En mis venas siento el fuerte palpitar que provoca mi corazón, no puedo moverme, escucho a mi padre hablar diciendo: Ojalá mueras, me duele el pecho, no puedo moverme, puedo ver y sentir todo a mi alrededor, estoy tumbado en cama en un lugar que no conozco. Repentinamente, despierto, fue una pesadilla, observo mis manos, estoy temblando, el sudor frio se pasea por mi rostro, vuelvo mi mirada a todas partes, me levanto, las luces de unas sirenas, invaden mi habitación, azul, rojo, azul, no escucho nada, hay un silencio absoluto, decido olvidarme de aquel mal sueño, golpeo mis piernas, me levanto de mi cama, camino hacia las inmensas ventanas que hay en mi habitación, observo a través de estas, un escalofrió recorre mi cuerpo, la calle esta desolada, antes que pueda cerrar las cortinas, veo a mi madre vestida de negro caminar en medio de la calle, abro la ventana y gritándole, le pido volver a casa, no escucho mi voz, repentinamente, una ambulancia colisiona con el cuerpo de mi madre, arrojándola varios metros desde el lugar de impacto, cierro las gruesas cortinas vino tinto, el silencio es absoluto, alarmado por lo que mis ojos han visto, me dirijo rápidamente a la puerta de mi habitación, giro el pestillo, y con gran fuerza y prisa, decido salir de esta, pero siento que alguien me lo impide, alguien sostiene mi camisa, alarmado giro mi cuerpo para ver que es, veo una espeluznante sombra, mi corazón se acelera, mi respiración se profundiza, mis piernas empiezan a temblar, mi instinto de supervivencia se activa, lanzo varios golpes a la nada, enciendo la luz, mi camisa se ha atascado con el pestillo de la puerta, me tomo un segundo para recuperar el aliento, cuando me doy vuelta para salir de la habitación, la veo a ella, es mi madre, esta frente a mí, no entiendo nada, mi corazón se agita más y más. Agradecido me acerco a mi madre, esta yace de pie frente a mí, sus ojos tan blancos como la nieve, su pijama negro, suspiro y en mí, pienso que quizá, me he equivocado, quizá no era mi madre, desesperado me acerco a ella, quiero abrazarla, me abalanzo sobre ella, y en milésimas de segundos, un grito aterrador eriza e inmoviliza mi cuerpo, no puedo controlarme, no entiendo nada, estoy asustado, mi madre se ha esfumado, vuelvo corriendo a la habitación, cierro la puerta, me acerco a las ventanas, y sigilosamente, trato de observar a través de ella, pero el rostro desfigurado de mi madre, me obliga a retroceder, caigo al suelo, parpadeo y cientos de personas que cubren sus caras con un velo negro, me rodean, un líquido caliente brota de mi cuerpo, me encojo, me cubro con mis manos, cierro los ojos, pienso que no es real, mi corazón palpita con fuerza, cuando siento un poco de calma, abro mis ojos, me despierto, estoy en cama, he tenido una pesadilla, mis manos tiemblan, estoy muerto.
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