículos y dar comodidad a las personas que paseaban por centros comerciales, cines y edificios administrativos.

Por entonces, pocas historias se contaban. Típicos rumores de viejas brujas, borrachos violentos y otras cosas menos interesantes. No era un sitio ajeno al desarrollo, sólo que todo llegaba tarde.

Arlet, una lugareña de 24 años que recién se había graduado de psicología en una universidad de la ciudad más cercana (que no era precisamente cerca), sería la portadora de la semilla del caos, una maldición, o una bendición según como se mire. Pero todo aquello se mantenía resguardado secretamente en su interior, esperando el momento, el día cero.

Era un día domingo, 9:00 am. Se preparaba para asistir a la misa como toda buena católica, arreglándose su larga cabellera rubia frente al espejo de su habitación. Aunque en los últimos años había estado dudando de su fe, sus pensamientos no fueron lo suficientemente oscuros para dejar sus costumbres religiosas. Cepillaba su cabello una, y otra, y otra vez, hasta que sintió un ligero malestar que invadía toda su espina dorsal, y la sensación se esparcía por sus venas, a sus extremidades, y finalmente su cabeza y su pecho. Cayó al suelo, apenas sujetándose con sus manos, temblando y sin poder hacer grandes esfuerzos. Estiró su brazo, alcanzando el móvil que reposaba sobre su cama, no sin que antes éste se cayera por la torpeza de sus movimientos y recogiéndolo. Hizo una llamada, una muy corta a un amigo cercano, y sin poder seguir hablando, cayó desmayada.

Eric, amigo desde la infancia de Arlet, tomó unas llaves y se subió a su camioneta. La voz débil en la llamada le aterró, no sólo porque ella no pronunciara ninguna palabra en particular, sino por la distorsión del sonido, como si alguien, o algo muy extraño merodeaba cerca de ella en esos momentos. Habrá tardado 10 o 15 minutos en llegar, pero la adrenalina le hizo apreciar una eternidad. Una vez frente a la casa de su querida amiga, bajó y rápidamente entró. Todo parecía en orden, todo donde debiese estar y cada habitación vacía, menos cuando entró al dormitorio. No encontró a Arlet en ese sitio, y cuando se disponía a salir y marcharse para buscar a su amiga en otro lugar, algo lo tomó en brazos con fuerza. La puerta frente a él se cerró de golpe, y antes de que el miedo lo consumiera, la vio. Era Arlet, desnuda sobre la cama con sus piernas abiertas en dirección a su amigo. Su delgado cuerpo estaba sudado por completo, su cabello desordenado, los pezones erectos, y su vagina empapada. En aquella posición, Arlet le dirigía la mirada a Eric, con una pequeña sonrisa, una ceja levantada y un dedo que le indicaba acercarse.

Eric estaba paralizado. No era el escenario que esperaba, pero no estaba descolocado únicamente por la lujuriosa imagen que presenciaba, sino por las palabras que escuchó por parte de la preciosa mujer.

-Eric, tómame... -dijo Arlet, pero no sólo era su suave voz orgásmica, Eric entendió que aquel ruido que escuchó en la llamada no fue un error del móvil, aquella distorsión acompañó cada una de las palabras de la mujer, aquella distorsión era otra voz, pero también salía del interior de su boca, era una voz gutural, infernal. Fue demasiado para él, se borró.


28 Février 2019 07:15 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
0
Lire le chapitre suivant El primero

Commentez quelque chose

Publier!
Il n’y a aucun commentaire pour le moment. Soyez le premier à donner votre avis!
~

Comment se passe votre lecture?

Il reste encore 1 chapitres restants de cette histoire.
Pour continuer votre lecture, veuillez vous connecter ou créer un compte. Gratuit!