De repente muero,
la vida se ha terminado.
Mi corazón coge el vuelo
después de estar encerrado.
Sometido a la cárcel de dolor
que me ha estado rodeando,
como un libro de necesidades
que el camino han complicado.
Ya soy libre
en la esfera desconocida.
Para muchos, vida llena,
aunque para mi vacía.
Por fin toca descansar,
ya que he sido desterrado
de la ciudad de complejos,
prejuicios, manipulación y daño.
No entiendo donde estoy,
no se hacia donde voy,
miro atrás y no veo nada,
viví ayer y he muerto hoy.
No paro de subir,
mi cuerpo se queda atrás
Voy directo hacia la luz
a la cual tu también iras.
Buenos días caballero,
me invitan a entrar.
Después de tanto subir
ya he llegado a este lugar.
Veo un jardín lleno de rosas
que no paran de llorar.
Y en el centro una fuente,
que no para de sangrar.
Un temor intenso,
siento al estar aquí.
Aunque el mundo es peor,
donde soy un maniquí.
Quiero escapar de este ciclo
pero no se como,
allí abajo no soy nada
y aquí arriba lo soy todo.
No soy nada.
Todo se ha acabado.
Mi alma flota libre,
como los pies de un ahorcado.
La muerte me abraza.
Me da calor y sueño.
Me acaricia la piel,
como la soga al cuello.
Mi sangre ya no fluye,
huye de mi cuerpo.
Todo avanza deprisa,
dame solo un momento.
Necesito despedirme
de todo aquel que me importa.
Necesito deshacerme
de mi conciencia rota.
No soy nada.
Solo cenizas en el viento.
Solo polvo de arena.
Solo una brisa de invierno.
Solo la húmeda calor.
Solo el sucio temor.
Solo sin mi valor.
Solo sin mi pasión.
No necesito nada más.
Puedo ser feliz.
Puedo morir en paz.
Puedo verte reír.
Desde aquí lo veo todo.
Te miro, te observo.
Y por el daño causado, te perdono.
Mas aquí te espero.
Merci pour la lecture!
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