Arranca un pedazo de mi pecho,
que ya no soy aquel cordero inquieto,
que se muere con gritos y en silencio.
Mañana ya me iré,
juro no me volverás a ver,
por más que quiera,
no insistiré.
en pausa pondré los pensamientos
de aquel poeta muerto
que alguna vez supo ser,
eterno de ideas,
plasmando miserias,
dejando las mías en las veredas ajenas.
No te vayas de mi...
luna blanca,
luna negra.
Asómate otra noche,
juro que no habrá ningún reproche,
solo tú,
solo yo.
Quedo a la deriva, de la idea,
de creer,
que el ayer, mañana llega,
y no es así...
no te mientas más.
Esta noche no habrá luna blanca,
sera tan solo luna negra.
Merci pour la lecture!