gaby_rodrz Gabriel Rodriguez

En una noche, una adolescente encuentra diversión y amor en un vecino con el cual casi no habla.


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Besos con sabor a chocolate


Era una noche fría y ventosa sin luna en diciembre cual era iluminada por los adornos navideños de la "Calle las Flores" en el sector "Villa Marisol" de Metrópolis, Toa Baja. Un joven llamado Matt se asomó al balcón del segundo nivel de su residencia.

Al mirar hacia el lado izquierdo, vio a su vecina de al lado, Sara, quien se encontraba observando las estrellas. El cabello negro de su vecina se movía con el viento, sus ojos grandes y brillosos color marrón lucían anchos y tristes. En sus manos ella cargaba una rosa que solo le quedaban dos pétalos. Matt no hablaba muy a menudo con su vecina. Usualmente es un saludo de lejitos o unas felicidades en los días festivos. En esas raras ocasiones siempre se perdía en su mirada o tartamudeaba. (Aveces ambas cosas) Ahora era la oportunidad de tomar la iniciativa y que el tiempo cambie a su favor.

"¿Estas bien?" - preguntó Matt desde su balcón. Esta vez sin tartamudeo.

"Sí, Gracias, Matt."- le responde limpiándose las lágrimas con su blusa color negra.

"No me mientas."

Matt brincó hacia un pequeño techo de zinc que dividía los balcones de las dos casas, se arreguindo del barandal, y saltó al balcón de Sara como si fuese un gato. Colocó su mano temblorosa en la mejilla de su vecina y le volvió a preguntar. También le dijo que era navidad tiempo de felicidad, celebración, comer o beber hasta el fondo. Ella comenzó a reírse y lo abrazó dándole las gracias por ser tan bueno. El se sonrojó, respiró profundo y le dijo que no tenía que agradecerle. Sara le sugiere bajar al jardín interior de la casa de ella para hablar mejor. Se sentaron en un pequeño muro color azul y blanco que dividía la marquesina del jardín. Matt le volvió a preguntar porque estaba tan triste mientras le agarraba la mano. En los 3 años que el lleva viviendo en Villa Marisol él siempre la ha visto sonriendo y riendo.

"Como el payaso" dijo Sara

Matt siguió insistiendo en querer saber el motivo de sus tristezas. Acariciaba y limpiaba las lágrimas de Sara mientras sostenía su mano. Ella respiró profundo y comenzó a desahogarse. Expresó que se sentía atrapada porque su mamá la trataba como una niña chiquita. Tiene 18 años y nunca ha podido disfrutar de una fiesta con sus amistades, tener novio, guiar un carro, o salir sola al cine. Hoy mismo ella quería salir con sus amigas de la escuela para un Christmas espuma Party de su clase graduanda y su mamá le dijo que no. Es otro sábado que ella se tiene que quedar encerra' entre cuatro paredes.

Matt colocó su brazo encima del hombro de ella y le aconsejó a "tomar las cosas con calma." Dentro de pal' de meses ella estará en la universidad y será libre del "verdugo" de su madre. preguntó si ella aún pensaba estudiar ingeniería eléctrica en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Mayagüez. Sara le sonríe y le dice que ya la aceptaron en la universidad. La selección de carrera universitaria y universidad ha sido lo único en que ellas han estado de acuerdo. Finalmente estará bien lejos de la prisión de su madre.

"Me tiene en una burbuja"

Matt le volvió a asegurar que todo estará bien. A veces los padres se exageran encerrándonos en una burbuja. Como ella misma dijo: muy pronto sera libre. No debe romperse tanto la cabeza. Sara le sonrió y volvió a abrazarlo. El sugirió entrar a la sala y ver alguna película en televisión para distraerse juntos. Se sentaron en el sofá frente al televisor, puso su brazo sobre ella, le dio un beso en la mano y ella continuó desahogándose. Se sentía tan "boba" por estar llorando por "una estupidez."

En ese momento apareció la mamá de Sara preguntándole si todo estaba bien. Sara le respondió que todo estaba de maravilla. La señora saludó a Matt.

"Matt, ¡Tanto tiempo! ¿Qué hay de tu vida?"

"Preparándome para la universidad."

"¿Universidad? ¿Qué edad tienes?"

"18..."

"¿En serio? ¡No lo aparentas!"- opinó mientras se marchaba de la sala riéndose.

"¿Ves? Mi madre está pendiente a TODO." - Sara criticó colocándose la mano en el rostro.

"Pichea' y veamos la tv"

"No creo estar en el mood de películas..."

"¿Cuántos canales tiene esta cosa?" preguntó señalando a la caja de cable TV que estaba encima del televisor.

"Creo que 256 canales; Algo así dijo el instalador el año pasado."

"Pásame el control."

El televisor se enciende en el Canal 224; una cadena de televisión dedicada a los deportes. Ahora mismo estaban transmitiendo el programa de noticias: "Los duros en el deporte." Los titulares de la edición de hoy hablaban de la voleibolista Daneshka Marie, de 15 años, se convirtió en la atleta más joven en competir en las olimpiadas. Matt cambió hacia el canal 220 cual estaban transmitiendo los trabajos de reconstrucción de la tercera sección de Metrópolis.

"¿Cual es el canal de películas?"- preguntó Matt mientras seguía cambiando de canales y aparecían más noticiarios.

"No sé..."

Matt, cansado de tanta noticia, apagó el televisor y le preguntó a Sara si deseaba salir a dar una vuelta. Sara abrió los ojos como pescado recién salido del agua. Su madre la "mataría" contestó Sara sonrojándose. Él le dijo que a caminar por el vecindario y que regresarían antes de que su mamá se diese cuenta. Ella dijo que nunca se había escapado de la casa. Su madre siempre sabía donde ella estaba. Matt le dijo que la vida era solo una y hay que vivirla. No hay nada más divertido que una aventura que huela a peligro. Sara Natalia le dio la razón y se fugaron a través del balcón del segundo nivel. Parecían ladrones que salían de cometer un robo en medio de la noche.

Caminaron hacia la próxima calle en donde se encontraron un colmado que aún estaba abierto. Sara se le ocurrió una idea loca repentina y agarró de la mano a Matt para que fueran allá. Compró el pote más grande de chocolate Mutella que pudo encontrar. Agarrándolo de la mano derecha y agarrando el enorme pote con la mano izquierda, lo dirigió hacia un poste de alumbrado que emitía una luz color rosa. Sara intentó de mil maneras abrir el pote de chocolate, pero el mismo estaba más duro que el cemento. Después de múltiples intentos, logró abrir el envase no sin antes Matt preguntarle para que ella quería tanto chocolate.

"Yo AMO el chocolate."

"¿Ajá?"

Sara insertó dos de sus dos dentro del pote y embarró sus labios con el chocolate.

"¿Qué tú haces?" – le preguntó Matt a Sara. El no entendía un carajo de lo que estaba pasando, pero le seguía la corriente.

"¡Besos chocolatosos!" – Exclamó Sara con una sonrisa de oreja a oreja.

Suavecito, pasito a pasito, Sara se le acercó y en ambas mejillas le dio sus besos de chocolate.

"Besos de chocolate..."- Susurró Matt mientras se sonrojaba y Sara le besaba los labios.

"Me liberaste con tus besos de chocolate..." – le dijo Sara sonriendo mientras continuaba besándolo.

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Poema: "Besos de chocolate"

Tú eres mi arcoíris

Aquel con besos de chocolate

En medio del asfalto.

La nueva generación,

Besos dulces azucarados,

Rivalidad entre fuego y dulzura.

Besos de colores...

17 Novembre 2018 17:33 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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La fin

A propos de l’auteur

Gabriel Rodriguez Fotógrafo y escritor. Resido en Puerto Rico.

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